El dólar estadounidense ha sido durante mucho tiempo la moneda dominante en los mercados financieros y el comercio internacional. Sin embargo, en los últimos años ha habido especulaciones y debates sobre la posible pérdida de la hegemonía de esa moneda y la aparición de una nueva o un sistema monetario alternativo. Es de suma importancia señalar que incluso ha habido un aumento en los pronunciamientos que demandan una menor atadura de la moneda norteamericana, incluyendo al presidente de Brasil, Ignacio Lula, así como rumores de que Arabia Saudita dejará de cotizar el petróleo en dólares, lo que pondría fin al famoso "petrodólar", aunque no es la primera vez que el tema toma fuerza, como lo evidencia el artículo publicado en fecha 10 de junio del 1975, en el New York Times, titulado "La OPEP romperá vínculos con el dólar para la fijación de precios del petróleo", así como otro trabajo de la revista The Economist con fecha 2 de diciembre del año 2004, bajo el título "The Disappearing Dollar"(La desaparición del dólar, en español). Como observamos este tipo de especulaciones no son nada nuevo.

A pesar de esas conjeturas, la realidad es que es poco probable que la moneda norteamericana pierda su hegemonía, por múltiples razones. En primer lugar, el dólar ha mantenido su hegemonía debido a varios factores claves que lo respaldan. Uno de ellos es la economía de EE. UU. que sigue siendo la más grande del mundo y cuenta con un sólido sistema financiero.  Además, el dólar es la moneda de reserva mundial más utilizada aceptada en los mercados internacionales, lo que le otorga una ventaja significativa en términos de liquidez y demanda global, representando alrededor del 60% de las reservas globales. También debemos señalar que el dólar se utiliza ampliamente en el comercio internacional y es la moneda preferida para la emisión de deuda soberana y corporativa a nivel mundial, representando más del 70% de la deuda global emitida en dólares.

Otro factor que respalda la hegemonía de la moneda estadounidense es la estabilidad política económica de los Estados Unidos en comparación con otros países. Y es que a pesar de los desafíos económicos y políticos que enfrenta periódicamente, Estados Unidos continúa siendo considerado un país estable y confiable en términos de su sistema político y legal, lo que brinda confianza a los inversionistas y a los mercados financieros internacionales

Al mismo tiempo, el dólar cuenta con una amplia red de acuerdos bilaterales y multilaterales con otros países que han contribuido a fortalecer su posición como moneda dominante. Por ejemplo, muchos países tienen acuerdos de intercambio de monedas con Estados Unidos para facilitar el comercio y las transacciones financieras. Además, instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional también utilizan el dólar como moneda de referencia para las transacciones y la valoración de activos.

El otro escenario es que en caso de que ocurra, ¿qué moneda lo reemplazaría? Tenemos ahí el euro, por ejemplo, que enfrenta la falta de una verdadera unión fiscal y política en la eurozona, lo que limita su capacidad para desafiar la posición del dólar. El yuan chino, por su parte, enfrenta restricciones gubernamentales y la falta de total convertibilidad, loque limita su uso y aceptación a nivel internacional.

Al reflexionar un poco más sobre el yuan es bueno decir que su tasa de cambio históricamente ha estado "atada" al valor del dólar para beneficiar sus exportaciones, lo que ha llevado a constantes quejas sobre la manipulación del valor de la moneda por parte de China para obtener ventajas competitivas en el comercio internacional. Además de que los mercados de bonos y acciones de China carecen de suficiente liquidez.

Por otro lado, en un hipotético caso en el que China decida intentar exportar inflación a Estados Unidos, esto llevaría a los EE. UU. a elevar las tasas a un nivel que obligaría a una devaluación del yuan, lo cual irónicamente exportaría la deflación en lugar de la inflación.

Por último, no debemos confundir el comercio doméstico dentro de un país en su propia moneda, lo que es la norma, con el comercio de importación en dólares estadounidenses, pues una vez que los productos ingresan a tu país se comercializan en tu propia moneda. Esto ha estado sucediendo desde siempre.

Si todo lo que se necesitara fuera una combinación de deseo y preferencia para reemplazar al dólar como moneda de reserva global, ya habría sido reemplazada hace mucho tiempo. No confundamos el deseo con la capacidad.

Miguel Andújar en Acento.com.do