El antropólogo social y analista político Bernardo Matías sostuvo que es un mito que no tiene ningún asidero real afirmar que Haití podría invadir República Dominicana o que los haitianos tienen alguna posibilidad de enfrentarse a los dominicanos en una guerra.
En un análisis denominado "Destando algunos nudos de la custión domínico-haitiana", el antropólogo Matías, en su sección El hombre de los viernes, del programa A PARTIR DE AHORA, de ACENTO TV, explica las razones por las cuales pensar en una guerra o en una invasión de Haití contra República Dominicana es un absurdo.
Invasión o guerra
Dijo que las invasiones las hacen los países que se consideran poderosos y con ejércitos poderosos contra los que consideran más débiles, condición que no se cumple en el caso de la República Dominciana y la República de Haití.
Al mostrar datos de la organización Global Fire Power, detalló que Haití apenas cuanta con un ejército de 400 miembros, mal equipado, mientras que la República Dominicana cuenta con un cuerpo militar de 90 mil miembros. (Esos 90 mil incluyen ejército, fuerza aérea, la armada y otros cuerpos del ministerio de Defensa, además de la reserva).
Resaltó que las fuerzas militares dominicanas superan en número a las de Argentina, Chile, Cuba, Bolivia, Panamá, Nicaragua, El Salvador y Ecuador. Asimismo, explicó que Global Fire Power coloca a las fuerzas militares dominicanas en el lugar número 9 en América Latina y el Caribe.
"Haití no tiene fuerzas armadas ni ejercito. Haití cuenta una policía de 14 mil hombres, que no tiene capacidad siquiera para enfrentar a las bandas delincuenciales, encabezadas por el ex policía Jimmy Cherizier, alias Barbicue. El ministro de Defensa de Haití, Enold Joseph, en noviembre 2021 anunciaba que el ejército haitiano dispone de 450 soldados", detalló.
El antidominicanismo haitiano
Explicó que el antidominicanos haitiano no es un tema nuevo. "Las élites haitianas son racistas. Desprecian la negritud. Jean Price Mars y el bovarismo de las élites: Acuña el concepto de bovarismo para referirse a la identificación de la élite haitiana con la parte europea de su ascendencia y su rechazo de su herencia africana. Reivindica la africanidad y negritud. Extiende esa crítica a las élites dominicanas y su obsesión por la hispanidad", precisó Matías.
Indicó que Rafael Emilio Yunén, en su libro La isla como es : hipótesis para su comprobación, publicado en el 1985, aborda el anti haitianismo dominicano como forma de un comportamiento racista ofensivo y en Haití existe un anti dominicanismo que responde a un racismo defensivo.
Matías se pregunta por qué surge esta discusión en un momento de tensión de las relaciones de ambos países, y explican que hay una ofensiva mediática en la que lo novedoso es el giro en una parte del pensamiento crítico dominicano. Intelectuales liberales, de izquierda o de centro ha asumido la concepción de las ultraderecha respecto al pueblo haitiano y su relación con el pueblo dominicano.
"Esta es la parte preocupante de este momento. No nos podemos quedar sin las miradas diferentes al conservadurismo que domina el imaginario colectivo del pueblo dominicano", sostiene Matías.
El racismo dominicano
Bernardo Matías explica que la xenofobia es un sentimiento de rechazo, odio o desprecio hacia el extranjero.
"El racismo es una ideología que se sustenta en la superioridad de una raza o grupo étnico frente a otro considerado inferior, basado en las diferenciaciones raciales, en especial por el color de la piel", argumenta
Asimismo, indica que en América el racismo es una construcción ideológica desde la colonización llevada a cabo por los europeos.
Los trabajadores haitianos en la economía dominicana
Bernardo Matías explicó que uno de los mitos más socorridos es que la población haitiana que vive como inmigrante en la República Dominicana constituye una carga para los contribuyentes y para el estado.
Explicó que, por el contrario, los trabajadores haitianos aportan a la creación de riquezas, al fisco y a la dinamización de la economía de la República Dominicana, como demuestran los datos.