El Banco Mundial destacó en un informe el potencial de la acción climática para promover el crecimiento económico y la reducción de la pobreza en República Dominicana.
Indica que para lograr su meta de cero emisiones netas para 2050, República Dominicana deberá realizar esfuerzos más ambiciosos de mitigación y descarbonización en todos los sectores de su economía. Esto incluye implementar acciones para reducir la contaminación, proteger la biodiversidad, mejorar la salud pública y crear empleos verdes en los sectores agrícola, energético y de turismo.
El Informe sobre Clima y Desarrollo (CCDR por sus siglas en inglés) para República Dominicana, concluye que los efectos proyectados del cambio climático podrían poner en peligro algunos de los logros obtenidos en materia de desarrollo.
"Se espera que para 2050 el cambio climático tenga un impacto significativo en la salud de las personas, la infraestructura y los ecosistemas naturales como los bosques y las zonas costeras", plantea.
En algunos casos, el rendimiento de los cultivos podría disminuir hasta un 30 %, y los índices de pobreza podrían aumentar. Sin medidas de adaptación, el país podría dejar de generar casi un 17 % de su PIB en relación con un escenario sin daños inducidos por el cambio climático.
Sostiene que esto sería causado principalmente por la reducción de la demanda turística, el aumento de las tormentas tropicales y las inundaciones, y la reducción de la productividad laboral debido a las mayores temperaturas causadas por el cambio climático.
El informe destaca, además, que República Dominicana puede alcanzar sus objetivos climáticos y de desarrollo de forma conjunta, beneficiando tanto a los dominicanos como a la economía, a pesar de las elevadas necesidades de financiamiento.
"La visión 2030 de República Dominicana tiene como eje central los temas del clima y el desarrollo, con un enfoque en la neutralidad de carbono, la reducción de los impactos económicos y fiscales del cambio climático, la protección de su infraestructura y la garantía de un futuro mejor para su gente", dijo Alexandria Valerio, representante del Banco Mundial en República Dominicana.
Aseguró que el Banco Mundial continuará apoyando los esfuerzos del país para hacer la economía más resiliente, reducir la vulnerabilidad y acelerar la descarbonización de la economía.
Dado que la electricidad es la principal fuente de emisiones del país, el informe recomienda medidas para un desarrollo con bajas emisiones de carbono, como sustituir la generación de energía a base de carbón, invertir en energías renovables y descarbonizar el transporte y los procesos industriales. También sugiere mejorar las prácticas agrícolas, forestales y de uso de suelo, y reducir las emisiones del sector de residuos.
"El sector privado tiene un papel indispensable que desempeñar en la transición coordinada de República Dominicana hacia un futuro más resiliente, inclusivo y bajo en carbono", dijo Carolina Cárdenas, representante residente de República Dominicana y Haití en la Corporación Financiera Internacional (IFC), el brazo del sector privado del Grupo del Banco Mundial.
Basándose en esta premisa, la IFC está apoyando el desarrollo de la taxonomía verde del país, un marco diseñado para ayudar a los inversionistas y a las empresas a tomar decisiones de inversión informadas sobre actividades económicas sostenibles utilizando la misma terminología previamente acordada.
Sostiene, además, que el capital privado será esencial para satisfacer las necesidades de financiamiento climático del país, aprovechando el nuevo marco de Asociaciones Público-Privadas para la inversión en infraestructura y turismo, explorando las líneas de crédito y bonos disponibles para desastres, aumentando la cobertura de seguros en la agricultura, desarrollando productos de microseguros asequibles para los hogares de bajos ingresos y promoviendo un mayor uso de tecnología en la evaluación de riesgos.