El Banco Central de la República Dominicana (BCRD) decidió incrementar su tasa de interés de política monetaria en 75 puntos básicos, de 6.50 % a 7.25 % anual.

En su reunión de política monetaria correspondiente a junio, la institución financiera decidió el aumento de la tasa de la facilidad permanente de expansión de liquidez (Repos a 1 día) de 7.00 % a 7.75 % anual y la tasa de depósitos remunerados (Overnight) de 6.00 % a 6.75 % anual.

"Esta decisión se basa en una evaluación exhaustiva del comportamiento reciente de la economía mundial y su impacto sobre la inflación, influenciada por los conflictos geopolíticos y el choque de costos global", explicó el Banco Central en un comunicado.

La dinámica de los precios continúa afectada por factores externos que han sido más "persistentes de lo previsto", asociados al incremento extraordinario de los precios del petróleo y de otras materias primas, así como los elevados costos del transporte internacional de contenedores y otras disrupciones en las cadenas de suministros.

Los precios internacionales de bienes primarios alimenticios, como maíz, trigo, sorgo y soya, así como los fertilizantes, se mantienen elevados debido al referido conflicto armado entre dos de los principales productores mundiales de estos commodities.

 La variación mensual del índice de precios al consumidor (IPC) se situó en 0.49 % durante mayo de 2022, mientras que la inflación interanual, es decir en los últimos 12 meses, se moderó ligeramente hasta 9.47 %.

Para contribuir a contrarrestar las presiones inflacionarias, el Banco Central explica que ha reducido de forma importante el excedente de liquidez del sistema financiero, a través de operaciones de mercado abierto y del retorno gradual de los recursos que habían sido otorgados durante la pandemia.

Las medidas de control de la liquidez y los incrementos graduales en la tasa de política monetaria han revertido la postura expansiva implementada durante la pandemia, lo que facilitaría una convergencia gradual de la inflación al rango meta de 4 % ± 1 % durante el horizonte de política monetaria.

El proceso de normalización monetaria procura evitar riesgos de sobrecalentamiento de la economía que profundicen las presiones inflacionarias de origen exógeno y de demanda interna, así como un deterioro del diferencial con respecto a las tasas de interés externas que pueda provocar volatilidad en el flujo de capitales.