El Comité Nacional de Salarios, organismo del Ministerio de Trabajo, en el que participan los representantes del estado dominicano, de las asociaciones de trabajadores y de los empleadores o patronos, se reunió este jueves para conocer de una propuesta del sector laboral para que se apruebe un aumento de salario mínimo de 35 por ciento.
El Comité Nacional de Salarios tiene atribución de aprobar aumentos para el salario mínimo.
Es necesario recordar que en la República Dominicana no existe un único salario mínimo. El salario mínimo depende del tipo de empresa (grande, mediana, pequeña y micro), del sector (agrícola, construcción, etc), entre otros factores.
Con la propuesta del 35 por ciento, sometida por el sector sindical, los trabajadores de las grandes empresas pasarían a cobrar un salario mínimo de 28,350 pesos mensuales.
Asimismo, las medianas empresas tendrían que pagar 25,988 pesos; las pequeñas 17,415 pesos; las microempresas tendrían que pagar un mínimo de 16,065 pesos mensuales; los vigilantes (guachimanes) pasarían a ganar un mínimo de 23,288 pesos cada mes. En el caso de los trabajadores agrícolas, en promedio, cobrarína un mínimo de 625 pesos por jornada diaria.
Ojalá fuera posible aumentar el salario en la proporción que reclaman los sindicalistas.
A esta reunión no asistió el sector patronal. La Confederación Patronal de la República Dominicana (Copardom) envió una carta en la que piden una semana para designar a sus representantes ante el organismo oficial.
Creemos que es necesario un aumento de salario, sobre todo en el nivel mínimo. Pero ese incremento de los ingresos de los trabajadores debe ser el fruto de un acuerdo entre las partes (estado, patronos y trabajadores).
Si bien es cierto que la República Dominicana y el mundo recién empiezan a salir de la crisis generada por el cierre obligado de la economía, debido a la pandemia de Covid-19, y resisten los efectos derivados de la guerra de Rusia contra Ucrania, es necesario tomar en cuenta que la inflación general ha mermado la capacidad de compra de los trabajadores.
El sector laboral, representado por las centrales sindicales, debe ser flexible. Una cosa es lo ideal, lo más justo, y otra es la realidad, la dura realidad de la situación de la economía. Hay pronósticos de una posible recesión en Estados Unidos y otras potencias económicas, lo que afectaría a una economía pequeña como la dominicana.
Ojalá fuera posible aumentar el salario en la proporción que reclaman los sindicalistas. Pero al mismo tiempo es necesario preservar las empresas y los empleos, sobre todo cuando se trata de medianas, pequeñas y micro empresas.
Lo más sensato es el diálogo entre las partes, sin posiciones cerradas.