El sucesivo incremento de las tasas de interés por parte de los bancos centrales constituye una medida necesaria para contener la inflación coyuntural, es decir, la que se produce cuando hay un exceso de dinero en circulación, especialmente por la instancia que más inyecta dinero: el Gobierno.

Sin embargo, cuando se recurre única y continuamente al aumento de la tasa de interés de política monetaria para contener la inflación, manteniendo el gobierno sus gastos en expansión, se corre el riesgo que dicha medida se convierta en ineficaz y hasta perjudicial.

Así lo consideró Guillermo Caram, exgobernador del Banco Central, al indicar que la medida se convierte en ineficaz, porque la continua expansión del gasto público neutraliza el retiro del dinero en circulación que se procura al aumentar las tasas de interés.

"Al 21 de octubre del presente año, el gobierno dominicano gastaba 2,447 millones de pesos diarios en partidas corrientes, predominantemente burocracia, subsidios e intereses de la deuda pública. Ese gasto corriente promedio diario crece 18% por encima del gasto corriente promedio diario del 2021 y es 28% superior a las estimaciones de crecimiento de la economía a precios corrientes que incluye el crecimiento real más la inflación"

El economista dijo que es perjudicial, porque tiende a convertir el combate a la inflación coyuntural en promotora de la inflación endémica, es decir, aquella que se genera cuando la demanda de bienes crece más rápidamente que la oferta de productos, debido a que el aumento de las tasas de interés incrementan los costos financieros de quienes producen, elevando el costo de producción y desalentando productores a producir o seguir produciendo.

"Así, la oferta tenderá a disminuir mientras la demanda seguirá aumentando estimulada por gastos gubernamentales improductivos como los subsidios", sostuvo.

Explicó que para evitar que el combate a la inflación coyuntural convierta en endémica la inflación, sería pertinente que el gobierno redujera sus gastos y reorientara los mismos para estimular la oferta en lugar de seguir estimulando la demanda, "especialmente que reoriente los subsidios al consumo qué hoy aplica hacia subsidiar la producción".

Asimismo, dijo que habría que evaluar si las autoridades supervisoras del sistema bancario están velando lo suficiente para que se le aumenten los intereses a quienes disponen de depósitos de ahorros en cuentas o certificados, con la misma rapidez que el sistema financiero aumenta intereses a préstamos y excedentes de tarjetas de crédito cuando la tasa de política monetaria es aumentada.