El ministro de Energía y Minas, Antonio Almonte, propuso trabajar en la construcción de una agenda común que integre respuestas eficaces frente a las amenazas climáticas e impulse la adopción de medidas adecuadas contra la actual crisis energética.
Al pronunciar las palabras de apertura de la Reunión Intersectorial de Ministros de Ambiente y Energía de Centroamérica y República Dominicana, Almonte dijo que definir esa área de trabajo conjunta es una tarea indispensable si se quiere encarar el futuro con esperanza.
El organismo, integrado por representantes de países miembros del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), se reunió en el país con la participación de representantes de Nicaragua, Belice, Honduras, Panamá, Costa Rica, Guatemala y El Salvador, así como delegados virtuales de entidades como la Comisión Económica para América Latina (CEPAL).
“Considero que las delegaciones aquí reunidas y de manera virtual realizarán un trabajo destacable en el monitoreo de los esfuerzos de integración y su ejemplo ayudará a dilucidar cuáles serán los ejes transversales de decisión”, dijo el ministro Almonte al encabezar la actividad junto al ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Miguel Ceara Hatton.
Abogó por la elaboración de propuestas que aúnen esfuerzos medioambientales y energéticos en beneficio de las poblaciones y que ésta es una labor que no puede esperar y que había que iniciar en lo inmediato debido a la escasez y carestía de los combustibles en el mercado internacional.
“Todos ustedes saben que la industria de la generación eléctrica está viviendo cambios profundos y algunos de ellos son irreversibles. Sin embargo, esa alteración no necesariamente significa riesgo. Es verdad que todo cambio sitúa a las emociones en un lugar de privilegio, pero la esperanza terminará imponiéndose al miedo”, manifestó.
Señaló las inversiones que realiza el sector privado en energías renovables en República Dominicana para llegar al año 2025 con un 25 por ciento de producción de energías renovables.
Dijo que una de las experiencias que deja la actual crisis internacional es la dificultad para adquirir gas natural, además del alto precio. “El gas natural o los combustibles fósiles para producir energías, se ha constituido en un elemento que garantiza el cumplimiento de objetivos asociados a derechos humanos”.
Afirmó que organismos internacionales y foros como la CEPAL deben plantearse esa situación, porque pese a tener los recursos o la facilidad de transportarlo pueden ser estrangulados por los países con capacidad para almacenar.
Almonte expresó que esos cambios impulsan la modernización significativa de la estructura económica de las naciones que deben apostar por energías limpias, como las renovables, y dejar de depender tanto de los combustibles fósiles como el petróleo, el carbón y el carbón natural.
A ese respecto, el viceministro de Energía, Rafael Gómez, hizo la acotación de que “el gas natural es el combustible de la transición”, porque permitirá pasar de los derivados del petróleo y enrumbar los países hacia un proceso de descarbonización.
“Desde República Dominicana queremos afianzar esa línea abierta de diálogo y consideramos que los grupos de expertos dedicados a cuidar ese vínculo intersectorial crearán o consolidarán los mecanismos apropiados de cooperación”, indicó.
Indicó que el conflicto que vive Europa modificó las hojas de ruta, redefinió las reglas de juego y alteró los marcadores de precios que durante décadas guiaban las decisiones gubernamentales en el campo de la energía “y ese viraje en los indicadores, a todos nos afecta en mayor o menor medida”.
También imprimió velocidad a la revolución en el transporte marítimo de combustibles o auspició nuevas formas de almacenamiento energético.