Alemania y Francia propusieron este martes una agenda de nueve puntos para fortalecer la competitividad y el crecimiento en la Unión Europea (UE) en la que abogan por un comercio internacional en igualdad de condiciones y la defensa ante las inversiones en sectores sensibles de actores no europeos.
El documento, adoptado en el 24º consejo de ministros franco-alemán que se reunió este martes en el palacio de Meseberg, en las afueras de Berlín, incluye, entre otros puntos, el compromiso explícito con un comercio internacional basado en las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
"Pedimos que se garantice, en consonancia con las normas de la OMC, que los productos importados al mercado único cumplan todas las normas de producto pertinentes, y subrayamos la necesidad de una aplicación y cumplimiento de la legislación pertinente", indica el documento franco-alemán.
Esta defensa de los principios comerciales de la OMC a cargo de Alemania y Francia se produce en un momento en el que en Europa se plantea cómo reaccionar a medidas proteccionistas como la reciente decisión del presidente estadounidense, Joe Biden, de imponer una tasa del 100 % a los vehículos eléctricos de fabricación china.
Asismismo, la agenda defiende que "la seguridad económica de la UE debe reforzarse avanzando en todos los pilares de la Estrategia Europea de Seguridad Económica", algo que incluye un "examen eficaz de las inversiones no europeas en sectores sensibles".
En Alemania, las inversiones de empresas chinas como Huawei en la infraestructura digital germana llevan tiempo bajo el análisis del Ejecutivo nacional por lo que el Ministerio del Interior reconoció como "riesgos de seguridad".
Paralelamente, el texto franco-alemán hace hincapié en la "reducción de las barreras" en un mercado único donde se debe impulsar la competición para hacerla más eficaz.
La iniciativa franco-alemana también insta en seguir reduciendo la burocracia en la UE y unos procedimientos más rápidos para asegurar la competencia.
En este sentido Berlin y París también se comprometen a concluir por fin la Unión de Mercados de Capitales y continuar los esfuerzos por finalizar la Unión Bancaria.
Además, pone de relieve la necesidad de estimular las inversiones, incluidas las de seguridad y defensa, apoyándose en más inversiones del Banco Europeo de Inversiones (BEI) -pero sin pone en riesgo su sostenibilidad financiera-.
Las dos mayores economías continentales también reafirman su compromiso con un sistema energético competitivo apoyado en las fuentes renovables y bajas en emisiones de dióxido de carbono.
El fomento de la investigación para reforzar las capacidades tecnológicas y el aprovechamiento del capital humano en Europa para la creación de nuevos empleos industriales son otros dos aspectos que destaca el documento con el que Francia y Alemania quieren relanzar la economía europea.
A su vez, los dos países señalan que, en lo que se refiere a la digitalización y la inteligencia artificial, así como a otras tecnologías clave, se necesita un acuerdo tecnológico europeo.