El sargazo está llegando más temprano y se va más tarde, alcanzando costas donde no era común verlo y arribando con mayor cantidad en las playas que desde el 2011 ha invadido.

Por afectar directamente a uno de los pilares económicos del país, el sector turismo, se han anunciado planes para su mitigación de los cuales hasta el momento se sabe poco.

Desde diciembre de 2020 se ha anunciado el rescate de playas y un fondo público-privado por unos 11 millones de dólares para hacer frente a esta problemática sobre todo en la región este del país.

Sargazo en una playa del Este. ( fotografía cortesía de Intec)

El sargazo es una especie de alga parda, de color marrón, que comenzó a llegar a las costas del caribe en 2011, cumulándose en las playas y creciendo de manera descontrolada desde entonces.

El cambio climático es una de las razones que, según expertos, ha causado que cada día se observen más algas flotantes en las costas, que en algunos casos, al no ser retiradas en el tiempo oportuno, emiten un desagradable olor al descomponerse que aleja a los turistas.

De acuerdo con José Ramón Reyes, viceministro de Recursos Costeros y Marinos del Ministerio de Medio Ambiente, la mala noticia es que el sargazo está llegando más temprano y se va más tarde.

Asegura que, debido al cambio de las corrientes marinas, el sargazo está llegando a otras zonas de la isla que antes no eran afectadas, como la costa norte en Samaná, Río San Juan y Puerto Plata.

“La otra mala noticia es que cada vez más llega más sargazo”, plantea.

El sargazo, según el viceministro, llega del mar de los sargazos conocido como el Triángulo de las Bermudas, que antes se nutría de la explotación minera del Congo, los fertilizantes y químicos la corriente lo arrastraba y alimentaba.

El coordinador del Grupo de Investigación Interdisciplinario de Sargazo del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (Intec), Ulises Jáuregui Haza, explica que el sargazo es un fenómeno viejo y que cuando Cristóbal Colón venía a las Américas describió el mar de los sargazos al norte de nuestras islas.

Entre las hipótesis sobre lo que ha favorecido el crecimiento de esta alga flotante es el calentamiento global, aumento de la temperatura y la deforestación en la Amazona. “Esas tierras que eran bosques ahora agrícolas, necesitan de abonos y esos nutrientes que añade al suelo, lixivian y pasan al río y del río al mar. Eso ha hecho que aparezca una nueva zona, entre América del Sur y África, un nuevo mar de los sargazos”.

Coordinador del Grupo de Investigación Interdisciplinario de Sargazo del INTEC, Ulises Jáuregui Haza.

¿Por qué afecta el sargazo?

El sargazo tiene su bien, sirve de alimento para peces pequeños, favorece en cierta medida la vida del océano. Sin embargo, el problema, de acuerdo con el viceministro José Ramón Reyes, es que la llegada masiva hace que se acumule en las playas, en los humedales y provoca daños.

“El sargazo ya no está en su medio natural, comienza degradarse, el lixiviado ácido que contamina y se trata como un desecho solido más, porque genera lo mismo”, explica.

Otro efecto es que el sargazo provoca una disminución de oxígeno, afectando las especies marinas, por lo que tiene impacto en los ecosistemas marinos y costeros.

Que no exista un sistema eficiente de recolección de los sargazos y sea tratado como un desecho sólido es uno de los problemas principales en los que coinciden el viceministro y el profesor. Además, plantean no solo verlo como un problema del turismo, sino del sector pesquero.

¿Qué se está haciendo?

El gobierno está trabajando en la formación de una mesa interinstitucional para abordar el tema del sargazo, integrada por los Ministerios de Medio Ambiente, Salud Pública, Turismo, Obras Públicas, Universidades, la Asociación de Hoteles y Turismo (Asonahores) y otras entidades del sector privado.

Esta mesa busca coordinar las acciones, porque de acuerdo con el viceministro Reyes, se están dando “palos a ciegas”, porque cada institución trabaja por separado.

“El sargazo es un problema que llegó para quedarse”, destaca.

En diciembre de 2020, el presidente de la República, Luis Abinader, anunció un plan para la mitigación de estas algas marrones como parte de un acuerdo entre el Ministerio de Turismo y Asonahores.

Se comunicó la creación de un fondo de US$ 11. 8 millones para el manejo del sargazo en las costas de la República Dominicana, del cual el Gobierno haría un primer aporte de 156 millones de pesos para la colocación de barreras.

Aunque en la actualidad no se han dado a conocer los avances de este acuerdo, los recursos serían destinados para el pago del servicio de suministro e instalación de 31, 524 metros lineales de barreras anti-sargazo en las líneas de playa de las zonas de Punta Cana, Bávaro, Cabeza de Toro, Arena Blanca y Uvero Alto.

El profesor Ulises Jauregui afirma que el sargazo llegó y no se sabe hasta cuándo estará, pero que el país ha tomado medidas sobre todo el sector privado en materia de turismo.

Recuerda que la fundación del Grupo Punta Cana creó un sistema de barreras, que gracias a ellas, una parte de las playas tiene cierto nivel de protección, pero que no ha llegado a todas porque es costoso.

Explica que estas barreras ecológicas no pueden llegar al fondo, tienen que dejar un metro porque se debe dejar pasar el agua fresca y las especies marinas.

Es por esto que explica que el efecto no es 100 por ciento, y que hay dos tipos en la zona la diseñada por el Grupo Punta Cana y la de AlgeaNova. Punta Cana en la actualidad tiene 7 kilómetros de barrera.

José Ramón Reyes, viceministro de Recursos Costeros y Marinos del Ministerio de Medio Ambiente

Las barreras no son suficiente

Las barreras, aunque hacen el trabajo de impedir que gran parte del sargazo entre a las costas, se requiere de un mantenimiento constante y de tener un sistema de colecta del alga que sea eficiente.

El problema es que el sargazo no se puede disponer en cualquier lugar, porque arroja lixiviados, que van a la capa y contaminan el agua.

“Las mallas lo aguantan, pero en muchos casos se quedan en islas tapan los corales y es otro problema”, sostiene el viceministro de Recursos Costeros y Marinos.

Lo mejor es que se pueda crear un método de recogida en alta mar, porque cuando llega a la costa empieza a descomponerse y a oler mal, además de que causa la perdida de oxigeno que y por consecuencia la muerte masiva de peces.

Según Ulises Jauregui Haza, también coordinador del doctorado en ciencias ambientales del Intec, hay dos empresas que tienen modelo de embarcaciones que permiten la colecta de sargazos, AlgeaNova y SOSCarbon.

Ambos expertos entienden que es necesario no solo cubrir la zona hotelera, sino poner atención a las playas públicas y zonas de pesca.

“Es incosteable, pero hay que priorizar zonas que tengan prioridad a la economía y en otras zonas hacer planes de contingencia y adaptación, medidas necesarias para protegerlas”, indicó el profesor.

Una propuesta que plantea del viceministro de Medio Ambiente es utilizar a los pescadores para retirar el sargazo que cruza las mallas, contratándolos y puedan hacer la recogida de manera manual.

Sostiene que uno de los problemas es que hay recogida informal, utilizando camiones, patanas o retroexcavadores, erosionando las playas. “Al final del día recogiendo el sargazo nos quedamos sin playas”.

Dice que es importante que se involucren los ayuntamientos y las autoridades de cada provincia costera para estos fines.

¿Todo es malo en el sargazo?

El sargazo es una biomasa con valor incalculable, son algas pardas con alto contenido de nutrientes que puede ser útil para la industria farmacéutica y cosméticos.

Esta alga tiene diversas utilidades, como uso para la agricultura, construcción y energía. Estudiantes del Intec y otras universidades del país trabajan en las diferentes aplicaciones que se pueden obtener a base del sargazo.

El profesor Jauregui Haza sostiene que hay que tener cuidado porque son acumuladores de metales en su desplazamiento, sin embargo, destaca que ya existen investigaciones para la creación de fertilizantes orgánicos, alimentos para ganados por su contenido en proteínas.

En cuanto a la construcción, se puede utilizar para la creación de bloques y ladrillos; también como carbón activado para descontaminar agua.

El investigador considera que se puede convertir el problema del sargazo en una oportunidad y que el éxito está en una alianza entre el Estado, empresas privadas y universidades, porque cada año la situación no mejora.

"Este año ha llegado sargazo a lugares que no había llegado antes, cada año nos encontramos con sorpresas nuevas, como playa rincón, bahía de las águilas", dice.

Plantea que se pueden crear pequeñas empresas que utilicen el sargazo como materia prima para la creación de nuevos productos.

Considera que hay tres grandes áreas por donde se puede iniciar para controlar el problema del sargazo y que se debe prestar mayor atención: el monitoreo y predicción de la llegada masiva, para saber por donde y cuando llegaran; mejorar el sistema de retención y colecta, y evaluar e implementar los diferentes usos del sargazo.

Hoy estudiantes de Intec trabajan en la creación de una nanosatélite  para monitorear con medios propios el sargazo.

"Si se logra buscar aplicaciones al sargazo, vamos a llevarlo de ser residuo a materia prima".