A través de una cooperación entre la Alianza Arrecifes del Sureste, el Grupo Puntacana y la Cooperación Alemana para el Desarrollo (GIZ), se fortalecieron las bases para alcanzar un manejo efectivo del Santuario Marino Arrecifes del Sureste (SAMAR) como área protegida.
Durante un evento realizado en Punta Cana, se dieron a conocer los resultados obtenidos por el proyecto “Arrecifes y recreación: una alianza digital e innovadora para la sostenibilidad de zonas costeras”.
Esta alianza que promueve primordialmente la protección de los recursos naturales y una sostenibilidad turística a largo plazo, se realiza en colaboración con Grupo Puntacana y con el apoyo del Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales de República Dominicana, y es financiado por el programa develoPPP que la GIZ implementa por encargo del Ministerio Federal Alemán de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ).
El SAMAR, establecido en 2009 por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, busca conservar los hábitats y ambientes marinos en la plataforma continental del sureste de la isla, la segunda área protegida más grande del país. Para contribuir con este objetivo, la alianza creada entre GIZ y Grupo Puntacana, realizó acciones y esfuerzos para la consolidación de una sostenibilidad turística en la zona que esté basada en una gestión eficiente y eficaz del santuario.
Svenja Paulino, directora del Portafolio Biodiversidad y Negocios en Centroamérica y República Dominicana, explicó: “La única manera de que logremos un turismo sostenible a largo plazo, es través de alianzas público-privadas con actores que no solo tengan la capacidad y recursos para contribuir con este objetivo, sino además el compromiso para asumir los esfuerzos que esto conlleva. Grupo Puntacana es un ejemplo de esto, este proyecto es importante para la GIZ ya que esta empresa es una de las más grandes y diversificadas de la República Dominicana y se ha distinguido en la industria por su compromiso con la sostenibilidad y desarrollo regional a largo plazo”.
En la presentación de resultados alcanzados por este proyecto que busca entre otras cosas la competitividad de Punta Cana como destino turístico de clase mundial, se destacaron acciones para la sensibilización de actores locales sobre la importancia de los servicios ecosistémicos, la promoción de medidas para la sostenibilidad financiera para el santuario, y finalmente la importancia del empleo y las comunidades locales para un adecuado desarrollo de la zona.
Entre los avances alcanzados por el proyecto se destaca la propuesta de un diseño para una estructura financiera del SAMAR, la elaboración participativa del Plan de Manejo del santuario y una propuesta de Plan de Patrullaje desarrollada con el respaldo de expertos de Costa Rica y Honduras. Adicionalmente, se estableció un programa de capacitación y sensibilización que involucró a docentes, líderes comunales, pescadores, representantes de la Alianza del Este y funcionarios del Ministerio de Medio Ambiente. Finalmente, como parte de la iniciativa para impulsar el desarrollo local, se identificaron más de 30 ideas de negocio, abarcando áreas como escapadas a la naturaleza, deportes y recreación al aire libre, así como cultura y patrimonio.
“En nuestra experiencia, el sector privado está posicionado para aportar soluciones al manejo sostenible y conservación de los recursos costeros-marinos, particularmente en el turismo. Estamos agradecidos que el GIZ ha mostrado su compromiso de trabajar de la mano con la industria turística para garantizar un futuro sostenible”, afirmó Jake Kheel, vicepresidente de Sustentabilidad de Grupo Puntacana.
Dijo que la protección de los recursos naturales del Santuario Marino Arrecifes del Sureste es una tarea que se logra a través del involucramiento de todos los actores claves que están vinculados directa o indirectamente con su funcionamiento.
"La colaboración del sector privado y su trabajo junto al sector público y local, procura no solo el desarrollo regional a través de un turismo sostenible, sino también la conservación de los servicios ecosistémicos de los cuales depende la economía y la vida en general", indicó