Aunque lo más efectivo para combatir los delitos ambientales siempre será la educación y la conciencia de cada ciudadano, la coerción se hace necesaria contra desaprensivos que violan la ley, aseguró el ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Miguel Ceara Hatton.

Al participar en la reunión anual de la Red de Observancia y Aplicación de la Normativa de la Vida Silvestre (Roavis) de Centroamérica y República Dominicana, Ceara Hatton agradeció el apoyo en el combate de los delitos ambientales que recibe del Ministerio Público, en especial de la Procuraduría para la Defensa del Medio Ambiente y los Recursos Naturales (Proedemaren), que encabeza Francisco Contreras Núñez.

“Quiero agradecerle públicamente al procurador Contreras; estamos trabajando coordinadamente, en equipo, el Ministerio, la sociedad civil, con el Senpa (Servicio Nacional de Protección Ambiental), nuestra fuerza militar que nos acompaña en el Ministerio para poder enfrentar todos estos delitos, que crecen todos los días”, sostuvo.

“Tenemos que perseguir el delito, utilizar la coerción, pero lo más efectivo es reeducar”, porque “siempre habrá alguien que se cree que todos los demás somos unos tontos” y que entonces "puede hacer lo que quiera y por eso será necesario siempre, en algún grado, un nivel de coerción”,  insistió.

Remarcó que es "una lucha diaria" por ejemplo el combate a la extracción de materiales de los ríos y la captura ilegal de peces, cuya intensidad "esperamos que se reduzca algún día a través de la educación”.

Además de Ceara Hatton y Francisco Contreras, en la reunión participaron el procurador general de Panamá y secretario de Roavis, Javier Enrique Caraballo Salazar; la gerente del Programa de Asistencia Técnica Internacional del Departamento del Interior de los Estados Unidos, Christina Kish, y el viceministro de Áreas Protegidas y Biodiversidad, Federico Franco.

Efectos del cambio climático

Ceara Hatton recordó la importancia que tiene para cada ser humano aportar a la preservación de los recursos naturales y en ese contexto recordó los efectos del cambio climático.

Una simple revisión a los datos disponibles de las temperaturas arroja que entre 1976 y 2021 en Santo Domingo, por ejemplo, aumentó un promedio de dos grados. “Bueno, a nivel mundial, ya ustedes han escuchado seguramente que fue este mes de julio más caliente de toda la historia”.

Sostenibilidad

En ese contexto, recordó que el Informe Brundtland, en 1987, definió la sostenibilidad como ese conflicto de equidad entre las generaciones presentes y las generaciones futuras: "Y uno, en aquel momento, 1987, no pensaba que esto era un problema que iba a venir. Si acaso para mis nietos, o los hijos de mis nietos”.

Añadió que la realidad se impone y ahora el ser humano se enfrenta a los efectos del cambio climático, “y tenemos que responder a esta situación (aunque) el daño está hecho, desafortunadamente".

Lamentó que las generaciones del presente fueran educadas con la visión de que los recursos naturales eran infinitos, “que se podían usar como uno quisiera y que la naturaleza era para someterse”.

“Y la realidad es que hoy en día hemos aprendido que la naturaleza no se puede someter. Y que, si se somete, te lo va a cobrar. Y nos lo está cobrando. Lo que estamos viviendo ahora es ese cobro que nos está haciendo la naturaleza, por no entender que no era un problema de dominación, sino de cohabitación y de cómo podíamos articular nuestras vidas, los seres humanos, con el resto de la biodiversidad que nos acompaña en un momento determinado en esta que es nuestra casa”, dijo.

Insistió en que frenar la destrucción de especies y de los recursos naturales solo será posible con la educación y con una conciencia ambiental de sostenibilidad y confió en que el país pueda lograr esa conciencia colectiva.