Los árboles constituyen ecosistemas esenciales para la conservación de miles de especies de aves en todo el mundo; es por esa razón que cuando sembramos o protegemos un árbol desencadenamos un efecto dominó en el que salen beneficiados animales invertebrados y vertebrados, que abarcan desde un insecto hasta un elefante y, por supuesto, a un sin número de microorganismos.
Es por esa razón que, en el marco de la celebración del Festival de las Aves Endémicas del Caribe, participamos en una jornada de reforestación para las aves, en el nacimiento del arroyo Hondo Valle, subcuenca del río Boba, junto al Grupo de Acción Ecológica (GAE) y las brigadas de reforestación de las comunidades La Yaya y La Malena de San Francisco de Macorís, que cuentan con el apoyo del Ministerio de Medio Ambiente.
El Festival se inició el pasado 22 de abril, Día Mundial de la Tierra; y finaliza el 22 de mayo, Día Mundial de la Biodiversidad.
Las especies plantadas en dicha actividad fueron Cabirma Guinea (Carapa guianensis), Cola (Cola aluminata), así como Pino del Caribe (Pinus caribaea).
La actividad estuvo encabezada por Abel García, encargo de reforestación de la provincia Duarte; por Luís y María Paulino del GAE; y por quien suscribe, en representación de la Dirección de Reforestación del Ministerio de Medioambiente.
Según Abel García, las dos brigadas se proponen plantar unos 5,000 arbolitos, entre ese día y el siguiente, pero aclaró que también hay otras dos brigadas que, aunque tienen pocos brigadistas, trabajan mucho; llevan, para lo que va de año, 50,000 árboles plantados, además de 33,000 por cogestión con propietarios de terrenos, a pesar de la fuerte sequía que afectó recientemente la zona.
Posterior a la jornada, se llevó a cabo un conversatorio ornitológico con los miembros de las brigadas, ya que uno de los objetivos del programa del GAE para este Festival es vincular a las personas que realizan actividades de reforestación con el cuidado de las aves.
Los brigadistas narraron las experiencias que han tenido con los pájaros en los terrenos reforestados en sus comunidades, respondiendo a un cuestionario sobre las aves que ellos ven de manera ocasional o permanentemente. Las preguntas generadoras fueron: ¿Cuáles aves se ven cuando caminamos por los terrenos reforestados? ¿Llegan aves a los pinares?
En la conversación con ellos se inventariaron unas 40 especies, de las cuales 13 fueron endémicas, como Cigua Palmera (Dulus dominicus), (Papagayo (Priotelus roseigaster), Cotorra (Amazona ventralis), Barrancolí (Todus subulatus), Lechuza Cara Ceniza (Tyto glaucops) y otras 8 más; 20 residentes entre las que están: Maura (Catharte aura), Chuachua (Turdus plumbeus), Ali Blanca (Zenaida asiática), Chinchilín (Quiscalus niger) y Perdí Colorada (Geotrygon montana) y otras; 6 introducidas como son tórtola Collarín (Streptopelia decaocto), Periquito (“varios tipos”), Guinea asilvestradas (Numida meleagris); y 1 migratoria, que ellos llaman Coquito o Patico, es lo otros llaman Cigüita de Ríos (Seiurus motacilla), aves muy especial que ha sido estudiada por miembros del grupo. Todas viven en las áreas reforestadas y “faltan muchos pájaros de los cuales podemos hablar”, queriendo decir que la lista es larga.
“Podemos salir a caminar y ustedes verán”, insistían y mencionaban lugares específicos donde se ven las especies mencionadas. En algunas ocasiones nos invitaban a ir a los lugares a verlas.
“Antes las aves salían corriendo cuando sentían gente, no se dejaban ver, ahora andan y nadie le hace caso, mira ese Cuatrojos” (Phaenicuphilus palmarum), dice Apolinar (Polo) señalando la especie que se había asentado durante algunos segundos en uno de los árboles casi encima de nosotros.
Hubo varias personas que dicen que la perdiz llega a las casas de manera común y dos afirmaron que en sus casas han chocado en los cristales de las ventanas, porque ellas confunden el bosque que se refleja en los vidrios.
Afirman que se encuentran nidos de Zumbador Grande (Anthracothax dominicus) y Zumbadorcito (Mellisuga mínima), Paloma de diferentes especies rolones (Zenaida aurita) y muchas más, entre en los pinares. Es una tarea aconsejable hacer evaluaciones ornitológicas rápidas conocer esto con más profundidad.
El GAE es una organización que se dedica a la conservación de las aves, ejecuta junto al Ministerio de Medio Ambiente y el Zoológico Nacional, el proyecto Rescate Rosado en beneficio de los flamencos.