El aporte de las energías renovables a la red nacional ha crecido en los últimos ocho años, sin embargo, sigue estando lejos la meta de lograr que el país genere de fuentes naturales el 25% de la energía al sistema al año 2025.
En el año 2015 solo se registraba aporte al sistema de energía eólica (viento), con una generación de 1.9%. Al finalizar el año 2022 la participación de las renovables aumentó a 10.4% (energía solar, viento y biomasa).
De acuerdo a estos datos contenidos en el “Monitor energético: sector eléctrico, precios de combustibles y potencial de energías renovables”, del Ministerio de Economía, el crecimiento promedio del aporte de energía renovables es de 1.3% anual, por lo que alcanzar el 25% en los próximos dos años, no parece posible.
Según el monitor, al ritmo de crecimiento de 1.3% anual, alcanzar el objetivo planteado tomaría unos once años.
Generación por tipo de combustible
Al 2022, más del 80% de la generación de energía procedía de los combustibles fósiles fuel oil / bunker, carbón y gas natural, mientras que por tipo de tecnología el de mayor aporte es por combustión interna con un 23.8%.
Según el informe la demanda pico por año desde el 2010 ha tenido un crecimiento de unos 86.8 megavatios, con un promedio anual de 5.4%. Solo en el 2022 la demanda fue de 2,890 mw.
Sostiene que la reducción en el porcentaje de combustibles fósiles, en la generación eléctrica, necesitará de mayores esfuerzos para cambiar a tecnologías que reduzcan su consumo, por lo que las fuentes renovables “juegan un papel importante para alcanzar tal objetivo”, al igual que la adopción de esquemas de ahorro de energía.
Un esfuerzo extraordinario
El monitor plantea que alcanzar 25% de la generación con renovables, en 2025, implica un “esfuerzo extraordinario”. Por un lado, sostiene que la ampliación de las renovables requerirá de tecnología de almacenamiento, dada las medidas de la Comisión Nacional de Energía (CNE) en su resolución AD-0036-2022.
Esta resolución establece la inversión de baterías de reserva para instalaciones de más de 50MWp (megavatio pico), lo que implica inversión de capital adicional.
“La realidad actual de las tecnologías renovables, de los precios de los combustibles y el capital necesario para la generación convencional, y con renovables, implica perfeccionar el proceso de planificación del crecimiento futuro de la generación. Las posibilidades de almacenamiento añaden flexibilidad al permitir utilizar energía renovable en horas que no hay radiación solar o flujos de viento. La existencia de motores de combustión interna que utilizan FO #6 (fuel oil) y gas natural también son un elemento por considerar en el menú de combinaciones futuras en el vector energético”, indica