Las inundaciones repentinas y catastróficas en el Distrito Nacional y en todo el país (I)

Las inundaciones ocurridas en Santo Domingo el 4 de noviembre del 2022 y el 18 de noviembre del 2023 (que cubrieron igualmente parte del territorio de la República Dominicana), constituyen un fenómeno en curso, que se está produciendo repetidamente, de país en país, alrededor del mundo, que requiere atención.

Otros fenómenos en curso son los eventos marítimos, como tsunamis, así como las tormentas, huracanes y tornados, que siempre han existido. Pero el tema de interés nacional, son las inundaciones acompañadas de dos características: repentinas y catastróficas.

Caída de cubiertas laterales en el túnel de la avenida 27 de Febrero en la esquina con la avenida Máximo Gómez.

Estos téminos hablan de sorpresiva, inesperada, de la gran intensidad, del poder destructivo, de las muertes que dejan, así como todo tipo de calamidades y enfermedades que sobrevienen posteriormente.

En el país se ha abierto un debate sobre dichas inundaciones, por el extraordinario impacto negativo de las mismas. Este artículo forma parte de una serie que pretendemos publicar para edificar y alertar al país, en este caso. El objetivo es mostrar que estos eventos, están ocurriendo alrededor del mundo, no son fenómenos exclusivos de la República Dominicana.

Los culpables no son los gobernantes de cada nación, ni los ciudadanos.

Aunque siempre ha habido inundaciones y tormentas, la severidad y la frecuencia de las actuales, amerita que tomemos la iniciativa para prevenir males mayores.

La prensa escrita y digital hace poca mención a esos fenómenos, pero Youtube, tiene abundantes canales que se dedican a cubrirlos. A continuación mostramos algunas inundaciones similares ocurridas en diferentes partes del mundo en el 2023. Facilitamos al final los links para que puedan encontrarlos y verlos.

En todos los países se verán la catástrofe súbita, repetida vez tras vez, sin que los gobiernos nacionales o los ciudadanos, puedan hacer nada para detenerlas, para prevenirlas y para evitar las grandes pérdidas, ni el colapso de edificios, puentes y otras infraestructuras, ni las muertes. Pueden ver que recientemente en Italia, también fallaron las paredes laterales de un túnel, como ocurrió en la Av. “27 de Febrero” con “Máximo Gómez”.

La mayor preocupación es el incremento en la frecuencia, la intensidad y su distribución mundial. La ciencia siempre busca la causa de los problemas para tratar de resolverlos. Entonces surge la pregunta obvia. ¿Cuál es la causa del incremento de la frecuencia y con la severidad de estos eventos?.

Hay varias posiciones o explicaciones, dependiendo de la visión de cada grupo. Entre ellas están: “castigo divino por el pecado de los pueblos” (religiosa), por daños ambientales (ecologístas), geoingeniería, o producidos por el hombre, como parte de una agenda (teoría conspirativa), cíclicas en la tierra (investigadores y negacionistas) , y por el cambio climático, siendo esta última la versión más generalizada e introducida en el campo de la ciencia y la ingeniería. Independientemente de la visión que usted tenga, el problema es real.

¿Qué haremos con esta información. Nos sentaremos a llorar? Atacaremos al Gobierno por no protegernos…? Debemos sacar conclusiones prácticas, entre ellas: Entender y aceptar que las inundaciones pueden repetirse en cualquier momento.

Los culpables no son los gobernantes de cada nación, ni los ciudadanos. Y quizás lo más importante, es que las universidades y el Estado empiecen a estudiar o a investigar el fenómeno para desarrollar medidas preventivas prácticas, aplicables por la ciudadanía y el gobierno, para preservar vidas y bienes, en el momento en que llegue la próxima.

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