Para los médicos, el consumo de miel es sinónimo de antioxidante y antiinflamatorio. En la economía, la apicultura es un sector que crea empleos, divisas y riquezas a través de las exportaciones y comercialización. Así lo muestran las estadísticas de la División Apícola de la Dirección de Ganadería que registra 1,400 apicultores encargados de 1,653 apiarios.

En temas de sostenibilidad, las abejas contribuyen con la polinización y la preservación del planeta Tierra. Para Elsa Rosario, presidenta de la Asociación de Apicultores de Barahona, la importancia de la apicultura radica en que puede ayudar a conservar la flora y fauna local, ya que "sin abejas no hay polinización y, por ende, no hay producción”.

Rosario enfatizó la biodiversidad de Barahona, que, aunque conocida por su producción de víveres, caña y ganado, posee un ecosistema rico en flora ideal para la apicultura.

“La apicultura no está completamente explotada en la zona, y tenemos el potencial para ampliar los mercados, además integrar a las mujeres esposas de los apicultores en la venta de sus productos”, afirmó.

La asociación también promueve prácticas responsables entre los apicultores, “quienes son los principales guardianes de su entorno y son celosos en la preservación de la calidad del medio ambiente, evitando el uso de pesticidas y otras prácticas dañinas”.

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estima que una abeja puede visitar hasta 7,000 flores cada día, pero necesitaría 4 millones para la producción de un kilo de miel, lo que pone en relevancia la conservación del medio ambiente.

En el país, el Ministerio de Agricultura indica que el consumo de miel per cápita se sitúa en 0.13 libras al año, que al multiplicarlo por los 10,760,028 dominicanos, el consumo se sitúa en 1,398,803 libras.

El Ministerio de Agricultura señala que la producción apícola consolidó 302,253 quintales desde 2012 hasta 2023. Pero fue en 2012 que comenzó a registrar la producción de miel, con 24,760 quintales, mercado que ha ido variando en la última década.

Conforme las estadísticas, el mejor año fue el 2013, con 49,838 quintales de miel, seguido del 2014 con 33,477 y el 2021 con 24,778. Estos tres años representan el 35.7% de la producción total. En tanto, la producción de miel totalizó 519,687 kilogramos durante enero-junio del 2024.

La asociación, que cuenta con 74 apicultores y 43 apiarios certificados, busca proporcionar apoyo y formación a los apicultores de la región Sur del país.

Según Rosario, el proyecto no solo se enfoca en la producción de miel, sino también en el aprovechamiento de otros productos como polen, propóleo y jalea real, elementos que diversifican las oportunidades de mercado para los apicultores y sus familias.

Con el objetivo de desarrollar la apicultura en Barahona y fomentar un enfoque sostenible, la asociación espera seguir creciendo y ofreciendo oportunidades a los productores locales, contribuyendo así al bienestar del medio ambiente, la economía regional y la canasta alimentaria.

Ante esto, el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) hace estimaciones de que casi un tercio de los cultivos dependen de la polinización, poniendo en peligro o beneficiando la seguridad alimentaria de los sistemas agrícolas globales.

Según la Plataforma intergubernamental de ciencia y política sobre diversidad biológica y servicios ecosistémicos, el valor de los servicios ecológicos y económicos generados por las abejas asciende a US$ 577 millones.

A nivel nacional, el Centro de Exportación e Inversión de República Dominicana (ProDominicana) registra ingresos de US$ 336,928 por 101.3 toneladas de miel natural vendida por ocho exportadores oriundos de Santiago, Puerto Plata y Santo Domingo a cinco mercados.

El principal mercado es Puerto Rico, con una compra de US$ 306,969. Estados Unidos e Islas Vírgenes Británicas, en tanto, compraron miel natural por un valor FOB de US$ 12,557 y US$ 5,939 respectivamente.