Al Gore, el ex vicepresidente de los EEUU, hizo en 2006 en el documental “An Inconvenient Truth” una llamada urgente a la acción para combatir el cambio climático.

Esto fue un año antes de yo venir a República Dominicana. Aquí descubrí Playa Bonita en Samaná: una playa hermosa y enorme donde podías caminar horas sin encontrarte con otras personas. Desde el pueblito caminé a Punta Bonita y disfruté de las puestas de sol más espectaculares.

Durante mi última visita noté un cambio grande. La playa se había reducido y unos diques provisionales no pudieron prevenir la erosión de la playa. Grandes partes del camino para llegar a Punta Bonita han sido consumidas por el mar, y la única evidencia que quedaba eran los troncos de las palmeras en el agua. Durante el día el mar parecía tranquilo, pero por la noche, con la marea alta, uno sintió la fuerza del mar:  las olas eran tan fuertes que rompían contra el dique y lo inundaban, a pesar de que no había ninguna tormenta. ¿Imaginas que las playas paradisíacas de la República Dominicana puedan desaparecer en pocos años?

Tenía que pensar en el ”watersnoodramp” en los Países Bajos en febrero 1953: fue una devastadora inundación que ocurrió en los Países Bajos, cuando una tormenta causó la ruptura de varios diques importantes. El desastre resultó en la muerte de 1.836 personas, la destrucción de miles de hogares y la pérdida de vastas áreas de tierras agrícolas. Tras la catástrofe, los Países Bajos implementaron el ambicioso “Plan Delta”, un vasto sistema de presas, diques y barreras para proteger el país de futuras inundaciones. Esta amenaza sigue siendo actual porque 26% de la superficie del país está bajo el nivel del mar y 59% de la superficie terrestre es vulnerable a las inundaciones y a raíz de esto se han creado empresas lideres mundiales especializados en protección costera, recuperación de tierras del mar, infraestructura marina como por ejemplo Boskalis, Van Oord, Fugro y Arcadis. Ellos han realizado famosos proyectos como las islas artificiales de Dubai, los aeropuertos en el mar de Hong Kong International Airport y Kansai International Airport en Osaka, pero también el New Orleans Costal Defense Program que se inició después del impacto destructivo del huracán Katrina en 2005.

Para estar listo para un aumento del nivel del mar en medio largo plazo es importante empezar a trabajar ahora en un “Plan Delta Dominicana”: una combinación de soluciones a largo plazo…

Para la República Dominicana, el aumento del nivel del mar debido al cambio climático no sólo amenaza la belleza natural de nuestras playas, sino que también tiene graves consecuencias socioeconómicas. Las zonas costeras albergan importantes infraestructuras turísticas, agrícolas y urbanas y actualmente no están preparadas para efectos potenciales como la erosión costera, inundaciones costeras, intrusión salina, pérdida de biodiversidad y desplazamiento de poblaciones.

Para hacer frente a estos desafíos, la República Dominicana ya está implementado diversas medidas de adaptación como sistemas de alerta temprana para prevenir y responder a eventos extremos como huracanes y marejadas ciclónicas y restauración de ecosistemas costeros como los manglares, que actúan como barreras naturales contra la erosión y las inundaciones. Pero para estar listo para un aumento del nivel del mar en medio largo plazo es importante empezar a trabajar ahora en un “Plan Delta Dominicana”: una combinación de soluciones a largo plazo, como la construcción de diques más fuertes, la restauración de humedales costeros, y la elevación de terrenos y así asegurar que estamos preparados para la batalla contra el mar. Las soluciones innovadoras y el conocimiento para aplicarlas existen, pero es clave sumarlas en un plan integral del país y ejecutarlo.