Las energías renovables pasaron de ser una alternativa a convertirse en una necesidad para los Gobiernos, debido a los efectos del cambio climático, las fluctuaciones del precio de los combustibles fósiles y la creciente demanda del sector privado en invertir en el sector energético.
Este proceso de transformación en la matriz energética enfrenta desafíos para lograrlo. Se requiere mayor financiamiento de US$ 3,000 millones para ampliar la generación de renovables y afianzar la seguridad jurídica para captar nuevas inversiones.
El ministro de Energía y Minas, Antonio Almonte, dijo que se requiere instalar 1,500 megavatios de fuentes limpias, inversión que “hará en mayor parte el sector privado”.
“La instalación de fuentes solares, eólicas y de biomasa, requiere grandes inversiones”, agregó. El titular de Energía y Minas aseguró que “se trabaja” para alcanzar la meta del 25% en 2025 y el 30% en el 2030, metas planteadas en el Plan Energético Nacional 2022-2036.
Dependencia de los hidrocarburos
República Dominicana importa los hidrocarburos para la producción de bienes y servicios, debido a que carece de yacimientos de petróleo, carbón o gas natural. Solo en enero del 2024, la Dirección General de Aduanas (DGA), registró un valor de US$ 480.2 millones por los productos derivados de petróleo (combustibles).
Además, el incremento del precio del barril, US$ 81.4 por barril de Texas, es condicionado por las tensiones en el mar Rojo, la guerra entre Rusia y Ucrania y los ataques en Hamás, Israel; lo que obliga al Estado a subsidiar las alzas.
Ante esto, el secretario ejecutivo de la Organización Latinoamericana de Energía (Olade), Andrés Rebolledo, indicó que el principal desafío es avanzar la descarbonización a otros sectores, no solo el renglón eléctrico, como el transporte e industria. “Estos renglones todavía en materia de la matriz utilizan fuentes fósiles, siendo el petróleo muy importante en su funcionamiento”, comentó.
Durante la sexta reunión de la Alianza de Energía y Clima de las Américas (ECPA), el ejecutivo indicó que si bien la región está comprometida en avanzar en una segunda fase hacia la descarbonización, en la transición energética se debe hacer un esfuerzo en la movilidad sostenible.
“En el sector transporte hay que incorporar nuevos combustibles, como los esfuerzos en hidrógeno verde o sintéticos, nuestra región tiene claramente un liderazgo comprometido con el mundo y lo distingue en materia de transformación”, explicó.
Dijo que la incorporación de vehículos eléctricos tanto en el sector privado como en el público, requieren un desarrollo tecnológico para que la electromovilidad sea más costoefectivo su incorporación.
Pérdidas de las EDE
De acuerdo con los ejecutivos, la región de América Latina y el Caribe es líder en la penetración de fuentes renovables y la diversificación de su matriz energética, al representar el 63%.
Pese a esto, en República Dominicana aún se enfrenta a las pérdidas de las EDE, lo que conlleva una carga fiscal cada año. El Centro Regional de Estrategias Económicas Sostenibles (Cress) indicó que las pérdidas de las distribuidoras eléctricas ascendieron a US$ 1,500 millones.
“La transformación del sector eléctrico es un esfuerzo sistémico que requiere más fuente de generación limpia, pero también requiere reforzar la transmisión y distribución eléctrica”, comentó el representante de la Olade.
No obstante, resaltó que República Dominicana tiene una posición decidida en términos de cambiar su matriz energética.
De acuerdo con Energía y Minas, el 64% de la fuente en la demanda energética es derivados de petróleo para el 2018. A este les continúan 21% energía eléctrica, 10% biomasa y 3% no energéticos. En menor cantidad, carbón mineral y gas natural ambos con el 1%.