La necesidad de adaptarse a los efectos del cambio climático y conseguir financiación para ello es prioritario para los países de América Latina, que harán frente común en este sentido durante la Cumbre del Clima COP27, que se celebrará del 6 al 18 de noviembre en Egipto.
Mientras que "la prioridad de los países más poderosos del mundo es la mitigación, controlar la emisión de gases de efecto invernadero", para los Estados latinoamericanos "lo principal es la adaptación, porque no somos responsables de la generación" de esos gases, explicó el ministro dominicano de Medio Ambiente, Miguel Ceara Hatton, en una entrevista con EFE.
"Nosotros producimos apenas el 0,008 %, mientras que Europa produce el 7 %. Entonces ese no es el problema para nosotros, aportamos muy poco, el problema es que somos los principales afectados por el calentamiento global", destacó.
República Dominicana está entre los 10 o 15 países más vulnerables del mundo frente al cambio climático, y Haití, con el que comparte el territorio de la isla La Española, lo es aún más, está entre los cinco primeros.
Recursos para la adaptación
Por eso, los Estados miembros del Consejo de Ministros de la Comisión Centroamérica de Ambiente y Desarrollo (CCAD) acordaron la semana pasada en Santo Domingo llevar una declaración consensuada a la COP27 en la que se retoma "el enfoque regional de la adaptación" y la financiación para lograrla "es una prioridad".
"La adaptación supone cómo nuestros países pueden cambiar la estructura productiva, de consumo, cómo disponemos los residuos que generan esos procesos. Eso implica grandes inversiones porque implica cambiar la forma de organizarnos para producir y consumir", dijo.
Además, van a solicitar a la comunidad internacional, concretamente a los Estados desarrollados, que "aumenten su ambición" para lograr la meta de que la temperatura no suba más allá de 1,5 grados centígrados, "porque eso le corresponde a los países desarrollados, no a nosotros".
Para la región, y especialmente para las naciones insulares como República Dominicana, es fundamental la cuestión de pérdidas y daños como consecuencia de los efectos del calentamiento global.
"Estamos teniendo costos muy grandes en este proceso", pero no hay financiación para la adaptación, "que es mucho más costosa que la mitigación. Son grandes desafíos", insistió.
Medioambiente y turismo
En el caso de República Dominicana, como ocurre con otros países o islas, es necesario proteger el medioambiente, porque "nosotros vivimos de las playas y del mar Caribe. Si no los protegemos, estamos destruyendo la gallinita de los huevos de oro. Se nos va a acabar el turismo, que es la principal fuente de ingresos de este país", resaltó Ceara Hatton.
"Si no aprendemos a respetar el medioambiente, será muy difícil que la actividad turística pueda mantenerse siquiera", por eso es fundamental que "el sector turístico se adapte a una serie de regulaciones que permitan garantizar la supervivencia" del mismo, indicó.
En este sentido, se refirió a la gestión de residuos sólidos, el uso racional del agua, el respeto a áreas naturales como los manglares, es decir, "todo el marco de regulación que debe tener una actividad económica para poder mantener el entorno que le da vida".
Para el ministro, cada vez hay más conciencia en este sentido, "porque el mercado al cual nosotros queremos llegar es cada día más exigente y reclama mucho más respeto" por el medioambiente y las generaciones que vienen tienen mucha conciencia del tema ambiental.
Educar en valores medioambientales
Para Ceara Hatton, "el gran desafío nuestro en el largo plazo es convertir la sostenibilidad en cultura", erradicar hábitos como tirar la basura a las cañadas cuando llueve para que la corriente se la lleve. Ante eso "tú no puedes tener un policía detrás de cada dominicano para que cumpla las normas ambientales".
De ahí la importancia de imbuir las buenas prácticas desde la infancia y, con ese objetivo, se trabaja en un proyecto con el Ministerio de Educación para aleccionar a los estudiantes desde preescolar, pero es "una construcción a largo plazo".
También hay que educar, en este caso mediante sanciones, a las industrias que tienen comportamientos no respetuosos con la legislación en materia ambiental porque, aunque se están persiguiendo, "no se persiguen lo suficiente. Nos falta más institucionalidad", que se va construyendo poco a poco, señaló.
Ceara Hatton -economista y jefe de la cartera de Economía antes de ocupar la de Medio Ambiente tras el asesinato en junio pasado de su predecesor Orlando Jorge Mera- defiende la idea de que hay que alinear la actividad económica y la sostenibilidad y aboga por llevar una posición sólida a la COP27, cita que será decisiva para asegurar el cumplimiento del mandato de la anterior Cumbre del Clima en Glasgow.
María Montecelos