"En el tema del clima, no somos los dinosaurios. Somos el meteorito. No sólo estamos en peligro. Somos el peligro", afirmó António Guterres durante un largo discurso en Nueva York por el Día Mundial del Medio Ambiente.
Sus palabras acompañan la publicación coordinada de las últimas alertas científicas: mayo de 2024 fue el mes de mayo más cálido jamás registrado en el mundo (en tierra y mar), el 12º mes consecutivo en batir su propio récord, según el observatorio europeo Copernicus.
Y hay un 80% de probabilidades de que la temperatura media mundial en un año calendario supere "temporalmente" en más de 1,5° C los niveles preindustriales en al menos uno de los próximos cinco años, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM).
En la última década estamos en aproximadamente 1,2° C, según un estudio también publicado el miércoles por decenas de climatólogos reconocidos.
– Cifras alarmantes –
La humanidad está, por lo tanto, cerca del límite de 1,5° C adoptado en el Acuerdo de París de 2015, con una diferencia: esta meta de +1,5° C debe alcanzarse a lo largo de varias décadas para considerarse como nuestro nuevo clima estabilizado.
Una señal preocupante, sin embargo, es que el año 2023, el más cálido en los anales, terminó con una anomalía de 1,48° C en comparación con 1850-1900, según Copernicus, debido al cambio climático y un aumento puntual de calentamiento aportado por el fenómeno natural El Niño.
En un período de 12 meses continuos, los 1,5° C ya se han superado: la temperatura media de junio de 2023 a mayo de 2024 fue de +1,63° C, según Copernicus, en comparación con 1850-1900.
Algo nunca visto, probablemente desde hace milenios según los climatólogos, que observan la multiplicación e intensificación de olas de calor mortales, sequías e inundaciones devastadoras en todo el mundo.
"Las emisiones mundiales deben disminuir un 9% anual hasta 2030 para que el límite de 1,5° C no se supere", recordó António Guterres. Pero el pico no se ha alcanzado oficialmente.
Y aunque la humanidad acordó en diciembre en la COP28 en Dubái abandonar gradualmente las energías fósiles, su declive no es inminente.
– "Autopista hacia el infierno" –
El principal blanco de las críticas de Guterres, como de costumbre, es el sector de las energías fósiles (carbón, petróleo, gas), "los Padrinos del caos climático" que "acumulan ganancias récord y se benefician de miles de millones en subsidios".
"Exhorto a todos los países a prohibir la publicidad de empresas de combustibles fósiles", al igual que las prohibiciones para otros "productos que dañan la salud, como el tabaco", declaró António Guterres.
"Es un momento crítico para el clima", insistió el secretario general, que llamó a "tomar la rampa de salida para abandonar la autopista que lleva al infierno climático", en momentos en que los países deben presentar nuevos objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero antes de principios de 2025.
El secretario general también reiteró su llamado a gravar las ganancias de la industria fósil para financiar la lucha contra el calentamiento global, mencionando también, sin precisar su idea, impuestos de "solidaridad" sobre los sectores de la aviación y el transporte marítimo.
"Incluso si las emisiones se redujeran a cero mañana, un estudio reciente mostró que el caos climático costaría al menos 38.000 millones de dólares al año de aquí a 2050″, subrayó.
Es mucho más que los 2.400 millones necesarios de aquí a 2030 para que los países en desarrollo (excluida China) abandonen las energías fósiles y se adapten al calentamiento global, según un cálculo de expertos de la ONU.
Este discurso ocurre mientras representantes de todo el mundo están reunidos en Bonn, en la sede de la ONU Clima, para avanzar en delicadas negociaciones antes de la COP29 prevista en Bakú en noviembre.
La conferencia debería concluir con un nuevo acuerdo sobre la ayuda financiera de los países ricos al resto del mundo para alcanzar sus objetivos climáticos. (Amélie BOTTOLLIER-DEPOIS con Benjamin LEGENDRE en París y Agnès PEDRERO en Ginebra)