Las especies exóticas invasoras no son solo un problema para la biodiversidad o el medioambiente, su impacto para la economía representa una carga millonaria que los estados deben asumir de manera periódica u ocasional.
En una sociedad tan globalizada, la introducción de estos organismos se hace cada vez más frecuente y obliga a los países a dar seguimiento de manera estricta a este tema que puede amenazar la seguridad alimentaria y sus posibilidades de intercambio comercial en el mercado internacional.
Uno de los principales sectores económicos afectados por la incidencia de estos seres vivos en el país es la agricultura, ya que los cultivos son especialmente vulnerables a diversos hongos, plantas, animales y microorganismos invasores.
A lo largo de la historia, República Dominicana ha sido afectada por distintas plagas exóticas que han impactado seriamente la producción y comercialización de distintos cultivos.
Entre 1988 y 1989, el trípido (Thrips palmi) afectó a una variedad de vegetales chinos provocando pérdidas de alrededor de 35 millones de dólares. De igual forma, redujo en un 57 % la superficie cultivada en La Vega y otras partes del Cibao occidental.
Efecto del Thrips palmi en vegetales
Según informes, en esa misma época esta plaga mermó la productividad del cultivo del algodón en la línea noroeste en un 25 %.
Para estos años, la mosca blanca (Bemisia y Bemisia-geminivirosis) representó un problema para la industria agrícola dominicana. En la provincia de Azua, el cultivo de tomates a nivel industrial, el melón y otros productos tuvieron pérdidas por encima de los 17.6 millones de dólares.
El Huanglongbing o HLB (Candidatus Liberibacter asiaticus) fue una plaga que se encontró en el municipio Luperón, provincia Puerto Plata, en 2008 y provocó daños serios a la producción de frutas cítricas.
Para 2015 esta bacteria había llevado 28 mil hectáreas las plantaciones de cítricos a nivel nacional, una diferencia de 7,000 hectáreas frente a la población que existía siete años antes.
Daños del Huanglongbing en cítricos
Según datos de la Dirección General de Aduanas (DGA) de ese mismo año, la importación de frutos cítricos se incrementó en más de un 100%, ascendiendo a 515,433.32 dólares. Asimismo, el costo de producción de estos alimentos incrementó en más de un 40 %.
La mosca del mediterráneo (Ceratitis capitata) fue detectada por el Ministerio de Agricultura en el área de Punta Cana en noviembre de 2014 y en julio de 2017 el Estado pudo declararse libre de esta plaga.
En este lapso, el referido artrópodo provocó la suspensión en las exportaciones a Estados Unidos de diferentes frutas y vegetales que se consideraban como hospederos de esta especie.
Efecto de la Ceratitis capitata en un melocotón
Los daños de la mosca del mediterráneo para la industria nacional se estimaron en 40 millones de dólares, según los datos ofrecidos en una rueda de prensa del Ministerio de Agricultura.
En la misma ocasión, el extitular de la institución Ángel Estévez indicó que la presencia de este artrópodo afectó directamente a 30,000 empleos.
La ganadería tampoco se escapa de los estragos de las especies exóticas invasoras, ya que hay microorganismos pueden causar enfermedades a distintas clases de animales. Un ejemplo es la malaria aviar, provocada por el protista Plasmodium relictum, que según un artículo de la revista científica “Evolution", ha estado implicado en la extinción o disminución de varias especies de aves en Hawái.
Aunque estas especies también han causado pérdidas millonarias en este sector, en República Dominicana la incidencia de casos como estos ha sido prácticamente inexistente.
Algunos casos que se pueden mencionar sobre el impacto de especies invasoras en la industria ganadera, es el de la mangosta (Urva auropunctata) que en las granjas se alimenta de aves de corral y sus huevos, sin embargo, no se tienen números oficiales de esta situación.
La mayoría de las especies exóticas invasoras que hay en República Dominicana y que afectan al sector agropecuario, inciden específicamente en la agricultura mediante la degradación de terrenos o daños en la producción de los cultivos.
Otro grupo afectado, pero en menor medida, es el del turismo, debido a que muchas especies contribuyen a la depredación de ambientes y pueden afectar a paisajes naturales o actividades de recreación que son primordiales para el éxito de este sector.
Las criaturas invasoras también inciden en otras áreas, diferentes a las económicas, por los que debe destinarse una gran cantidad de recursos para mitigar el impacto. La salud es parte fundamental de la vida y decenas de estos organismos transmiten enfermedades que representan una carga para las finanzas públicas.
El dengue, una enfermedad transmitida por una especie invasora Aedes aegypti, es un padecimiento que afecta a miles de dominicanos cada año. Según un estudio publicado en 2017 en el libro Dengue: una amenaza resistente frente a la innovación, en República Dominicana el tratamiento de un paciente ambulatorio representa una inversión de 224 dólares y en el caso de una hospitalización asciende a 883 dólares.
Las medidas también cuestan
Las pérdidas económicas relacionadas a las especies exóticas invasoras van más allá de los efectos físicos que puedan ocasionar en las referidas actividades económicas, ya que las medidas para controlar la incidencia de estos organismos en el sector también representan inversiones considerables.
En el caso de la mosca del mediterráneo, su erradicación le costó al gobierno dominicano más de 12 millones de dólares destinados en programas especializados y de capacitación en manejo de esta plaga.
Según la Unión Europea, luego de la entrada en vigencia del proyecto de Mitigación de las Amenazas de las Especies Invasoras en el Caribe Insular en 2014, el costo de las iniciativas de este programa asciende a alrededor de 16.6 billones de dólares anualmente.
En 2018, el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Mimarena), solo en las actividades de control relativas a jornadas programadas, equipos y materiales, invirtió RD$3,789,866.2, sin tomar en cuenta el gasto en consultorías externas o apoyo de proyectos internacionales.
De acuerdo a Isabela Hernández, encargada de la División de Especies Exóticas Invasoras de la institución, “estos gastos solo se refieren al presupuesto institucional, este (el costo) incrementa si se toman en cuenta las contribuciones de otras instituciones como el Ministerio de Agricultura, Fundación Dominicana de Estudios Marinos (Fundemar), Grupo Punta Cana, entre otros”.
Amenazas de nuevas introducciones
Como se ha explicado anteriormente, las introducciones biológicas representan una cuestión de alto interés para los países desde el punto de vista sanitario y económico, debido a que los efectos de estos organismos pueden ser devastadores para estos sectores y tiene incidencia en toda la sociedad.
En ese sentido, el Ministerio de Agricultura informó a este medio que hay plagas cuarentenarias que no se encuentran en la isla, pero representan una amenaza para la seguridad alimentaria nacional por su cercanía.
El banano dominicano, uno de los rubros más importantes para la industria agrícola nacional y que genera millones de dólares en exportaciones, está en peligro por un hongo que ya se encuentra en varios países de la región y es internacionalmente conocido como el mayor enemigo de las musáceas.
Fusarium oxysporum f. sp. Cubense RT4 o Foc RT4, es una raza de las cuatro cepas tropicales del hongo Fusarium oxysporum que causa la enfermedad denominada marchitez por Fusarium. Esta especie ataca varios cultivos de los que se pueden mencionar la palma de aceite, el tabaco, el tomate, el pepino, la lechuga, los claveles, el algodón y, por supuesto, el banano.
Foc RT4 en plantaciones de banano
Dado a su amplio rango de hospederos, letalidad y persistencia en el suelo, es considerada como una de las más grandes amenazas a la producción de banano a nivel global.
La directora del Departamento de Sanidad Vegetal del Ministerio de Agricultura, Rosa Lazala, explica que esta enfermedad podría ser una “catástrofe”.
“Gracias a Dios no lo tenemos en República Dominicana, pero ya lo tiene Perú, Colombia y Venezuela, o sea, lo tenemos muy cerca. Ese es el miedo que tenemos y según los especialistas estiman en un rango de tiempo podría estar llegando al país”, expresó la especialista.
La polilla del tomate (Tuta absoluta), también es una de las plagas exóticas que el Ministerio de Agricultura tienen en la mira.
De acuerdo a estudios, este insecto produce pérdidas en los cultivos por dos razones: por reducción de los rendimientos por la destrucción de las hojas y flores y por daños en los frutos que disminuyen su valor comercial.
Estragos de Tuta absoluta en tomates
Para tener una referencia, según datos de la FAO (2013), el cultivo del tomate en Centroamérica y el Caribe cuenta con una producción aproximada de 4,132,325 toneladas de frutos; una importante fuente de ingresos en el comercio local e internacional.
Lazala explica que espera que estas especies nunca lleguen al país, pero que lo importante es estar preparados para cualquier eventualidad, dar seguimiento estricto a las posibles vías de introducción y trabajar en conjunto con los productores locales para tener sembradíos sanos.