Aumentar la distribución de agua en camiones, clausurar los lavaderos de vehículos clandestinos, controlar el uso agrícola y una intensa campaña de orientación para el racionamiento y no lavar los vehículos de la institución, son las medidas anunciadas la mañana de este jueves por la gerencia de la Corporación y Acueducto y Alcantarillado de Santiago (Coraasan), para encarar la sequía que afecta la zona de abastecimiento del Acueducto Cibao Central.
En relación a la crisis que se advierte, el director de la Coraasan dijo que no descarta que haya que parar la generación de energía de las hidroeléctricas, si se extiende la sequía, para priorizar el agua para el consumo humano.
El funcionario indicó que la reserva de agua en la presa Tavera/Bao ha disminuido unos 15 centímetros por día, lo que ha llevado a la desconexión de las compuertas que están por encima de los 316 metros sobre el nivel del mar.
Burgos dijo que, a la fecha, se está captando agua en la compuerta de los 309 metros sobre el nivel mar, lo que refiere que hay una crisis para la cual se han anunciado las medidas.
“El río Yaque del Norte, que tiene por lo regular un caudal de 18 a 20 metros cúbicos por segundo, en estos momentos está en unos 14 metros cúbicos por segundo, lo que indica que estamos disminuyendo en el nivel de captación y el suministro de agua potable a la población”, refirió el director de la Coraasan.
Agregó que la reserva de agua actual no es suficiente e informó que el nivel del embalse Tavera/Bao a la fecha es de 315.65 metros sobre el nivel del mar, señalando que para que la institución pueda operar de manera adecuada, el embalse debe estar a 322.50 metros sobre el nivel del mar.
Según los datos oficiales, la sequía ha provocado un déficit para la institución que ronda los 27 millones de galones por día, lo que representa un 18 % de pérdida de producción.