La industrialización del cacao representa una oportunidad para el sector manufacturero y gastronómico, por la variedad de productos que se elaboran a base del rubro. Y no es para menos, la nación ubicada en la región del Caribe se ha convertido en una potencia que se auxilia del cacao para transformar el rubro en productos que agregan valor al mercado industrial y aporta ideas innovadoras a futuros emprendedores.

Aquí el dato: el 2 % de la producción cacao lo consumen los 10,771,504 dominicanos. Es decir, 1,600 de las 88,000 toneladas métricas anuales producidas en República Dominicana.

Pedro es uno de los 42,751 productores que se dedican al cultivo del cacao en una superficie de 103,125 hasta el 2023. Desde los nueve años trabaja la tierra en San Francisco de Macorís para llevar el sustento de su familia y generar riquezas. Su horario laboral inicia con el canto del gallo y termina cuando sus hijos están resguardados en su hogar. Le cuesta RD$ 29,175 el establecimiento de una tarea clonal.

Según datos del Ministerio de Agricultura, esta producción experimenta un ascenso constante. Entre 2015-2023 se registraron 591,563 toneladas métricas (TM) de cacao, para un promedio de 73,945 TM por cada año. Mientras, en los primeros seis meses del 2023, la entidad estatal señaló una producción de 54,457 TM.

“Ensayando diferentes procesos de fermentación y secado nos dimos cuenta de que el cacao dominicano sí podía desarrollar aroma y sabor que lo hacían comparable con los orígenes más especiales del mundo”, expresó el gerente comercial de la Confederación Nacional de Cacaocultores Dominicanos (Conacado), Abel Fernández. No obstante, el reto fue educar a los productores en cómo realizar la fermentación y agregar valor para potenciar su producción.

El Departamento del Cacao, del Ministerio de Agricultura, indicó que el cacao Hispaniola cuesta RD$ 4,951 por quintal, mientras, el Sánchez es de RD$ 4,751, para una leve diferencia de RD$ 200 en finca.

En las haciendas se muestran tres tipos de variedades: forastero, híbrido y criollo. El primero despierta el paladar de sus consumidores con su amargor; el segundo destaca por su alta productividad y el tercero, más resistente a plagas, recibe injertos para optimizar su rendimiento.

La provincia Duarte, en la región del Cibao, se erige como un epicentro prolífico de este fruto, cubriendo el 70 % de la producción nacional en el país. Entre la temporada de marzo y mayo, el cacao dominicano alcanza su madurez para consumo local y es exportado a destinos internacionales.

De hecho, empresas como Okko Caribe aseguran que el lema debe ser responsabilidad social. “Nosotros compramos a agricultores que necesitan apoyo… Les apoyamos comprándole su producto y enseñándoles a tener un buen manejo de cosecha y producción, luego les enseñamos el proceso adecuado para que nuestro grano de cacao sea de calidad”, explicó una de las propietarias, Estefanía Acebe.

A nivel nacional, una barra puede costar RD $250, a nivel internacional el precio varía entre US$ 8 y US$ 10, conforme el tipo, niveles de azúcares y marca.

Un rubro que da competitividad al sector industrial

El fruto de los dioses no solo nutre el paladar de los dominicanos que puede consumir 0.40 libras de cacao al año, sino que se convierte en un catalizador para la competitividad del sector industrial nacional.

Desde chocolate tradicional, nibs, licores, polvo natural y alcalino hasta manteca, el cacao impacta en la economía dominicana. Esto queda evidenciado en que el 41.4 % de las ventas manufactureras se debe a la actividad de cacao, chocolate y confitería, es decir, RD$ 3,802.8 millones en 2023.

De hecho, es posible gracias a las 38 empresas dedicadas a este sector que generan 701 puestos laborales, o el 0.1 % de los 386,835 empleos industriales, conforme el Ministerio de Industria, Comercio y Mipymes (MICM).

Al desglosar los datos, el 42.1 % se ubica en el Distrito Nacional, 18.4 % en Duarte y 7.9 % en Santiago. En términos de tamaño empresariales, el 57.8% son microempresas, 13% pequeñas y 3% grandes empresas. “Somos una empresa de pequeños emprendedores que trabajan con el cacao orgánico y sus derivados sin químicos”, indicó la gerente de ventas de la chocolatera La Norteña, Lucy Tania.

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Lucy Tania, representante de la chocolatera La Norteña. | Fuente Karla Alcántara
“El licor dura dos años fermentándose en barricas y contiene un 12.5 % de alcohol derivado de la misma fruta durante su proceso, siendo una bebida diferente para los paladares cerveceros del país”, explicó. La botella cuesta RD$ 350.

Juan Jardines cuenta con cuatro años emprendiendo. Él elabora jabones artesanales a base de manteca de cacao. “Los jabones nos toma tres días prepararlo porque no usamos un proceso químico”, dijo.

Del cacao, de acuerdo con los consultados por Acento, se puede sacar más allá que la cocoa y la tableta tradicional. “El cacao se usa para la industria de confitería, para producir chocolate, pero también en el sector de cosméticos para la elaboración de productos orgánicos y naturales”, comentó.

De acuerdo con los emprendedores, este producto es versátil y no se desaprovecha “nada” en su industrialización. Desde los “nibs”, ponche, postres, mantecas hasta productos de belleza, su cadena productiva representa  una oportunidad comercial para República Dominicana. Además, diversifica la producción agrícola.  “Todo tiene valor en el cacao, es un producto versátil y de buen aprovechamiento para nosotros”, afirmaron sus agroproductores.

“Para agregar valor a la producción nacional y aportar al cumplimiento de sus objetivos, que no son más que mejorar la condiciones y el estándar de vida del productor dominicano a través de la mejora de su cosecha y el valor mediante calidad y cumplimiento de estándares”, aseguró el titular de Conacado.

Un recorrido de un mes

La mazorca se siembra y en una semana echa raíces, tallo que se injerta con una planta madre durante tres meses, para mejorar su calidad. La planta produce entre 40 y 70 cacaos, luego de los tres años aumentan a 100 y 200 por cosecha.

Luego, pasa a la fermentación, proceso en el que los granos desprenden carbohidratos y algunas proteínas, permitiendo el desarrollo de su sabor. Sucede la fermentación que dura en promedio nueve días para complementarse.

En el proceso industrial, se muelen los almendros con máquinas y se vuelve pasta. Los expertos indican que la temperatura ideal es de 24 grados celsius, donde se sirve el oro líquido y se elaboran las barras de chocolate auxiliándose de ingredientes como naranja, macadamia, nueces, pasas o jengibre.

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Gerente comercial de la Confederación Nacional de Cacaocultores Dominicanos, Abel Fernández. | Fuente Karla Alcántara

“La producción de cacao es sostenible porque respeta el medio ambiente, representa un valor agregado a la industria dominicana y es una cadena integral debido a que los productores trabajan de manera responsable. La industria está certificada con estándares internacionales”, consideró Abel Fernández.

Un mercado  diferente, paladares exigentes y un horizonte marcado para la industria chocolatera

Para exportar se requiere calidad, desarrollar una marca y garantizar la oferta y demanda del cacao orgánico a nivel mundial. “Antiguamente se exportaba únicamente al mercado estadounidense, como un cacao de calidad pobre sin ningún tipo de atributo y sin fermentar”, recordó a Acento, el ejecutivo de Conacado.

Los productores con deseos de posicionar el cacao dominicano en mercados diferentes y paladares más exigentes lo fermentan antes de secar y lo exportan a naciones como Bélgica y Países Bajos en Europa.

El Centro de Exportación e Inversión de República Dominicana (ProDominicana) indica que más de 60 empresas tienen naturaleza exportadora de cacao y generan más de US$ 1,000. Pero también es uno de los frutos más importantes para las exportaciones dominicanas al ser comercializado en nueve variedades, desde manteca hasta granos de cacao.

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Pedro Capellán, propietario de Roig Agro Cacao. | Fuente Karla Alcántara

Pedro Capellán es propietario de Roig Agro Cacao, una empresa de 50 años en el mercado exportador.

“La calidad debe ser lo primordial al momento de exportar a Europa y Estados Unidos y nosotros lo supimos al momento de entrar en la competencia y lograr una rentabilidad basada en calidad, sostenibilidad y competitividad”, aseguró.

Desde el manejo del cacao en el campo hasta el momento de empacar para enviar a través de aduanas, los productores deben asegurarse de que la calidad y los controles sean los adecuados. “Nosotros tenemos más de 1,500 productores que nos surten con su cosecha para luego procesarla y venderla de manera internacional”, comentó.

Agricultura señaló que 50,183 toneladas métricas de cacao fueron exportadas entre enero-junio 2023 por un valor de US$ 141.4 millones, para una diferencia de US$ 29.9 millones más que igual período 2022 (US$ 111.5 millones), lo que muestra que el rubro es más demandado por los mercados internacionales. En 2021, las divisas sumaron US$ 136 millones, en 2020 por US$ 115 millones y en 2019 cerró con US$ 127 millones.

“Llegamos a convertirnos en el líder del mercado global cuando manejamos volumen de exportación en cacao orgánico, aseguramos la calidad y nos introducimos en los país más chocolateros en Europa”, afirmó el ejecutivo.

Según ProDominicana, este rubro agrícola presenta un superávit en la balanza comercial situada en US$ 1,438.3 millones entre 2016 y 2022. De este monto, US$ 1,232 millones se debe a ventas en el mercado internacional y US$ 206.4 millones a las importaciones.

Europa compró US$ 771.5 millones entre 2016 y 2022, seguido de América del Norte con US$ 338.4 millones y Asia con US$ 137.5 millones. En menor cantidad, América Central y el Caribe con US$ 30.2 millones y América del Sur, US$ 1.4 millones.

Para 2023, el representante de Conacado aseguró que “está saliendo un contenedor con licor de cacao para Jordania en Medio Oriente y próximamente a Japón”, lo que evidencia el interés de los empresarios en diversificar los anaqueles internacionales con el cacao hecho en República Dominicana.