República Dominicana es un país favorecido por sus cuencas hidrográficas. Ellas representan un caudal de oportunidades para la prosperidad de las comunidades, la generación de energía limpia y el impulso de experiencias turísticas sostenibles, siempre priorizando el cuidado de las cuencas que los alimentan para su subsistencia a largo plazo.

Los ríos de la República Dominicana, desde el más impresionante hasta el más curioso, son el tema que minuciosamente desarrolla Domingo Marte en el libro “Ríos dominicanos. Redes de vida”, y la experiencia de conocerlos es lo que aborda el primer episodio de la serie documental que lo complementa, llamada “Redes de Vida”. Tanto el libro como la serie documental son patrocinados y han sido publicados por el Banco Popular Dominicano, en el mes de diciembre del 2022, como continuidad de su serie editorial sobre diversos aspectos de la vida cultural, social, ecológica y económica de la República Dominicana. El libro correspondiente al 2022 fue sobre la economía naranja, del que también publicamos varios resúmenes.

A lo largo de los cortos documentales, se recorren las principales cuencas hidrográficas del país, conociendo gente y posibilidades. En el primer episodio se aborda el río Ozama, una de las tres cuencas que alimentan el Gran Santo Domingo junto al río Haina y río Nizao.

La cuenca del río Ozama

El libro “Ríos dominicanos. Redes de vida” describe que la cuenca del Ozama tiene una superficie de 2,740 kilómetros cuadrados y cubre parte de las provincias de San Cristóbal, Santo Domingo y Monte Plata. El río Ozama tiene una longitud de 136 kilómetros y el caudal mensual promedio es de 5.97 metros cúbicos por segundo. Nace como pequeños manantiales limpios en Rancho de Yagua, parque nacional Siete Picos en la Sierra de Yamasá, a 856 metros por encima del nivel del mar, y desemboca en el mar Caribe. En su cuenca baja es el divisor administrativo del Distrito Nacional y el municipio de Santo Domingo Este.

Los suelos de la cuenca son generalmente arcillosos y enturbian fácilmente las aguas. La cantidad excesiva de viviendas, industrias y operaciones agropecuarias en las márgenes y entornos del río Ozama y en algunos de sus afluentes provocan la contaminación y la falta de oxígeno de las aguas, con consecuencias negativas, incluyendo limitación de su potencial turístico.

Dentro de los beneficios ambientales de esta cuenca se destaca la biodiversidad y los paisajes de los Humedales del Ozama, área protegida con categoría de parque nacional, donde existen especies arbóreas y varias lagunas, algunas de ellas navegables en botes pequeños.

El porqué de la reforestación

Dice Marte que las cuencas de los ríos no pueden quedar como una ponchera, “con agua y ya”, sino que debe haber árboles alrededor para que estos guarden agua y la vayan depositando en la cuenca cuando haga falta. Si esa foresta no existe, los ríos se secan. Ahí radica la importancia de la reforestación.

En ese sentido, la investigación resalta la labor de Fondo de Agua Santo Domingo para reforestar el río Ozama. Patricia Abreu, directora ejecutiva de Fondo de Agua Santo Domingo, explica en el episodio cómo restaurar los ecosistemas productores de agua a través de cobertura boscosa con jornadas de reforestación.

Con un manejo integrado de cuencas en la parte alta, se garantiza la seguridad hídrica de los beneficiarios que se encuentran en la parte baja de la cuenca, ya que el agua de los ríos se usa en agricultura, pesca, acueductos, energía hidroeléctrica, etc.

Espacios hídricos para visitar

En el primer episodio de "Redes de vida" se presentan nueve espacios hídricos que sirven para el disfrute de la población. Estos son:

  1. Río Partido, Hermanas Mirabal
  2. Parque Los 7 picos, Yamasá
  3. Humedales del Ozama
  4. Balneario Muchas Aguas, Cambita, San Cristóbal
  5. Presa de Palomino, San Juan de la Maguana
  6. Presa de Hatillo, Cotuí
  7. Salto de Aguas Blancas, Constanza
  8. Salto Alto, Bayaguana
  9. Salto de Socoa, Monte Plata

Referencia

Marte, Domingo. (2022). Ríos dominicanos. Redes de vida. Banco Popular Dominicano. Cap. 17: Río Ozama (p.167-189).