El agua ha sido el eje principal de transformación y desarrollo de las comunidades en el interior de la isla. Su preservación es fundamental para la autonomía de las zonas ribereñas y los emprendedores locales.
Los ríos de la República Dominicana, desde el más impresionante hasta el más curioso, son el tema que minuciosamente desarrolla Domingo Marte en el libro “Ríos dominicanos. Redes de vida”, y la experiencia de conocerlos es lo que aborda el primer episodio de la serie documental que lo complementa, llamada “Redes de Vida”.
Tanto el libro como la serie documental son patrocinados y han sido publicados por el Banco Popular Dominicano, en el mes de diciembre del 2022, como continuidad de su serie editorial sobre diversos aspectos de la vida cultural, social, ecológica y económica de la República Dominicana. El libro correspondiente al 2022 fue sobre la economía naranja, del que también publicamos varios resúmenes.
A lo largo de los cortos documentales, se recorren las principales cuencas hidrográficas del país, conociendo gente y posibilidades.
El cuarto episodio y último recorrido de la serie comienza en Blanco, un municipio de la provincia Monseñor Nouel, ubicado en el alto Yuna, al norte del país. Lo conforman unas 700 familias distribuidas en 19 comunidades. Es un territorio cubierto de bosques, ríos, saltos y lagunas casi por completo. El río Yuna es el sustento de todo lo que hacen.
La cuenca del río Yuna
Esta cuenca tiene una superficie de 5,283 kilómetros cuadrados y cubre parte de las provincias ubicadas en el centro y norte del país: Monseñor Nouel, La Vega, Sánchez Ramírez, Duarte, Samaná y Espaillat. El río tiene 203 kilómetros de longitud, un caudal mensual medio de 4.44 metros cúbicos por segundo (aforado en Piedra de Los Veganos, en la cuenca alta) y 89.38 metros cúbicos por segundo (aforado en Villa Rivas, ya enriquecido con el caudal de la mayoría de sus afluentes). Nace en Cerro Montoso, a 1,402 metros sobre el nivel del mar, en el parque nacional Loma La Humeadora, y desemboca en el municipio de Sánchez, en la Bahía de Samaná, en la costa noreste.
La cuenca del Yuna alimenta canales que cubren cerca de un millón de tareas (63,000 hectáreas), el 20 por ciento de todas las áreas bajo riego del país. En ella también operan las presas Pinalito, Blanco, Rincón, Yuboa y Hatillo. Las cinco generan cerca de 262 gigavatios hora por año. Posee excelentes balnearios naturales en las partes altas y bajas de la cuenca. Además, aporta agua a varios acueductos del Cibao Central.
Trabajar por y para el río
Blanco cuenta con muchos atractivos, pero también tiene por delante muchos retos. Esteban Polanco, presidente de la Asociación de Campesinos Unidos hacia el Progreso cuenta que antes eran una comunidad extremadamente pobre. Dice que “no hay desarrollo posible si la gente no tiene acceso a los servicios a los que tiene derecho: educación, salud, vías de acceso”, y es lo que el agua les ha permitido tener.
En los años 80, toda la comunidad tenía que caminar en mulo y ya el 70 % de las comunidades tienen acceso en vehículos.
La comunidad está en una de las zonas más vulnerables del país, pues la cuenca del río Yuna se rodea de áreas protegidas. “Si no concebimos que cualquier actividad humana que se haga va a dañar o va a arreglar el medioambiente… no funciona”.
La cuenca del Yuna contiene porciones de 10 áreas protegidas que totalizan cerca de 599.8 kilómetros cuadrados, equivalentes a 11.3 por ciento de su superficie, la mayor parte con bosques nublados productores de agua. Entre esas áreas se destacan los parques nacionales Juan Bautista Pérez Rancier (Valle Nuevo), Loma La Humeadora, Los Haitises, Manglares del Bajo Yuna y el Aniana Vargas. En este último, sus 130 kilómetros cuadrados están todos dentro de la cuenca y protegen el entorno de la presa de Hatillo. También se incluyen las reservas científicas Ébano Verde, Las Neblinas y la Loma Quita Espuela; asimismo, el monumento natural de Jima, todas las últimas con tamaños menores. A pesar de contar con estas áreas, legalmente protegidas, se mantienen actividades agrícolas y ganaderas, dentro y en sus alrededores.
Es por esa razón que decidieron trabajar para el ecoturismo como una alternativa de ingresos. “Aquí hay condiciones excepcionales para aprovechar (no para explotar) el ecoturismo de la zona”, dice Polanco.
Espacios hídricos para visitar
En el cuarto episodio de "Redes de vida" se presentan cuatro espacios hídricos que sirven para el disfrute de la población. Estos son:
- Río Yuna, Rancho Arriba
- Blanco, Bonao
- Loma Tatón, San José de Ocoa
- Sahoma, Plan Sierra, San José de las Matas