La fuerte cantidad de emisiones de óxido nítrico al aire, los altos niveles contaminación acústica, el potencial peligro que representan para la fauna marina y los bajos estándares con los que operan las barcazas de generación eléctrica que se encuentran en el río Ozama, son parte de los peligros para el medio ambiente que constituyen estas estructuras que llevan más de 30 años localizadas en el referido afluente.

En el informe Impactos probables de las barcazas eléctricas en la salud y el medio ambiente, elaborado por el científico de la Alianza Mundial de Derecho Ambiental, Gregory “Rye” Howars, presentado hoy por distintas organizaciones que trabajan para la protección del medio ambiente, se destacan una serie de problemáticas que se han desarrollado en la zona durante años.

La contaminación del aire, que es uno de los puntos fundamentales del estudio, indica que los residuos de la planta Estrella del Mar II equivalen a más de 100,000 autos y miles de camiones.

“La cantidad de NOx (óxido de nitrógeno) emitida por el EdMII (Estrella del Mar II) es equivalente a cientos de miles de automóviles modernos de bajas emisiones, o miles de camiones diésel de servicio pesado; una carga sustancial para una ciudad con aproximadamente 1,4 millones de automóviles que ya circulan por las carreteras”, señala la investigación. 

En ese orden, se establece que aunque las barcazas cumplen con los estándares de la Organización Marítima Internacional (OMI) para los contaminantes del aire, “esos motores y las normas de la OMI están diseñadas para barcos que navegan en el mar o atracan brevemente en el puerto; no tienen la intención de proteger a las comunidades cercanas año tras año. Es decir, no son para barcos que estén fijos en lugares densamente poblados”.

El informe precisa que el NOx es un precursor importante de otros gases nocivos que inciden en diferentes enfermedades respiratorias. En el texto se hace especial enfoque en el aumento de irritación del tracto respiratorio, broncoconstricción, dificultad para respirar,  ataques de asma en personas con asma y “es probable que contribuya al desarrollo del asma e infecciones”. 

El levantamiento concluye afirmando que, aunque no “hay datos de monitoreo disponibles para ninguno de los contaminantes del aire descritos anteriormente y sin datos de monitoreo de acceso público, es imposible evaluar el impacto del EdMIl en la calidad del aire local, es probable que sea bastante alto”.

El documento al que tuvo acceso la prensa tiene un acuse de recibido del Edificio de las Cortes de Apelación del Distrito Nacional el 2 de junio de este año.

Contaminación Térmica 

El principal riesgo  que representan estas barcazas eléctricas para las especies marinas del río Ozama se refiere a las constantes emisiones de agua caliente que tienen que realizar estas estructuras náuticas para funcionar.

Para explicarlo en términos simples, las centrales eléctricas requieren grandes cantidades de agua para su refrigeración, en estas plantas el agua se toma de una fuente exterior (el río Ozama), y se devuelve al cuerpo de agua a una temperatura más elevada.

No se tienen datos precisos sobre la cantidad de agua del río que utilizan las plantas o sobre la temperatura a la que sale, pero lo que han dicho las autoridades dominicanas en los medios de comunicación es que el agua sale entre 0.23 y 0.27 grados Celsius.

A pesar del dato, el documento indica que las variaciones en la temperatura producen fuertes alteraciones en la vida marina.

“Los organismos acuáticos son sensibles a la temperatura y los impactos del efluente calentado pueden ser significativos. Una revisión encontró que los procesos de crecimiento, desarrollo y reproducción se redujeron a la mitad por un aumento de siete grados C. Incluso un aumento de un grado C en la temperatura del agua se ha asociado con una reducción del 10% en los procesos biológicos acuáticos”, subraya.

Contaminación Acústica 

Una de las principales quejas de los moradores son las fuertes vibraciones y el ruido de las plantas Estrella del Mar II y III las cuales representan importantes preocupaciones ambientales y para la salud pública.

En perspectiva, el texto informa que estudios en plantas similares han develado que tales niveles de contaminación sonora provocan pérdida de la audición especialmente en períodos de exposición prolongados y, a corto plazo, puede ocasionar problemas como la irrupción del sueño, el deterioro del rendimiento cognitivo en los niños y enfermedades cardiovasculares.

“Aunque estas son quejas comunes de las comunidades locales cercanas a EdMIl, no tenemos conocimiento de ningún dato de seguimiento o cumplimiento”, apunta el documento.

De acuerdo a Howars “la presencia de una contaminación significativa por ruido y vibraciones es una fuente de malestar y posiblemente una fuente de graves problemas de salud para las comunidades vecinas, pero sin datos de monitoreo o mitigación disponibles, es imposible evaluar estos impactos en su totalidad”. 

Costo-Beneficio 

El estudio de Alianza Mundial de Derecho Ambiental sostiene que el costo de Estrella del Mar II es de 140,000,000.00 dólares para producir 142 (MW) Megavatios de electricidad, esto quiere decir que cada millón equivale a poco más de 1 MW.

Este cálculo saldría igual que lo que cuesta una planta de energía solar de esta magnitud y se equipara a una de energía eólica que costaría 1,300,000.00 de dólares por Megavatio. 

En ambos casos se trata de plantas con menor mantenimiento, no requieren combustibles y de mayor durabilidad.