Hace casi exactamente un año, cuando tenía 17 años, Carlos Alcaraz le ganó al noruego Casper Rudd en el Abierto de Andalucía. El domingo, se volverán a enfrentar, pero esta vez en la final del Miami Open. Esta vez, como entonces, el tenista español usará la máxima que le enseñó su abuelo.
"Mi abuelo siempre me ha dicho que me enfoque en las tres 'C': Cabeza, corazón y cojones”, dijo Alcaraz a la prensa una hora después de que se convirtiera este viernes en el Miami Open en el quinto finalista más joven de un torneo Masters 1.000 en la historia de la ATP.
El español ahora de 18 años derrotó en dos sets al polaco Hubert Hurkacz, el campeón de 2021, quien atribuyó su eliminación a que "Carlos está jugando demasiado bien".
No es lo único que le ha convertido en uno de los nuevos tenistas más admirados del circuito y lo tiene claro. "Todo lo que he logrado es gracias y para él", afirmó en referencia a su entrenador Juan Carlos Ferrero, quien por primera vez no ha podido estar su lado tras la pérdida de su padre Eduardo el pasado 20 de marzo.
"Él siempre está conmigo aunque no esté aquí”, indicó al revelar que se mantiene en constante contacto con Ferrero. Pero, además, se ha sentido "muy arropado" en Miami.
"El público ha sido demasiado generoso. Además está mi padre conmigo, han venido tres de mis tíos, mucha gente, tengo mucha gente alrededor", explicó.
Su rutina antes del partido de la semifinal incluyó una siesta de unos 20 minutos, de la que despertó dos horas antes de la cita en la cancha. Luego una sesión de juego con su teléfono móvil y un rato bromeando con su círculo de confianza. Está convencido de que no tiene que "pensar en nada" que le agregue presión, más este domingo.
Eso incluye pensar en la posibilidad de acabar con la mala racha de los españoles en la final masculina del Miami Open, quienes han fallado ocho veces en su lucha por el campeonato.
Sergi Bruguera, Carlos Moya y David Ferrer quedaron subcampeones en 1997, 2003 y 2013 respectivamente, mientras que a Rafael Nadal el Miami Open le negó el primer lugar cinco veces, en 2005, 2008, 2011, 2014 y 2017.
Tampoco quiere enterarse de que de ganar el domingo, se convertiría en el campeón más joven en los 37 años de historia del Miami Open y el tercero más joven en triunfar en un Masters 1.000. Michael Chang tenía 18 años y cinco meses cuando ganó el Toronto Open en 1990, mientras que Nadal tenía 18 y 10 meses al lograr el trofeo en el Monte Carlo Masters en 2005.
Y es que Alcaraz está intentando de que enfrentamiento final en la cancha contra Rudd, el primer noruego en una final Masters 1.000, no atente contra su estabilidad mental. "Estoy tratando de ver el partido del domingo como cualquier otro", afirmó. Su meta muy clara: "divertirme y hacer lo mejor que pueda".
Cuando piensa que el 10 de abril de 2021 le ganó a Rudd en España, Carlos Alcaraz sonríe. "Yo me siento un jugador muchísimo mejor ahora. Claro, él también lo es, pero nos conocemos en la cancha y eso ayuda".
También le ayudará tener a casi el 100% del público en las gradas del Hard Rock Stadium vitoreando cada éxito, conteniendo el aliento con cada jugada complicada y gritando su nombre incluso después de errores o puntos perdidos.
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