Desde la pausa del Juego de Estrellas, los Padres de San Diego han sido el equipo más caliente en las Grandes Ligas registrando una marca de 26-11, un resultado impulsado por el dominicano Manny Machado, quien ha marcado la trayectoria a seguir para avanzar hasta la postemporada.
Machado ha demostrado ser un bate decisivo con la producción de su madero para los Padres, sumando hasta hoy 27 carreras remolcadas en 36 de esos 37 encuentros que han jugado los Padres desde el Partido de las Estrellas.
El antesalista dominicano, quien ha sido inamovible del cuarto turno en la alineación de los de San Diego, ha mostrado la velocidad y poder acostumbrado de su bate, sumando 11 dobles y 9 cuadrangulares, contabilizando con ellos 20 extrabases entre los 40 imparables que ha fletado en 143 visitas al plato, lo que se traduce en el 50 % de las veces que le ha pegado a la pelota por terreno de nadie en este espacio de tiempo, válidos para un porcentaje de slugging de .546.
Machado, quien batea para .280 durante los 36 juegos que ha estado en el terreno en la segunda etapa de la temporada, también ha utilizado sus batazos para colocar a sus compañeros en situación de producir, logrando anotar en 21 oportunidades.
Este desempeño ha sido tan determinante para el éxito de los Padres que, hasta este viernes, los Padres tienen marca de 13 victorias y solo tres derrotas en los partidos que el 'Ministro de la Defensa' ha anotado o remolcado por los menos una carrera.
Antes de esta determinante actuación de Machado, los Padres apenas jugaban para un partido (50-49) por encima de la marca de los .500 y desde entonces lo hacen para 16 victorias por encima de las derrotas que han recibido (76-60).
Con este desempeño se han adueñado del segundo comodín clasificatorio a la postemporada en la Liga Nacional y cerrar la brecha en el liderato de la División Oeste, del cual se encuentran a cinco juegos de desventaja con relación a los Dodgers de Los Ángeles (80-54).
Desde el inicio de la temporada, Machado ha estado lidiando con la recuperación de la cirugía a la que se sometió en el codo derecho a finales del año pasado, llegando, incluso, a desempeñarse exclusivamente como bateador designado, por lo que este resultado ha llegado de la mano con la mejoría de su estado de salud.
"Simplemente me estoy sintiendo mejor, mi cuerpo está haciendo cosas que hace unos meses yo no podía hacer. Cuando tu cuerpo puede hacer cosas, eres capaz de regresar más rápido", indicó Machado recientemente.
La comodidad que ha alcanzado al experimentar menos dolor para ejecutar su swing, ha llevado a Machado a manejar mejor sus turnos al bate y a pegarle con mayor contundencia a la esférica, al punto de que en la primera parte de la campaña disparó 28 batazos de más de una base en 91 juegos, mientras que en solo 36 encuentros en esta segunda etapa apenas suma ocho menos (20) que ese total.
Esto también le ha permitido a Machado llevar un mejor ritmo en la producción de carreras anotadas (44-21) y vueltas producidas (52-27), en comparación con los juegos que disputó en la primera etapa de la contienda de Grandes Ligas.
Machado ha redondeado sus estadísticas, al batear para .271 con 22 jonrones y 79 remolcadas, y como todo buen líder, no solo se ha limitado a poner el ejemplo con el bate en el terreno de juego, sino que lo ha hecho otorgándole el reconocimiento a sus compañeros por este exitoso recorrido.
"Aquí todos nos llevamos bien. Nos impulsamos unos a otros. Siempre queremos lo mejor. Siempre nos levantamos entre nosotros. Y eso, al final del día, es lo máximo que puedes pedir", señaló Machado sobre sus compañeros de equipo.