En plena expansión, con más participación que nunca y con un calendario a la altura de un Grand Slam, el Masters 1000 de Madrid irrumpe en el circuito con las mejores raquetas del momento y abrazado a la repercusión de Carlos Alcaraz que invade la Caja Mágica como vigente campeón y como gran sensación del tenis actual.
Abanderado de la nueva generación que ya ha llegado, con un título del Grand Slam en su mochila, experimentado en la cima de la clasificación mundial a la que pretende regresar y con nueve trofeos ya en su historial, tres en la presente temporada, el más reciente el domingo pasado en Barcelona, Alcaraz es el gran reclamo de Madrid y el rival a batir.
Fue el 2022 el de la consolidación del jugador murciano en el tenis profesional. Llegó a la Caja Mágica entonces a la expectativa, después de ganar también el Conde de Godó, como ahora y con su primer Masters 1000, en Miami, como carta de presentación definitiva. No dudó el español que logró vencer en Madrid tras ganar a jugadores como Rafael Nadal, Novak Djokovic o Alexander Zverev, en la final.
Ya no es una incógnita, una revelación Alcaraz. No cuenta con el factor sorpresa. No es aire fresco. Es una realidad, un tipo a tener en cuenta en cada gran competición.
Se topa Carlos Alcaraz en Madrid con un gran evento que ha pasado de 56 a 96 jugadores y que ha alargado su duración hasta las dos semanas. Ya está a la altura de eventos como Indian Wells o Miami que pujaban por la consideración de 'quinto Grand Slam'.
La competición que nació hace veintiún años, en el 2002, en pista cubierta, rápida, como Masters Series, heredero del evento hasta entonces organizado en Stuttgart, ha dado el estirón. Se gestó como un torneo ATP y en su octava edición, en el 2009, ya se incluyó al cuadro WTA y se transformó en un gran acontecimiento mixto que multiplicó su presupuesto, se mudó de la Casa de Campo a la Caja Mágica, con tres estadios de primer nivel, con techo retráctil y otras pistas externas que dieron vida a un recinto deportivo de primer nivel.
El Mutua Madrid Open llega ahora, en puertas de Roland Garros, con la duda alrededor de Rafael Nadal y también de Novak Djokovic y con una nueva generación, pujante, acaudillada por Alcaraz, pero con el danés Holger Rune, el ruso Andry Rublev o el griego Stefanos Tsitsipas en plena ebullición.
Alcaraz empezará ante el ganador del duelo entre el finlandés Emil Ruusuvuori o el francés Ugo Humbert; Daniil Medvedev, segundo favorito, puede toparse de entrada con el británico Andy Murray, vencedor en Madrid dos veces (2008 y 2015); Tsitsipas espera al ganador del partido de primera ronda entre el británico Kyle Edmund o el austríaco Dominik Thiem, uno de los invitados del torneo junto al joven español Martín Landaluce, el jordano Abdellah Shelbayh y el suizo Stanislas Wawrinka que puede ser el rival del ruso Rublev si antes supera al estadounidense Maxime Cressy. Holger Rune aguarda o al colombiano Daniel Elahi Galán o el kazajo Alexander Bublik, el noruego Casper Ruud a un adversario que procederá de la fase previa.
LA CARRERA POR EL NÚMERO UNO
La ausencia de Novak Djokovic por la lesión en el codo derecho incentiva la carrera por el número uno del ránking ATP. Los dos primeros favoritos de la Caja Mágica, Carlos Alcaraz y Daniil Medvedev, mano a mano. El español, campeón el pasado año, defiende 1000 puntos. Si alza de nuevo el trofeo dentro de dos semanas, el murciano se asegura regresar a la cima si disputa un solo partido del Masters 1000 de Roma, el siguiente torneo a Madrid.
Alcaraz inicia la semana a solo 365 puntos del serbio que no podrá defender la semifinal lograda el pasado año.
No le gusta a Medvedev la tierra batida y no lo disimula. El número 3 del mundo participará en Madrid por cuarta vez. Nunca ha superado los octavos de final del 2021. Ausente en la pasada temporada, sumará a poco que haga en la Caja Mágica. Está a 1895 puntos del número uno. Ganador de cuatro trofeos en lo que va de temporada disputará su segundo evento en polvo de ladrillo tras Montecarlo.
El Mutua Madrid Open supone un desafío para el ruso y también para su compatriota Andrey Rublev, el griego Stefanos Tsitsipas o el noruego Casper Ruud.
Rublev dio un salto de calidad hace dos semanas cuando consiguió su primer Masters 1000 en Montecarlo. Llega a Madrid, además, como finalista en Banja Luka donde perdió ante Dusan Lajovic mientras Tsitsipas, subcampeón en Barcelona, batido por Alcaraz, aún no ha estrenado su palmarés en lo que va de 2023.
Finalista en Madrid en el 2019 llega a la Caja Mágica para explotar sus virtudes en tierra y acabar con el maleficio de lo que va de curso. No llega el griego a Madrid en depresión como el noruego Casper Ruud, aún distanciado del nivel de otros cursos. El cuarto jugador del mundo, ganador en Estoril este 2023, está lejos del nivel del pasado ejercicio, finalista de dos Grand Slam -Roland Garros y Abierto de Estados Unidos-, o subcampeón en las Finales ATP.
Holger Rune, la otra sensación de la nueva generación de Alcaraz, debuta en Madrid. Campeón en Múnich llega crecido a la competición que también tiene en cuenta a otros como el canadiense Felix Auger Aliassime que se estrenará en tierra en este curso o Taylor Fritz, aún pendiente de lograr un buen resultado en arcilla.
ALEXANDER ZVEREV, LA INCÓGNITA
Actualmente instalado en el decimosexto lugar del ránking irrumpe Zverev que llegó a ser el número dos del mundo hace casi un año. Una dura lesión en la semifinal de Roland Garros contra Rafael Nadal echó por tierra la progresión del jugador de Hamburgo, de dieciséis años, finalista en Madrid en el 2022, superado por Alcaraz.
Zverev ya sabe lo que es ganar en la Caja Mágica. Lo hizo en el 2021 y en el 2018. Con diecinueve títulos a sus espaldas pretende encontrar en Madrid el punto de inflexión de su recuperación en un año donde las semifinales de Dubai han sido su mejor registro. Llegó a octavos en Montecarlo, superado por Medvedev y en Múnich, que ha ganado dos veces, no logró ganar ningún partido.
Ni Nadal, ni Djokovic, ni Federer
Por primera vez desde que echó a andar el Masters 1000 de Madrid, en el 2002, el programa de la competición no presenta ni al español Rafael Nadal ni al serbio Novak Djokovic, habituales cabezas de cartel del evento que reúne a los mejores del circuito cada temporada.
A excepción de la primera edición, la del 2002, en la que ni el balear ni el jugador de Belgrado formaban parte aún del circuito profesional, nunca el torneo madrileño se había quedado a la vez sin la presencia de los dos jugadores que más títulos del Grand Slam acumulan en la historia.
Sin embargo, aquella vez, hace veintiún años, disputada bajo techo, en pista dura y en la Casa de Campo, el cuadro del torneo tenía entre sus inscritos al suizo Roger Federer que llegó hasta los cuartos de final de una competición que tuvo a su primer ganador en el estadounidense Andre Agassi.
Ahora, por primera ocasión, en el 2023, ninguno de los integrantes del conocido como 'big three', los tres jugadores más laureados de la historia del tenis, están entre los componentes de la competición.
Los tiempos han cambiado. Nada que ver la presente edición con la de entonces. El número de participantes y el de días de torneo se han multiplicado. Ya no es en pista dura, ni cubierta, ni en la Casa de Campo. Es en arcilla, al aire libre y en un recinto espectacular, la Caja Mágica, habilitado para el tenis. Ahora es un evento combinado. ATP y WTA, hombres y mujeres.
Con Federer retirado después de tres triunfos en Madrid (2006, 2009, 2012), con Nadal y Djokovic lastrados por las lesiones y a vueltas con el final de su ciclo, corren nuevos vientos en el tenis y también en el torneo, alumbrado especialmente por el impulso de las generaciones venideras que irrumpen con fuerza para desplazar a los tipos con más gloria de todos los tiempos.
Por primera vez falta Nadal a la cita con Madrid. Desde el 2003 siempre ha estado presente en el Masters 1000 madrileño el balear que ha disputado diecinueve ediciones y ha logrado cinco trofeos, más que nadie (2005, 2010, 2013, 2014 y 2017).
No ha llegado a tiempo Rafael Nadal al Mutua Madrid Open, un evento que forma parte de su preparación para Roland Garros. Así ocurrió el pasado año, cuando llegó solo hasta cuartos de final, eliminado por Carlos Alcaraz, después ganador. Fue después a Roma y conquistó su decimocuarto éxito en el 'major' de París.
La lesión en el psoas que sufrió en el Abierto de Australia ha cortado de raíz los planes del ganador de veintidós grandes. Solo ha jugado dos torneos en lo que va de 2023. La United Cup y en Melburne, donde cayó en segunda ronda, lesionado. No ha regresado aún Nadal que ha atrasado cada intento de vuelta. Renunció a Barcelona y también, ahora, a Madrid. Espera Roma como único evento previo a Roland Garros.
Djokovic tampoco estará. El número uno del mundo es un fijo en el evento. Ha jugado trece temporadas y ha ganado tres trofeos (2011, 2016, 2019). Dañado en el codo derecho, perdió en los cuartos de final de Banja Luka la semana pasada. Horas después se dio de baja para Madrid.
Nuevos vientos corren por la Caja Mágica, con Alcaraz como gran reclamo y las generaciones venideras, las siguientes al big three como aspirantes.
No estarán en Madrid Nadal ni Djokovic. Tampoco otros veteranos como el croata Marin Cilic o el estadounidense John Isner. Tampoco los italianos Jannik Sinner y Matteo Berrettini.
Sinner, una de los grandes nombres del futuro junto a Alcaraz y Holger Rune, se retiró del torneo de Barcelona y no jugó, por enfermedad, los cuartos de final. Berrettini sufrió en Montecarlo una rotura en el músculo oblicuo abdominal.
El australiano Nick Kyrgios o el argentino Federico Coria son otras de las ausencias del Masters 1000 de Madrid.
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