El brasileño Vinícius Junior se fue de Montilivi igualando su mejor registro goleador, los 22 tantos de la pasada temporada, y rompiendo su mala racha lejos del Santiago Bernabéu, en Liga en un partido en el que, por momentos, se fue del mismo por las protestas y las faltas recibidas.

Un póker de goles de Taty Castellanos brindó este martes una victoria histórica contra el Real Madrid y media permanencia al Girona de Míchel Sánchez, que venció por 4-2 en uno de los duelos inaugurales de la 31ª jornada de LaLiga Santander y en una de sus mejores noches.

Un 'Vini' que volvió a ser el mejor del conjunto blanco, pero le faltó ser preciso en el último pase antes de soltar el balón cuando encaraba y dejaba atrás a rivales, pero esa velocidad en el juego en la que solo se mueve el brasileño conlleva este debe.

Una intensidad de la que careció a la defensa del Real Madrid, escenificada en Éder Militao, y que el propio Ancelotti criticó en rueda de prensa.

Le faltó a Militao la energía que le sobra a un Vinícius que siempre está. Por su cabeza no pasa la final de Copa el sábado 6 de mayo ni la ida de las semifinales de la Liga de Campeones del 9.

Esta mentalidad, y exuberancia física, le hacen vivir su momento de mayor continuidad en su carrera profesional. Y es que, según datos de Opta, Vinícius ha participado en al menos un gol en sus últimos siete partidos por primera vez en su trayectoria; sumando un total de tres goles y siete asistencias en este lapso.

Además, esta participación en diez goles le hacen ser el jugador de las cinco grandes ligas que ha intervenido en más tantos en el mes de abril.

Contra el Girona, extendió esta racha con un remate picado de cabeza en el segundo palo que metió al Real Madrid en el partido, aunque por poco tiempo, y dio la asistencia a Lucas Vázquez para el 4-2 tras otra gran jugada individual.

Vinícius batió un registro de la temporada 2005-2006 en Liga, con 25 regates en un solo partido, completando ocho. Fue un quebradero de cabeza contra todos los que le salieron al paso, aunque el propio 'Vini' también se fue del encuentro por momentos.

VINÍCIUS VOLVIÓ A VIVIR AL LÍMITE

El brasileño vio una cartulina amarilla anunciada en el minuto 37 y pudo ver la segunda. Y es que Vinícius se perdió al inicio del partido, enfocado en esas protestas que hacía semanas que no vivía con tal intensidad.

Pero 'Vini' las recordó pronto, aunque esta vez sí pudo marcar lejos del Santiago Bernabéu en Liga, algo que no hacía desde el pasado 28 de agosto, hace casi ocho meses; mucho tiempo para un futbolista que suma ya 22 goles esta temporada.

Estadísticas a las que suma 14 amarillas, nueve de ellas en Liga, a una de volver a cumplir sanción y siendo el jugador del Real Madrid con más cartulinas recibidas esta temporada, seis por delante del siguiente, el francés Eduardo Camavinga.

Contra el Girona, Vinícius vio amarilla por protestar después de, según consideró el brasileño, ser objeto de falta; y luego recibió un pelotazo cuando estaba en el suelo. Una acción con la que más tarde ironizó en sus redes sociales.

90 minutos en los que las faltas sobre él fueron una constante, como reconoció el propio técnico del Girona, Michel.

"En la jugada de la amarilla a Arnau le he dicho que es muy bueno, que por eso teníamos que hacerle faltas", dijo en rueda de prensa tras el encuentro.

'Vini' acabó sumando una asistencia más a su excelsa temporada, 22 goles y 19 pases de gol hasta el momento, y encontrando la continuidad en su juego, pero también en unas protestas que le hacen vivir al límite de irse del partido, mentalmente y por una posible expulsión.

El partido de este martes

Vinícius Júnior y Lucas Vázquez marcaron los dos tantos del Madrid, que rompió su ilusionante dinámica con un partido gris ante el conjunto catalán. El Girona cerrará la jornada con una renta de al menos ocho puntos sobre el descenso a falta de 21 por disputar, por su tercera victoria ante el Madrid.

La alineación del Madrid, con el regreso al once de Dani Carvajal, Toni Kroos y Luka Modric ya anticipaba que iría a por el partido desde el silbato inicial, pese a las bajas sensibles de Thibaut Courtois y Karim Benzema.

Y así fue: Juanpe Ramírez desvió de forma providencial un taconazo de Rodrygo Goes a pase de Modric al corazón del área cuando aún no se había cumplido el primer minuto. Poco después Paulo Gazzaniga rechazó a córner un centro envenenado de Nacho Fernández y un tiro lejano de Fede Valverde.

Los visitantes tenían la posesión, con más de un 70% en los primeros 15 minutos, mientras el Girona esperaba sus opciones en su campo.

El primer gol del partido llegó en la primera acción en la que el Girona pudo combinar, en el minuto 12: tras una larga jugada asociativa, Miguel Gutiérrez puso un centro medido que Castellanos, de cabeza, convirtió en su octavo tanto del curso.

El tanto espoleó a los locales, que dieron un paso firme hacia la portería de Andriy Lunin. El Madrid contestó con un disparo muy alto de Rodrygo tras una gran cabalgata de Vinicius, pero el gol volvió a caer a favor del bando gerundense: Castellanos cazó un pelotazo a la espalda de la defensa, dejó atrás a Eder Militao en el cuerpo a cuerpo y batió al cancerbero con un chut por debajo de sus piernas (24′).

La situación pudo haber sido incluso peor para el Real Madrid si Viktor Tsygankov hubiera acertado a rematar entre los tres palos en el 27′, ya bajo la lluvia. Los hombres de Ancelotti parecían tocados, pero acortaron distancias con un cabezazo de Vinícius a centro de Marco Asensio al segundo palo (34′).

La dinámica ascendente mostrada por el cuadro de Míchel en la primera mitad se confirmó nada más comenzar el segundo acto: Yan Couto, solo, centró al área para que Castellanos, de primeras, consiguiera el 3-1 y su primer hat-trick en Europa.

Ancelotti reaccionó dando entrada a Eduardo Camavinga, mientras Vinícius continuaba enfadando al colegiado, al público y a los rivales, pero era la noche de Castellanos: en el minuto 62, convirtió en su cuarto gol una pelota de Rodrigo Riquelme tras pase de Tsygankov. Era el 4-1, la tremenda goleada.

Montilivi acabó haciendo la ola y cantando que su equipo es de Primera y casi ni lamentó el 4-2, obra de Lucas Vázquez tras un pase de la muerte de Vinícius.