La ministra francesa de Deportes, Amélie Oudéa-Castéra aseguró que se vigilará el respeto estricto de las reglas de neutralidad del Comité Olímpico Internacional (COI) a las que tendrán que someterse los atletas rusos y bielorrusos que quieran participar en los Juegos Olímpicos de París este verano.
Oudéa-Castéra justificó, en una entrevista este miércoles al canal France 2, la decisión del COI de que, pese a la responsabilidad de Moscú en la guerra de Ucrania, rusos y bielorrusos puedan participar en los Juegos en nombre de la protección de los valores de la comunidad internacional.
"En el derecho internacional -señaló-, hay un principio de no discriminación" y en el caso de los atletas de esas dos nacionalidades, cumplirán los criterios del COI "desde el momento en que no han apoyado la guerra, y que no tienen relaciones con las agencias gubernamentales".
En cualquier caso, insistió en que "estaremos muy vigilantes para que se respeten", antes de recordar que es el COI "el que tiene autoridad para decidir quién participa y quién no participa" y el que ha fijado las reglas para que los rusos y bielorrusos que quieran estar en París tengan que competir sin la camiseta de su país, sin el himno y respetando la Carta Olímpica.
Según la ministra, una vez fijado el marco, se trata de que se respete "hasta el final" y de que "el poder ruso no instrumentalice el deporte para su propia gloria", lo que supone mantenerse al margen de sus "provocaciones".
Preguntada sobre la posibilidad de que un atleta ruso en la competición ondee una bandera de su país, la ministra francesa aseguró que "no lo hará" porque "no será posible" acceder a ese espacio con una bandera rusa.
Por otro lado, Oudéa-Castéra reiteró la apuesta de Francia para que la ceremonia de inauguración de los Juegos el 26 de julio se haga en un recorrido del río Sena en el centro de París, de forma que será la primera vez que ocurre en un espacio abierto al público y no en un estadio, con los problemas de seguridad que eso implica.
Confirmó que barajan un plan B en caso de fuerza mayor: "Si hubiera un endurecimiento del contexto de seguridad, con una multiplicación de los ataques en nuestro territorio, evidentemente el presidente y los franceses esperan que tengamos una capacidad de alternativa".
Pero hizo hincapié en que la ceremonia con los atletas en el Sena y cientos de miles de espectadores en las orillas (se habla de unos 400.000, que tendrían que haber reservado plazas y pasado controles) "es el proyecto".
"Es el centro de nuestra ambición de unos Juegos icónicos. En eso trabajamos" con "unas variables de ajuste", añadió.
Sobre la ambición deportiva de su país, la ministra dijo que el objetivo de Francia es situarse entre los cinco primeros, pasando de 10 medallas de oro en las últimas olimpiadas de Tokio a 16 o 17.En los Juegos Paralímpicos, la meta es "duplicar el número de títulos" y subir de 11 a "22, 23 o 24″.