"Soy un león enjaulado, si me dejan jugar soy un monstruo". Así habló de sí mismo este miércoles el chileno Alexis Sánchez. Fue un grito para reivindicarse después de firmar el gol decisivo en el último suspiro de la prórroga para entregarle al Inter de Milán la Supercopa italiana a costa del Juventus.
Celebró su gol con rabia, se quitó la camiseta número 7 y la enseñó a su hinchada, al tiempo que todos sus compañeros corrían a abrazarle. Fue un gol que valió la sexta Supercopa italiana interista y ni hubo tiempo para volver a poner en juego el balón.
El delantero chileno, que empezó como suplente, aprovechó la última oportunidad del encuentro, cuando ambos equipos jugaban la prórroga y se aprestaban para la definición en los penales, para cambiar la historia del choque de San Siro y desatar la euforia de los 40 mil espectadores que apoyaron al conjunto interista en la fría noche milanesa.
Castigó un fallo defensivo del brasileño Álex Sandro y superó al meta Mattia Perin para subir el 2-1 al marcador y se convirtió en el rey de San Siro, en uno de los partidos más importantes para la hinchada interista, histórica rival del Juventus.
"Yo nunca estuve mal, solo que no me dejaban jugar. Soy un león en jaula, si me dejan jugar soy un monstruo", afirmó Alexis al acabar el partido de San Siro, decidido a reivindicarse tras tener poco protagonismo en la última temporada, con Antonio Conte en el banquillo, antes de la llegada de Simone Inzaghi.
"A mí me dicen 'te meto en los últimos 15 minutos porque haces la diferencia en esos momentos'. Y yo digo 'me haces sufrir'. Yo siempre he sido un león", insistió.
No había mejor forma para reivindicarse que una noche como esta, tras una última temporada vivida lejos de los focos mediáticos con Conte en el banquillo.
El técnico italiano, ahora en el Tottenham, le dio paso en 30 partidos ligueros, pero con minutos reducidos. Demasiado poco para satisfacer el hambre de éxito de un delantero que llegó a marcar 19 goles en la Liga española con el Barcelona y 24 en la Premier League con el Arsenal.
Tampoco la llegada de Simone Inzaghi le ha convertido en un titular fijo, pues la competencia es alta en la delantera, con el bosnio Edin Dzeko y el argentino Lautaro Martínez como alternativas.
Pero Alexis siempre ha respondido cuando Inzaghi le pidió su aportación y el de este miércoles fue su cuarto gol del curso, tras los dos en la Serie A y uno en la Liga de Campeones.
Tras agrandar su palmarés el año pasado con el título de la Serie A, el chileno puso en su vitrina el decimocuarto trofeo de su carrera en clubes.
Dio un empuje emotivo enorme a su equipo, que pelea por repetir el título liguero, y hundió al Juventus, que vio desvanecer la oportunidad de defender el trofeo conquistado el curso pasado.
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