Carlos Alcaraz aparcó las dudas que enrarecieron su estreno en la presente edición del Masters 1.000 de Madrid con un solvente triunfo ante el búlgaro Grigor Dimitrov (6-2 y 7-5) que le adentra en los octavos de final, en los que le aguarda el alemán Alexander Zverev.
Un duelo con pinta de final y con aire de revancha acaparará la sesión del martes en la búsqueda de los cuartos. La reedición de la final del año pasado, la que disparó definitivamente la proyección del murciano se repite ahora, pero en la cuarta ronda del Masters 1.000 madrileño. Una revancha para Zverev, apabullado en el partido por el título que tiene ocasión de enmendar.
Pasó por encima del francés Hugo Grenier el tenista germano, al que arrolló por 6-1 y 6-0. Salió airoso de su cita ante Dimitrov también Alcaraz, que tardó hora y media en solventar el compromiso frente a uno de los tenistas con más talento del circuito que dejó atrás sus mejores momentos. No firmó el marcador que logró su rival del martes, pero hizo suyo un registro solvente que delata un duelo sin sobresaltos.
Porque ya el primer juego advirtió un panorama diferente al del primer día. Alcaraz rompió el saque del búlgaro de entrada, consolidó la ventaja y ya fue con el viento a favor a lo largo del parcial. Con tranquilidad, solvencia, con comodidad ante un adversario sin soluciones ante el ímpetu del español.
Nada que ver el inicio ante Dimitrov con el sufrimiento del partido contra Ruusuvuori. "Aprendo de lo que hago mal y había cosas que mejorar después del primer partido. Teníamos claro que había que salir a disfrutar y hacer el juego que sabemos hacer, sonreír y disfrutar", dijo después, sobre la pista, el jugador murciano.
Mejoró Dimitrov en el segundo set. A sus 32 años hace tiempo que no resalta en el circuito. No juega una final, en Rotterdam, desde hace un lustro el búlgaro, que llegó a ser el tercer tenista del mundo y que no levanta un trofeo desde 2017, su mejor año. Con éxitos en el Masters 1.000 de Cincinnati y las Finales ATP, sus premios de más valor.
Resistió más Dimitrov en el segundo set. Incluso tuvo la manga de cara para alargar el partido cuando por primera vez hizo 'break', se situó con 4-2 y el saque de su lado. Sin embargo, no dio pie el español, que pronto enmendó el panorama e igualó (4-4). Después, Alcaraz aprovechó la ocasión, aceleró, rompió en el undécimo y preparó el set para la victoria.
Fue el segundo triunfo de Alcaraz ante Dimitrov, tras el del Masters 1.000 de París del pasado año. "Prima ganar sobre el divertir. Me encanta jugar al tenis, pero tengo ese gen ganador y quiero ganar de cualquier manera y eso es lo que intento. Hay que buscar la manera de ganar", dijo Alcaraz.
El número dos del mundo espera ahora a Zverev. Palabras mayores. El alemán, uno de los mejores del circuito, aún en búsqueda del momento que disfrutó en tierra antes de su lesión en Roland Garros, afina su puesta a punto en Madrid. Arrolló a Grenier en 58 minutos. Ahora aspira a la revancha.
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