SANTO DOMINGO-. En términos generales, las entidades que conforman el Sistema Financiero Dominicano, en los últimos 16 años han reflejado niveles de liquidez adecuados, con un perfil de riesgo bajo, conforme a las condiciones de estabilidad económica y financiera que goza la República Dominicana.
De las experiencias de crisis, hemos aprendido cuán importante es la gestión de riesgos de las entidades de intermediación financiera y que estas deben estar anclada a un marco regulatorio y de supervisión robusto, capaz de proteger los recursos de los depositantes y de asegurar la solvencia y estabilidad del sistema financiero.
Se han establecido normas y lineamientos mínimos que deben observar las entidades para operar en un entorno saludable y con el proceso de supervisión, se busca verificar que las entidades gestionen sus riesgos acorde a su perfil de negocio, sin poner en riesgo los recursos captados de terceros. De ahí la importancia de darle una mirada a la liquidez bancaria de manera sistémica y a nivel individual por bancos.
En su definición más simple, la liquidez es la cualidad de un activo (un bien) para transformarse en efectivo. Otra definición común de la liquidez es la capacidad que tiene una persona, una empresa o una entidad bancaria para hacer frente a sus obligaciones financieras.
Profundizando en el término liquidez, encontramos en la literatura sobre mercados financieros que la liquidez se ha definido de diferentes formas, entre las cuales podemos considerar:
-Desde el punto de vista de flujos: La capacidad de una entidad financiera para mantener un equilibrio permanente en el tiempo entre los flujos financieros positivos y negativos.
-Desde el punto de vista de los activos: La capacidad de una entidad financiera para convertir rápidamente un activo en efectivo, sin generar pérdidas de capital o intereses por penalidades. Con este enfoque, cuanto más fácil es convertir un activo en dinero, se dice que es más líquido.
-Desde el punto de vista de los pasivos: La capacidad de las entidades financieras para financiar el crecimiento de su negocio y hacer frente a sus obligaciones de pago en la fecha y forma contractualmente establecidas, a un costo razonable y sin afectar su reputación.
-El Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, en un documento publicado en el 2000, definió la liquidez como la capacidad para financiar los incrementos de activos y cumplir con las obligaciones a su vencimiento. En este marco, el Comité mostró la evolución en la gestión y supervisión de la liquidez, destacando la importancia de adoptar sanas prácticas para la gestión de la liquidez del día a día, en comparación con los enfoques que deberán adoptarse en situaciones de emergencia. |
Mientras, el riesgo de liquidez se puede definir como el riesgo de que una entidad financiera, a pesar de ser solvente por:
-No tener recursos financieros suficientes que le permitan cumplir con sus obligaciones en los tiempos y en la forma contractualmente establecidas.
-La posibilidad de obtener esos fondos, pero a un costo excesivo, tanto económico como reputacional.
El riesgo de liquidez es inherente a las entidades de intermediación financiera por su función básica de transformación de plazos: tomar prestado a corto plazo, a través de cuentas corrientes y certificados de depósito a plazos cortos, para luego realizar préstamos a largo plazo.
Conforme a los datos oficiales publicados por la Superintendencia de Bancos de la República Dominicana (SB), al 31 de octubre del 2020, las disponibilidades del sistema financiero alcanzaron un monto de RD$396,247 millones, equivalentes al 22.39% del total de las captaciones que suman RD$1.77 billones.
El indicador de liquidez, calculado como el cociente entre las disponibilidades y las captaciones totales, es una medida de la capacidad de la entidad para responder, en forma inmediata, a eventuales retiros del público.
Al cierre de octubre de este año, el valor de este indicador para los bancos múltiples es 23.99%, lo que significa que por cada 100 pesos captados, los bancos mantienen 24 pesos en disponibilidades. Para las asociaciones de ahorros y préstamos, el indicador es 8.34%, para los bancos de ahorro y crédito 15.09%, para las corporaciones de crédito 17.02% y para el Bandex 2.99%.
A nivel individual de las entidades bancarias, se verifica que todos los bancos múltiples tienen un coeficiente de disponibilidades/captaciones por encima del 20%, resultando con mayor porcentaje Bancamérica (46.39%), López de Haro (32.16%), Bellbank (31.75%) y Santa Cruz (30.52%).
Cabe señalar que el cociente entre disponibilidades/captaciones no es el único indicador que debe analizarse para evaluar la liquidez de una entidad de intermediación financiera y enfocarse sólo en este indicador produciría un sesgo en el análisis real de la liquidez de una entidad.
Como indicadores alternativos, se deben analizar las concentraciones de los depósitos por tipos de depositantes (personas físicas y jurídicas), por tipos de monedas (pesos, dólares y euros), por tipos de instrumentos (cuentas corrientes, certificado o depósitos a plazos, cuentas de ahorros), por rangos de montos de depósitos captados.
Consideraciones para una gestión de riesgo efectiva
Una gestión efectiva del riesgo de liquidez, además de orientarse a cubrir los pagos en el corto plazo, debe considerar la estructura de financiación para evitar problemas de liquidez en el largo plazo.
Otro factor a considerar es el comportamiento de los depositantes, ya que de acuerdo a sus características, los que están más informados -o mejor educados financieramente- tienden a seleccionar entidades financieras que les ofrezcan mayores tasas de interés por sus depósitos, aspecto que incrementa el riesgo de liquidez asociado a la volatilidad de los depósitos.
Es importante destacar que la mayoría de las decisiones que se toman en las entidades financieras tienen impacto sobre sus niveles de liquidez. Por tanto, la gestión del riesgo de liquidez debe realizarse teniendo en cuenta las interrelaciones con el resto de riesgos bancarios y no aisladamente, desde los departamentos de tesorería.
Asimismo, una adecuada gestión y supervisión del riesgo de liquidez es fundamental para la estabilidad del sistema financiero, ya que problemas de liquidez en una entidad financiera podrían transmitirse rápidamente a otras entidades a través de los sistemas de pagos, pudiendo afectar negativamente la confianza de los depositantes y acreedores, lo cual, genera costos económicos y reputacionales.
Las leyes sobre gestión de liquidez
En la República Dominicana, el marco normativo para una adecuada gestión de liquidez en las entidades de intermediación financiera se estableció en el 2005, con el Reglamento de Riesgo de Liquidez aprobado por la Junta Monetaria.
En este reglamento se definieron los lineamientos básicos que deben observar las entidades de intermediación financiera, para evaluar la idoneidad del proceso gerencial de manejo de liquidez y los niveles de exposición al referido riesgo, aspectos que son verificados por la Superintendencia de Bancos para fines de control prudencial y por el Banco Central, con fines de identificar su posible impacto en las decisiones de política a nivel macroeconómico, tal como se establece en el artículo 2 del reglamento y se constata en la práctica.
Este Reglamento de Liquidez establece que, para determinar la exposición al riesgo de liquidez, las entidades de intermediación financiera deben analizar el vencimiento de sus activos, pasivos y operaciones contingentes, tanto en moneda nacional como en moneda extranjera.
Esta perspectiva de liquidez en el sistema bancario es la segunda entrega de análisis de los indicadores financieros, que forma parte de una serie que Acento ha titulado "La banca dominicana por dentro", bajo la autoría del economista Jesús Geraldo Martínez.
Las entregas sobre información bancaria con visualizaciones dinámicas se publican en la sección Data Acento.