Ylonka Nacidit-Perdomo colaboradora con su columna «Dentro del Bosque» de este medio digital Acento.com.do, desde su fundación, fue Oradora en la Conferencia «Transformando el futuro: mujeres y niñas de América Latina y el Caribe» de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) realizada en la Sala IV de la Sede de la UNESCO, Fontenoy, París-Francia.

La intervención de Nacidit-Perdomo se realizó este miércoles a través de la vía virtual. Su presentación estuvo antecedida de la introducción de la Embajadora Alterna, Ada Hernández, en representación de S. E. Andrés L. Mateo, Embajador de la República Dominicana ante la UNESCO, quien extendió la invitación a la intelectual dominicana para que representara al país, tomando en consideración sus investigaciones, escritos y experiencia en conferencias sobre género y literatura en los dos continentes, tanto en América Latina como Europa.

La autora tuvo su exposición en el Panel II «Mujeres y niñas en la Educación, el Deporte y la Cultura» y abordó el tema — desde el axioma de Pensar históricamente—: «Las Sufragistas» y el empoderamiento de las Maestras Normales transformadoras de mentalidades. Sus desafíos a los estereotipos en el siglo XX. »

Nacidit-Perdomo ha estudiado la génesis del feminismo de la igualdad e ilustrado de inicios del siglo XX, concentrándose con énfasis en el liderazgo de Abigail Mejía (1895-1941), lo cual le permitió dar una perspectiva a la historia tradicional contemporánea sobre la participación política de las mujeres en la construcción de su ciudadanía, y a las ´narraciones´ donde los historiógrafos del sistema no permitían a las «feministas» de los Institutos de Señoritas ni de las Escuelas Normales, que actuaron desde 1916 a 1942, asomarse al mundo con sus improntas, sus pensamientos, sus voces, razón por la cual fueron excluidas de los textos de instrucción, silenciando las luchas de la mitad de nuestra población en esta etapa.

Ylonka, a contracorriente, hizo la Contra-Historia arrojando con mucho atrevimiento —desde 1995 con el centenario de nacimiento de Abigail Mejía; en el 2000 con el centenario de nacimiento de Delia Weber; en el 2004 con la campaña para la Secretaria de Estado de la Mujer (SEM) 70º Aniversario del voto de ensayo de la Mujer Dominicana (1934-2004), y en el 2008 con la filmografía LAS SUFRAGISTAS.UN DOCUMENTO PARA LA HISTORIA junto a Jatnna Tavárez y Martha Checo— luz sobre las sombras del pasado que no evidencian ni se prestaron a hurgar el discurso de las feministas de la primera ola en nuestro país que lucharon en un medio de una hostil y lúgubre dictadura donde derrotaron (dentro de un sistema patriarcal) su exclusión como sujetos de derechos y la intolerancia machista a su capacidad intelectual.

Nacidit-Perdomo ha expresado —al referirse al sufragismo de vanguardia— que «es cierto, se puede decir y afirmar: los pueblos siempre sufren del asombro, de la nostalgia del olvido o del no saber quiénes fueron las mujeres que desde el entorno de su vida privada o pública impulsaron acciones y articulaciones estratégicas que se hicieron hitos trascendentales para provocar —desde revoluciones vanguardistas— cambios políticos, sociales, económicos y culturales que hicieron posible la extensión de los derechos humanos a NOSOTRAS y a TODAS. »

Haciendo énfasis que, «las mujeres del siglo XX, de la República Dominicana, se sumergieron en la política de manera distinta aun enfrentando avalanchas de ataques, persecuciones y atentados a su integridad física. ELLAS afirmaron el sentido del servir y exploraron las causas de la discriminación genérica. Hicieron de su existencia una existencia vinculante con la legalidad y legitimidad en que se funda la igualdad, la libertad y la justicia en un ambiente hostil de coerción, al no ser consideradas —por el patriarcalismo en las sociedades decimonónicas y aun después del nacimiento de los Estados modernos de Occidente en el siglo XVIII— sujetos de derechos ni con capacidad intelectual.»

Afirmando —en exclusiva para Acento.com.do— que: «Es ,ahora, cuando la cuarta ola del feminismo tiene sus heredades y herederas que se vuelve la mirada al incipiente feminismo nacido en Santo Domingo, a finales del siglo XIX, en Puerto Plata, siendo sus voces las intelectuales que actuaron a partir del axioma de que, la diferencia sexual ´imponía´ la diferencia política, entre ellas, Virginia Elena Ortea (1866- 1903) que escribió e hizo la puesta en escena en la glorieta del parque central de esta ciudad de su zarzuela en dos actos Las Feministas en octubre de 1899, con música de José María Rodríguez Arreson (Añasco, Puerto Rico, 1870-1947), manuscrito que puso en valor para su estudio y conocimiento mi maestra la holandesa Dra. Catharina Vanderplaats, Profesora Emérita de la Universidad de Concordia en Montreal.

» Además, se puede decir —y en esto coincido con la Dra. Ginetta Candelario, de Smith College— fue Mercedes Mota (1880-1964), en 1901, en la ciudad de Búfalo, Estados Unidos, al participar ante la Sociedad Internacional de Mujeres Feministas quien catapultó ante la memoria, la supra y la infra historia —sin eclipsar a ninguna— los nombres de las dominicanas que se negaban a ser ´descartadas´ por el patriarcado como no-pensantes, como no-racionales. Mota nombró a las que no se dejaron re-utilizar por el romanticismo tardío, ni re-victimizar por un prejuicio genérico. Nombró a las que «ganaron la partida» de no reducir al mínimo sus existencias, que no se dejaron eliminar como sujetos. Nombró a las que no se «asimilaron» al machismo

» Es por esto que, al continuar realizando mis investigaciones —documentales, archivísticas y en fondos patrimoniales de bibliotecas privadas o públicas— sobre cómo se construyó el derecho a la ciudadanía de las mujeres en nuestro país, reconozco de manera relevante un feminismo de la identidad genérica, el feminismo de la igualdad e ilustrado (que asumieron Las Sufragistas de vanguardia, con Abigail Mejía desde 1919) y el feminismo de la diferencia.
» Tres feminismo que no entran en conflictos entre sí; siendo el que asumo (para conceptualizar, llevar a la práctica de manera afirmativa, argumentar, fijar mi atención, tener como disciplina humanística para biografiar, elaborar perspectivas desde los saberes, generar ideas, advertir problemáticas, re-interpretar las inducciones patriarcales a la enseñanza, a la instrucción y la ideologización de los saberes) el feminismo de la diferencia desde mediados de la década de los noventa, lo cual he compartido en múltiples conversaciones con la Historiadora de Arte Gala Mayí-Miranda, al momento de debatir /intercambiar —cuando me cuestiona— sobre si soy o no feminista, de si me asumo o no como feminista.

» El feminismo de la diferencia es éste el feminismo que hizo posible que escribiera la Contra-Historia del sufragismo de vanguardia y la emancipación de las mujeres de la República Dominicana. El feminismo de la diferencia debió ser desde la época de Mary Wollstonecraft, independiente del utopismo, de los supuestos filosóficos del pensamiento liberal de Occidente y de los últimos tres siglos en que la teoría de la democracia sombríamente no sabemos (aún) si tiene alternativas preferibles, o, la llamada «igualdad de oportunidades» es un falso credo.

» Así, uno de mis afanes parte de una palabra clave que es VISIBILIZAR las improntas, los legados, las acciones y las AGENCIAS (concepto o terminología) empleado en los estudios de género que introduje en el país en el 2002 para evidenciar los aportes de las intelectuales que eran objeto de mis investigaciones y, que estuvo —desde entonces— presente en las distintas conferencias internacionales que realizamos de asociaciones de académicas, en especial, con la colaboración de la Dra. Asunción Horno-Delgado de la Universidad de Colorado, y que retomamos en el 2017 (para matizarlo) con la colaboración de la Dra. Yamile Silva de la Universidad de Scranton, integrante del Equipo Internacional de Investigación Abigail Mejía), de quienes nos han antecedido en la EMANCIPACIÓN, que es otra palabra clave.»