Para el destacado pintor español Vicente Herrero, el arte es el descubrimiento de lo desconocido y la manera de expresar el sentido de la vida. Otro aspecto del arte, tal vez más profundo, es develar el gusto artístico a partir de paradigmas universales.

El maestro Herrero, mediante una iconografía de ensoñación, nos revela el aura de lo irreal que es, en definitiva, integrar la vida a los sueños y a partir de este fundamento lograr una trascendencia histórica. Lo indescriptible, lo táctil y lo sensual acusan una plasticidad sensorial que permiten descubrir lo que fluye libre en sus cuadros y la aptitud psíquica del artista que logra transformar el mundo de los objetos.

Obra de Vicente Herrero, pintor español.

Es verificable que el artista posee una aptitud psíquica poderosa y que convierte lo arquetipo en una seducción que, sin duda, transforma sus símbolos e imágenes en el fenómeno de la sinestesia. Vicente Herrero somete la composición a una técnica muy estilizada, cuya materialización es el resultado del sentimiento, de la fisonomía orgánica de los elementos que determinan una relevante dialéctica transformadora, cargados de luminosidad y símbolos mistéricos.

El clima de sus cuadros ilustra un preciosismo sensual que aporta una paleta cargada de elementos y volúmenes matéricos, y así, sus realizaciones pictóricas muestran un abanico de sensaciones ópticas y psicológicas que traducen colores y formas que expresan una sonoridad poética. De este modo, la perspectiva de su arte se afirma en una estructura tonal donde sobresalen los colores vivos, las pinceladas calculadas que afirman la acentuada imaginación y un estilo cada vez más heterogéneo.

Desde la concepción estructural de su arte, podemos asegurar que el maestro de la pintura española de finales del siglo XX consigue simplificar la novedad simbólica de sus cuadros al obtener el contrapunteo de sus espaciadas pinceladas y desarrollar una técnica de visión frontal. Esto quiere decir que el espectador puede observar el cuadro desde cualquier ángulo.

El maestro Vicente Herrero es un artista experimental que escudriña de manera minuciosa los detalles de sus cuadros. Va más allá de la imaginación y la técnica para lograr que el dibujo sea firme y la suavidad de la materia logre una armonía de aspectos particulares. De manera que sus tonos claros y rítmicos forman parte de composiciones que traducen la sensibilidad estética del artista.

En su pintura también se percibe un conjunto de figuras abstractas y figurativas; otras veces, realiza composiciones en las que, al parecer, une con hilos gruesos dos cuadros y, desde el punto de vista de la visión óptica es el mismo cuadro o, en todo caso, produce ciertos efectos en la tela que parecerían hendiduras hechas con una navaja de afeitar y cuando nos acercamos al cuadro para verificar las mismas, caemos en cuenta de que se trata de una técnica que solo podemos comprobar en las pinturas de Vicente Herrero.

Con los años, su arte se ha enriquecido de tal manera que le ha permitido exponer en capitales importantes de Occidente y América Latina. Se consagra como tal a finales del siglo XX y principios del XXI al pintar una serie de obras hiperrealistas y surrealistas, poniendo de manifiesto una calidad estilística sorprendente, que refleja su estilo transparente y auténtico. De ahí, pues, que su arte ilustre el acto emotivo del artista y sus experiencias resalten su capacidad imaginativa y el esfuerzo creador.

Sus composiciones son dinámicas, con notables detalles, contrastando los planos que las enriquecen de manera fabulosa. A esto se agrega la gama cromática compuesta por colores de mucha textura. Su obra destaca las diversas transiciones del arte a partir de la modernidad, poniendo de manifiesto una sucesión de acontecimientos estilísticos y el espíritu de un investigador incansable. En concreto, la combinación de colores y la investigación plástica son elementos que proporcionan a las imágenes una luz muy expresiva.

La iconografía de sus cuadros contiene una atmósfera elegante y los mágicos detalles definen su temperamento tranquilo, sincero y vigoroso. El maestro Vicente Herrero inventa y explora de manera audaz la alquimia de la materia. Es un apasionado de las intensas pinceladas, de los tonos vivos y planos que se sustentan en el disfrute del éxito. Por ello, cuando el espectador mira uno de sus cuadros, la visión se prolonga debido a los puntos de vista de la belleza.

Los colores en los cuadros de Vicente Herrero proporcionan una luz contrastada que se convierte en matices transparentes. Por ejemplo, la luz y la sombra se complementan con las mezclas de azules y de rojos vivos; los amarillos intensos, los verdes, naranjas, blancos y grises dan vida a sus composiciones, lo que refuerza un dibujo muy esquemático. De este modo, el artista hace uso de la sinestesia (palabra de origen griego que trata de la fusión de varias sensaciones).

Por ello hay que admitir que la obra del maestro Herrero se relaciona estrechamente con el universo de los colores que son, en sentido general, lo que dan rigor, estructura, contenido y recursos estilísticos a las obras de arte, produciendo también una alegoría como resultado de la belleza, lo táctil y un misticismo arquitectónico. Sus símbolos son excitantes por el modo plástico que plantea sus innovadoras técnicas. En sus obras, Vicente Herrero se plantea la finalidad y unidad del sentimiento. En esta parte tiene razón, pues no hay arte sin sentimiento, imaginación y placer estético.

Las visiones oníricas son fuentes inagotables en su creación artística. El subconsciente contiene una poderosa fuerza espiritual y Vicente Herrero hace de ella su marca, su forma de expresarse y su drama social. En sus cuadros surrealistas subyace oculta una aflicción que los convierte en una espiritualidad que fluye entre lo psíquico de las ideas y el universo de las creencias.

Cándido Gerón en Acento.com.do