Como sabemos el 18 de mayo de cada año, el ICOM, Consejo Internacional de Museos, lo declara desde 1977 como el Día Internacional de los Museos, siempre con un tema de interés como núcleo convocante. Esta vez Museos, sostenibilidad y bienestar, fue el tema de convocatoria que reta a los museos a prestar atención ante los retos de la humanidad alrededor del cambio climático, la inclusión, la gestión, la articulación con las comunidades, la democracia cultural y el museo como mediador de los problemas sociales y centro de encuentro de todos y todas.
La Dirección General de Museos y el Ministerio de Cultura, asumieron como tema: Un museo para todos, inclusión y accesibilidad. Todo se conjugó alrededor de este centro de motivación y los museos estatales, acompañados de más de 15 museos, centros culturales y espacios culturales se hicieron eco y se sumaron a una jornada en que los museos y sus colecciones, protagonizaron la atención de los públicos.
Asociaciones que se relacionan con personas con discapacidad, adultos mayores, otras, articuladas al trabajo con personas con el síndrome de Down, no videntes, y en el marco de un llamado abierto, sin distinción de raza, color de piel, credo y clase social, se hicieron cita este fin de semana y desde la inauguración el día 18 de mayo, retaron el clima adverso para producir una ejemplar forma de recrearse, educar, informar, divertir y compartir dentro de los espacios propios de las colecciones que son los museos.
La Ciudad Colonial esta vez estuvo limitada en su participación y apenas, pudo recibir con jornada gratuita y tandas extendidas hasta las 10 p m, a sus visitantes nacionales y extranjeros que igualmente desbordaron sus espacios museísticos, pero sin animación cultural y artísticas, como suele pasar.
En la Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte, los museos de Historia y Geografía, del Hombre Dominicano, de Historia Natural y de Arte Moderno, se desbordaron en públicos de todas las edades, de todos los sectores sociales, sin exclusión de raza y color de piel, limitaciones psicomotrices, u otras formas de exclusión, e hicieron de toda la jornada una fiesta que ni el agua lluvia pudo mermar su fervor y la fuerza de la presencia de sus visitantes.
Familias enteras se vieron desplazarse con niños/as muy pequeños, o compuestas por varias generaciones entre nietos, padres e hijos. Desde el viernes 19 a las 10 am y en el sábado con igual horario, grupos fluían de un lado a otro en los dos principales puntos de la ciudad que, además, sumaba el Faro a Colón, de la parte Este de la ciudad.
Cine infantil, exposiciones, muestras museográficas, talleres, presentaciones de grupos musicales y danzarios, artesanías, conferencias, cuenta cuentos, y otras animaciones convirtieron estos tres días en una verdadera jornada cultural que tuvo a los museos como centro de interés.
La programación que acompañó esta jornada fue pensada en sintonía, con el tema convocante, la inclusión, sabiendo el espectro de impacto del concepto, pero organizado como un rompecabezas, la animación tuvo presente siempre esta motivación de origen y evitó, en todo momento que, el espectáculo grandilocuente, se tragara la experiencia del acercamiento necesario hacia los museos y sus colecciones, siendo acompañados por museos y centros culturales de distintos puntos del país, como Santiago, Baní, Provincia Hermanas Mirabal, Puerto Plata, Higüey, Moca, y otras partes de la capital que también se sumaron, como la alcaldía de Santo Domingo Oeste y Este, con presentaciones y ferias todo el día, como fue el caso de Santo Domingo Oeste.
La lluvia del sábado por momento preocupó en relación con las visitas y al esfuerzo hecho para que todo quedará como lo pensado. La sorpresa fue que la persistencia del público en vencer las inclemencias del tiempo y abarrotar los museos en todas partes, fue sistemática, a pesar de las aguas caídas, a veces torrencialmente.
Este hecho innegable y de cierto impacto sobre el público esperado, sorpresivamente fue cambiado por mensajes desde las redes, pidiendo que fuere sustituido o compensado el sábado de lluvia, con otra Noche Larga, como consecuencia de la merma de público causada en muchos potenciales visitantes que se vieron afectados y no pudieron asistir a los museos.
La dirección de Museos debe ponderar esta solicitud y agradecer al público por su respuesta, su entusiasmo y perseverancia, además, destacar que a la gente no siempre se le invita con espectáculo, y que es posible lograr resultados cualitativos, motivándolos a ver la cultura desde un ángulo reflexivo, curioso, estético, visualmente agradable, conceptualmente exploratorio, lúdico y con un mensaje que invita a la contemplación y al análisis. La gente, detenida frente a las obras u objetos, leyendo las fichas, observando la muestra, fue de las grandes satisfacciones de los organizadores.
Todo eso logró la Noche Larga del 19 al 21 de mayo, con la nota satisfactoria y agradable de tener que extender la jornada de cierre del domingo 21, dos horas, por la cantidad de público que se encontraba cerca de la hora de cierre, 6 p m dentro de los museos, yendo y viniendo, entrando y saliendo, como si no les importara el clima, la noche, la hora, la clausura, y que obligó a los organizadores a prolongar el cierre de una jornada ejemplar en los museos.