“Un hombre discreto y otras historias” es la primera publicación literaria de Gustavo Olivo Peña. En este libro se hace denotar la impecable calidad narrativa del autor, quién logra atrapar al lector y, a su vez, hace que este forme parte de la historia. Asimismo, consigue que se involucre de modo que pueda sentir que es un personaje y que está vislumbrando personalmente cómo se dan cada uno de los hechos.
El libro mencionado con anterioridad se compone de once narraciones, algunas de ellas adornadas con elementos de la dominicanidad. En su mayoría contadas en primera persona y secuenciadas con la técnica narrativa del flashback. Las mismas tocan temas controversiales que hoy se encuentran en la palestra pública. Estos temas son: la discriminación de género, la parcialidad del poder judicial, la impunidad política, entre otros. Por su parte, es de suma importancia precisar que las historias no se limitan a una denuncia social, sino que van más allá, ahondando en corrientes filosóficas, tal es el caso del existencialismo, a través de la “El reino del silencio”. Además de esto, alude a la literatura fantástica a partir de los cuentos “El monumento”, “El reino del silencio” y “Esa mujer”.
El primer cuento se titula “Un hombre discreto”. En este encontramos a Gonzalo Normando, un excombatiente de guerra que luego de regresar a su hogar solo encuentra sentido a la vida al lado de su esposa, a quien debe cuidar. Debido al estilo de vida y al pasado que lo acarrea, este les comenta a unos amigos lo siguiente: “Si Estela se me muere, hasta ese día viviré. Es mi única razón de existir”. Comprometiéndolos así a acabar con su vida si es necesario. A lo que nos planteamos la pregunta: ¿Serán capaces los amigos de Normando de quitarle la vida luego que muera Estela? En esta y otras historias a través de la narración, Olivo juega de manera exquisita con el imaginario del lector, dejándolo anonadado con el desenlace.
Por otra parte, “La profesora campos” es una narración que se enmarca en los años 1960, donde las exigencias escolares eran estrictas para las mujeres que desempeñaban la profesión de maestras, todo esto en consonancia con los prejuicios sociales propios de la época. Bajo esta triste realidad le tocó vivir a Ana Campos, una docente impecable, con excelente preparación, quien por situaciones inesperadas y, claro está, muy mal vistas desde el ojo visor de una sociedad prejuiciosa, se ve en la obligación de renunciar a una de las actividades que más ama. Debido a su situación se pronuncia expresando lo siguiente: “Nada ocurre con los colegas que tienen esposas y amantes, y embarazan a cuantas mujeres puedan seducir”.
En el mismo orden, se encuentra la historia “Esa mujer”, este relato nos traslada al universo de Julio Cortázar con la obra “Rayuela”, asimismo al de Carlos Fuentes, específicamente al entorno de "Terra Nostra".
En la ya mencionada, Jesús Alfonso comienza a relacionarse con Brígida Soler, una mujer enigmática, elegante y distinguida, calificada por la sociedad como bruja, pues era viuda de cinco esposos y aparentaba ser menor de 50 años cuando se decía que sobrepasaba los 70. Por tal razón, era acusada de tener un pacto con el demonio. No obstante, con el pasar del tiempo Alfonso termina enamorándose de ella y, a su vez, de la chica joven y atractiva que servía en el bar de Brígida. Finalmente, Carlos termina adentrándose en un triángulo amoroso con ambas, sin darse cuenta de que quizás en dos cuerpos, amaba a la misma persona.
En las demás historias se hace presente la ficción, a través de elementos interesantísimos que logran captar y suscitar la atención y curiosidad del lector. Esto haciéndolo capaz de leer el texto cuestionándose: ¿Qué pasará después? ¿Cuál será el desenlace de la historia? En otro tenor, el cuento “La bailarina Aidyn” se desarrolla en un ambiente cálido y ameno, donde se hace presente el amor de dos personas con clases sociales distintas, realidad que influye en su relación. Después de la muerte siguen estando unidos por algo muy peculiar: el baile.
Los cuentos “Y, ellas dos”, “Decisiones” y “El encargo” narran situaciones que hoy son frecuentes en la realidad social. Este toque de realismo y cotidianidad de la sociedad dominicana se puede justificar con la labor periodística de Olivo, quién supo captar temas sociales para adentrarlos en las obras. En los antes mencionados se vislumbra cómo las relaciones amorosas rutinarias y sin sentimiento mutuo, pueden generar consecuencias atroces a largo plazo, como lo son: infidelidades, concepción tergiversada del amor (donde amor se traduce como violencia), abandono y hasta en cierto punto, obsesión, llevando al límite de matar cuando “mi pareja” realmente no es “mía”.
“Resurrección” es otra de las historias que posee este maravilloso libro; este relata cómo Manuel renace al encontrarse con la literatura, dedicando su vida a ser poeta y a responderse la pregunta que una vez le plantearon: “¿A quién le reclamo por mi existencia? ¿Al hombre o a la vida?” En la narración “El expediente 10” se hace denotar cómo la justicia generalmente se inclina del lado de los más poderosos, esto se deja entrever a partir del siguiente fragmento: “Usted sabrá buscar un buen pretexto y prometer que en cualquier momento el culpable será descubierto. Es bueno mintiendo. No dirá nada que nos perjudique. Y sabe bien que, en todo caso yo saldría mejor librado que usted”.
Finalmente, el libro culmina con broche de oro, a partir del cuento fantástico “El reino del silencio”. Que por medio de sus líneas nos exhorta adentrarnos en el silencio para conocernos a nosotros mismos: “El humano teme al silencio que le obliga a encontrarse con las verdades de su ser, con lo profundo de sí mismo”.
El libro en cuestión es la afirmación y clara demostración del excelente narrador que es Olivo Peña, lo que a futuro lo consagrará como uno de los grandes escritores dominicanos.