Nació como Víctor José Víctor Rojas arribando a la navidad de 1948, en Los Pepines de Santiago de los Caballeros, cuan la era del Jefe iba a galope, a medio camino, en su truculento recorrido por la República Dominicana.
Su ADN era un amasijo de semillas artísticas. Cantautor y guitarrista, percusionista y bohemio, maraquero y soñador, comprometido con el presente sombrío que le tocó vivir y anunciador del futuro que nos llegaría. Nadie como el para dar el feeling a la bachata nuestra, a la expresión de amargue, al canto alucinado de una generación que unió en un amasijo feliz el bolero y el son, hasta parir un género auténticamente nuestro, visceralmente criollo, definitivamente urbano, despreciado en los inicios, igual que al tango y el cante jondo, pero con el relumbrón de eternidad que solo nace en lo que es netamente del pueblo.
A comienzos de los años setenta nace su canción quizá más emblemática e internacional de todas. Poco importa que Marck Anthony y Celia Cruz, lo interpretaran validando su calidad incuestionable de compositor de luces. El camino de los amantes. Es sin lugar a duda uno de los grandes hits de nuestra música criolla. Equiparable a los igualmente inmortales «Y» de su compatriota Mario de Jesús, «Aunque me cueste la vida» de Luis Calaff Pérez, y «Por amor» , de Rafael Solano. Por que las cosas son ellas y su tiempo, como diría el pensador Ortega y Gasset. Que el As, el lujo de México, Marco Antonio Muñiz y el Bolerista de América, Felipe Pirela, incluyeran en su repertorio de canciones para ser grabadas y cantadas en cada concierto, debe ser lo más parecido al éxito para cualquier autor de letras y compositor de melodías. Y eso ocurrió en todo el continente con nuestro Víctor Víctor, siendo apenas una adolescente.
Victor se debía a la música, bebia de la poesía y se reafirmaba ente político con conciencia y compromiso social. Su hermandad con Sonia Silvestre da como resultado el nacimiento de la agrupación Nueva Forma. Mas tarde suscribe su compromiso con la juventud y los trabajadores participando en el icónico concierto y festival «Siete Días con el Pueblo» en un noviembre de 1974, donde las libertades publicas y los derechos humanos estaban resquebrajados por un régimen de fuerza e intolerante, como el de Joaquín Balaguer Ricardo. En ese festival inolvidable, actuó junto a decenas de invitados: Mercedes Sosa y Bernardo Palombo, Danny Rivera, Antonio Cabán Vale (El Topo), Lucecita Benítez, Estrella Artau, Silvio Rodríguez, Noel Nicola, Víctor Manuel, Ana Belén,Pi de la Serra, Los Guaraguao, Guadalupe Trigo, Roberto Darwin,Johnny Ventura, Los Virtuosos de Cuco Valoy, Expresión Joven, Nueva Forma y Convite.
Vitico fue íntegro y frontal desde el inicio hasta el final de su carrera. Solo eso justifica que visitara a Cuba cuando esto era algo prohibido para los artistas y grabara una producción discográfica llamada Verde y Negro, en homenaje a la Raza Inmortal y a los héroes y mártires del Movimiento Catorce de Junio.
Lamentablemente somos como país muy dado al olvido y a la ingratitud. Por eso dejamos pasar bajo la mesa que nuestro Vitico, para 1990 ya estaba en la cima de la preferencia de cantante y músicos internacionales que requerían sus composiciones, tales como «Mesita de Noche» y muchas otras grabadas por Dyango, Milly Quezada, Celia Cruz y Azúcar Moreno, entre otros.
La parca inexorable interrumpió su viaje junto a nosotros, no sin que antes él dejarnos una discografía impresionante:
Álbum Rojo (1973), Chile Vive (1974), Neruda Raíz y Geografía (1974), Cotidiano (1985), Con Sus Flores y Sus Vainas (1986), En Son de Felicidad (junto a Francis Santana) (1982),Artistas por la Paz, Cara o Cruz ( junto a José Antonio Rodríguez) (1986),Flamboyán (1987),Inspiraciones (1990),Tu Corazón (1993),Un Chin de Veneno (1994),Alma de Barrio (1994),Cajita de Música (1996),Recuento I (1998),Pisando Rayas (2001),Bachata Entre Amigos (2006),Verde y Negro (2007),Rojo Rosa (2009).
Víctor Jose Víctor Rojas [ Vitico] fue un artista y ente social completo y único. Irrepetible en su condición de creador, modelo en su manera de actuar e inspirador en su forma de pensar y asumir los compromisos sociales. Pensó, actuó, escribió, compuso y cantó de una sola manera: Autentico, visceral, frontal, sin doblez ni caída, sin reticencia ni falsedades, sin agendas ocultas ni ases bajo la manga. Donde quiera que estes, Vitico, estoy seguro de que tienes toda la luz que regalaste a tu paso, todo el sol que ofreciste desde los Pepines hasta la eternidad.
Pa, Vitico
«Como sé que te aterra la tormenta
he pedido al dios de viento y trueno,
que irrumpa tu dormitar sereno
y desate su lluvia más violenta.
Que se meta en tu noche soñolienta
apagando candiles y luceros
y que su alforja repleta de aguaceros
humedezca cavidades y osamenta.
Para ver si el temor mojando el lecho,
hace que a medio vestir salga tu pecho,
con sus soles temblando alucinantes.
El agua cantará desde tu pelo
señalándole al gozo y al desvelo
«el camino por donde andan los amantes».