"El galardón otorgado en Italia a “Las manos del silencio” no fue un premio a un escrito particular de Juan Colón, sino a la continuidad de un dominio que ya el autor venía cultivando desde hacía décadas”.
Con dos reconocimientos y dos libros publicados en Italia, el 2022 fue un año de ensueños para la poesía de Juan Colón. En marzo del reciñen concluido año Rayuela Edizioni le publicó el libro de poesía “Il miracolo della luce” (El milagro de las luces). Y apenas en el mes noviembre el libro “Las manos del silencio” obtuvo El Premio Internacional de Poesía de la Ciudad de Milán. Poco después, para cerrar el 2022, a Colón le fue concedido el premio “Excelencia Literaria”, otorgado por la Agencia de Prensa Italiana TCG News 2022.
Con sus logros, Juan Colón acaba de instalarse en el parnaso nacional de ese universo de esplendor que es la poesía. La calidad de su producción colocó un sillón particular en el género de la cadencia y la metáfora y se instaló al lado de los destacados.
Juan Colón no es un autor de los que hacen ruidos; es de los que trabaja incansablemente. Es una persona de actitud humilde y apacible. Empezó a rasgarse el alma y a plasmarla en versos a temprana edad. En 1989 entregó el libro de poesía titulado “No puedo callarme”. Siempre intranquilo, en 1991, publicó el libro de relatos titulado “Giocondo mío”. De nuevo, en 1996, entregó a la luz pública el poemario “Raíces de mi alma”. De esa forma le tocó la puerta al futuro de las letras. Pero entonces su llamado no fue atendido.
Con calma, con toda la paciencia que tiene, decidió posarse en el lomo del tiempo. Y cuando el cielo de su creación estuvo bien nublado se dejó llover a cántaro hasta empaparlo todo con un maravilloso libro de poesía titulado “El milagro de las luces”. La obra fue publicada en la lengua Boccaccio en Milán, en marzo del año 2022, por Rayuela Edizioni, con el título “Il miracolo della luce”.
A mediados de año, cuando llegó de Italia con su nuevo libro bajo el brazo, le pregunté: Colón, ¿por qué esperar un cuarto de siglo para entregar otro libro de poesía? Y su respuesta fue la de una persona con el pulso para cultivar una obra imperecedera. Afirmó: “Me propuse no publicar hasta tanto no sintiera que mi obra hubiera alcanzado la madurez y el reposo que requiere toda obra de arte”.
Solo una muestra de “El milagro de las luces” para tomar el pulso del libro. En el poema “Tú llegas en el pasado descalza”, en la página 22, el autor se explaya:
“Tú llegas en el pasado descalza, a tientas por la noche,
detienes los relojes, te acuestas dentro de mi piel,
atraviesas la húmeda región de los remos fecundos.
Abres los balcones del aire.
Los campanarios de la alegría.
Cortas un ramo de olas
y dejas encendidos uno por uno los faroles del porvenir”.
Y cuando se aproximaba el fin de año, cuando nos informó de la noticia recibida anunciándole el galardón, le volví a preguntar: Colón, ¿Qué relación tiene “Il miracolo della luce” con el Premio Internacional de Poesía de la Ciudad de Milán? Y el poeta, con esa sonrisa que casi siempre acompaña su mirada, respondió:
“La presentación de “El milagro de la luz” en Italia implicó un amplio recorrido: recitales y puesta en circulación en Valle de Aosta, Milano, Venecia, La Spezia, y Roma. Eso me permitió vivir la hermosa experiencia de ver cómo los italianos se emocionaban e identificaban con ese libro. A raíz de esa experiencia supe de ese premio y entonces decidí participar. Es decir, “Il miracolo della luce” me estimuló a participar en el concurso”.
Fue así como Juan Colón, con la anuencia de Calíope, bordó con las orlas de sus versos el libro “Las manos del silencio”. Esa obra, como la anterior, fue llevada a la lengua de Dante Alighieri. Con todo y su traducción, todavía con la esencia de su musicalidad intacta, la obra sorprendió al jurado seleccionador que le otorgó el Premio Internacional de Poesía de la Ciudad de Milán.
Ciertamente, en “Las manos del silencio” los lectores se encontrarán con un proceso metafórico de una fuerza enorme y de una frescura que siempre sale airosa. Las afirmaciones, si tienen un sustento, se robustecen mucho más. Algunas de esas metáforas brotan como saltan los peces felices entre el agua. “Las manos del silencio”, el libro premiado, también fue publicado en Italia por Rayuela Edizioni apenas en noviembre del recién concluido 2022. Es una edición bilingüe titulada “Le mani del silenzio” y que Juan Colón ha traído bajo el brazo con esa satisfacción que se le desborda en la sonrisa. En el libro se lee:
No sabía que el día era un muchacho angustiado
ni el olvido una herida siempre abierta,
que el reloj soñó retenerte
en un rincón suspendido entre dos besos. (pág. 16)
Como se percibe, las de Juan Colón son metáforas de fuerza y frescura que le llegan a uno como si fueran una brisa persistente en lo alto de una pradera.
En las insinuaciones sensuales del poeta se siente una sutileza sumamente comedida, sin que deje de ser sugerente:
Y la mar es una niña que juega a la escondida
en los navíos sedientos de tus pétalos carnosos. (pág. 30)
La poesía de Juan Colon también lleva a cuestas a los humildes
El camino sale por la calle, toma el peatón,
deja pasar los albañiles del silencio
escucha los murmullos de borrachos
que se bebieron el horizonte (pág. 46)
También flota como barca en dirección al infinito la identidad del autor, oriundo de una media isla caribeña donde predomina el origen afroantillano, aunque sea algo que por siempre los hispanófilos han querido ocultar.
Va por las extremidades de una mujer mulata.
le brilla una transparencia, se acerca a su cintura,
le brotan piedra, se aproxima a sus senos
y sube sobre los árboles como un adolescente enamorado. (pág. 46)
Incluso, asombrosa es la manera más particular de hacer rejuegos con la relatividad que tiene Juan Colón:
Einstein tenía razón; el tiempo es relativo;
La amé toda la vida, aquella tarde. (pág. 54)
No es aislada la visión social del autor, más bien es persistente. En ello vuelve a insistir:
Muchacha lavandera de agotado crepúsculo
el sur crece en tu frente como una enredadera,
eres nocturna de alegría, de violada sonrisa
pero eres la amapola por dentro de la almohada. (pág. 74)
La poesía de Juan Colon, en verdad, entusiasmó a muchos italianos. El hispanista Gabriele Morrelli, al referirse al libro premiado, afirmó que en “Las manos del silencio” hay un proceso metafórico efectivamente inédito, sorprendente y que inmediatamente capta la atención del lector”. No fue solo él quien opinó. Corrado Ferrarese, director de la RAI.TV de Aosta Italia, en su sección “Cerrar a Facebook y abrir un libro”, afirmó que la obra premiada de Colón es “Un interesante juego de contrapuntos entre presencias y ausencias del que Colón se convierte en protagonista cuando consigue no desviarse de su camino, tener una actitud equilibrada y positiva… Colón nos conduce de la mano en este elegante y respetuoso “viaje sin billete de retorno”, sin pose de maestro de vida, más solo y exclusivamente con el conocimiento de ser actor de su propia representación… Un texto de excelente factura que, como era de esperarse, ganó la edición 2022 del “Premio Internacional de Poesía Ciudad de Milán”.
Fue ese deslumbramiento causado por la poesía de Juan Colón en Italia lo que le valió, para cerrar el año, el premio “Excelencia Literaria” otorgado por la Agencia de Prensa Italiana TCG News 2022.
Lo ha resaltado el propio autor: “El galardón otorgado en Italia a “Las manos del silencio” no fue un premio a un escrito particular de Juan Colón, sino a la continuidad de un dominio que ya el autor venía cultivando desde hacía décadas”. En efecto, lo que allí se lee como poemas son primores. Maravillas que dejan boquiabierto a cualquier aficionado a la poesía. Y, por supuesto, a quienes prefieren la poesía que resalta el amor.
Yo, como un humilde militante de la literatura dominicana, siento un gran regocijo por los reconocimientos de Juan Colón. Sus galardones tienen un significado múltiple para el autor y para el país. Un aspecto particular de estos galardones es que demuestran que el logro poético no es un patrimonio exclusivo de algunos señalados con el dedo de la discriminación. La creación literaria es, sencillamente, de quien la domina. Eso es lo que ha demostrado Juan Colón.