En la literatura universal, muchos escritores han logrado prestigio, cuando una de sus obras ha adquirido la categoría de obra maestra, otros, por haber escrito trilogías, cuartetos o quintetos literarios.  En esta modalidad, una novela mantiene conexión con la otra.  En otros casos, son independientes. El dramaturgo, novelista, poeta, y crítico  irlandés Samuel Beckett, —- el cual personalmente considero que es más conocido por su obra dramática Esperando a Godot —–, escribió lo que se conoce como la trilogía de Beckett.  Las novelas Molloy, Malone muere, y El innombrable, mantienen esa interrelación. En el libro El lenguaje de la verdad, el escritor británico-estadounidense de origen indio, Salman Rushdie, afirma que en las tres, el tema central es la muerte, pero tratan en realidad de la vida, de la batalla que la vida se pasa librando con su sombra, la vida entendida como paradoja.  Molloy, Malone muere, y el Innombrable, se enfrentan a la muerte. Pero son seres vivos.

En la literatura de Estados Unidos, dos narradores escribieron notables trilogías. En primer lugar, el recientemente fallecido Paul Auster, quien se dio a conocer como buen narrador a nivel internacional con la Trilogía de Nueva York, escritas entre 1985 y 1987.  Ciudad de cristal, Fantasmas y La habitación cerrada, son una antología personal de tres novelas, con la diferencia de que mantienen la temática policial, pero no correlación una con la otra. Y en segundo lugar, Philip Roth con la trilogía estadounidense.  Sus novelas, Pastoral americana, Me casé con un comunista, y La mancha humana, abordan la realidad estadounidense.  La primera, las consecuencias que tuvo en Estados Unidos la Guerra de Vietnam; la siguiente, la era del macarthismo, y la tercera el problema de la barrera del color. En realidad, temas distintos, pero Nathan Zuckerman, participando en las tres novelas como personaje protagonista  y haciendo la función de narrador.

Federico García Godoy.

La literatura de viaje tiene en el español Javier Reverte un exquisito exponente. Fue un viajero incansable. Narró sus experiencias viajeras con elegancia de detalles. En este género narrativo, es de singular importancia destacar su Trilogía de Africa, constituida por los libros Sueño de Africa, Vagabundo en Africa y Los caminos perdidos de Africa. En ella, Reverte, describiendo el momento en que se encuentra en ese vasto mundo, nos adentra en la historia de los pueblos africanos, sus luchas y pesares, sus creencias y misterios, la espesura de la jungla y otros tantos detalles, con ternura y estremecimiento a la vez.

En nuestra literatura tenemos a Federico García Godoy –de origen cubano- y sus novelas históricas Rufinito, Alma dominicana y Guanuma. Es bueno señalar, que antes de la publicación de Rufinito, la literatura dominicana solo contaba como novela histórica con  Enriquillo, de Manuel de Jesús Galván.

En lo que se refiere a cuartetos, el español Carlos Ruiz Zafón  obtuvo reconocimiento con la tetralogía del Cementerio de los libros olvidados, cuyas novelas La sombra del viento, El juego del ángel, El prisionero del cielo, y El laberinto de los espíritus, mantienen la unidad argumental. En la década de los 50 del siglo pasado, el escritor británico Lawrence Durrell publicó las novelas Justine, Balthazar, Mountolive y Clea, conocidas como el Cuarteto de Alejandría. En este caso, los personajes cuentan la misma historia, pero desde distintos puntos de vista.  El cuarteto de Alejandría se considera la obra maestra de Durrell, y para la época, llegó a ser comparado con William Faulkner y Marcel Proust.

Si al concepto de diversidad cultural aplicamos la aceptación de la existencia de otras culturas en determinado tiempo y espacio, la literatura de oriente no puede ser la excepción. En lo que corresponde al quinteto literario, hago un aparte para referirme de manera breve, a un escritor, así como también a su producción literaria. Se trata del paquistaní radicado en Inglaterra Taríq Alí (Lahore, Paquistán, 1943).  Tariq Alí nació en el seno de una familia comunista. Pienso que este hecho abonó el terreno para que recibiera la influencia de esa ideología, pues muy joven participó en movimientos radicales, y se involucró en protestas contra la dictadura de su país. Esto motivó, a que su familia lo mandara a estudiar a Inglaterra e ingresara en la prestigiosa universidad  de Oxford.

En la actualidad escribe para el diario británico The Guardian, la revista New Left Review, el grupo estadounidense Z Magazine entre otros medios. También es cineasta. A nivel internacional, cobró notoriedad cuando sostuvo un debate con Henry Kisssinger, secretario de Estado de Estados Unidos durante los gobiernos de Richard Nixon y Gerard Ford contra la Guerra de Vietnam.  Independientemente de haber escrito sobre historia y política mundial, en el ámbito literario Tariq Alí escribió A la sombra del granado, La noche de la mariposa dorada, Un sultán en Palermo, El libro de Saladino y La mujer de piedra.  Estas novelas históricas, son conocidas como el quinteto del Islam, y tratan sobre momentos claves de la historia del Islam en Occidente  y en Oriente. También reflejan la realidad histórica del islamismo como corriente religiosa. Cabe destacar, que en la actualidad, Alí es considerado un especialista en el período del dominio árabe de la Península Ibérica. Un ejemplo de esto es su novela A la sombra del granado, la cual es un relato del derrumbe de las últimas comunidades árabes que quedaron en España posterior a la toma de Granada por los Reyes Católicos en 1492.

El libro de Saladino, la considero la novela de mayor interés dentro del quinteto del Islam, ya que en ella confluye la historia de Occidente y Oriente.  En la misma, su autor se centra en  Saladino como personaje histórico, y no echa a un lado las pruebas históricas en la búsqueda de permanecer fiel a los hechos. La novela nos transporta al evocador mundo de las Cruzadas, a las ciudades de Bagdad, Damasco, y El Cairo de forma casi mágica.

Cuando Jerusalén cayó en el año 1099, esto produjo un estremecimiento en el mundo islámico, ya que estaban en su momento cumbre como pueblo conquistador. El guerrero de origen kurdo Saladino la reconquistó en el año 1187 de nuestra era. Todas las andanzas del gran caudillo musulmán son retratadas en una novela que nos hace respirar el aire de la tercera cruzada, la enigmática atmósfera de los palacios de Oriente, sus aposentos, los barrios bulliciosos, los eunucos, los harems, y todas las pasiones e intrigas que pueden ocurrir a un dominante sultán. Saladino gobernó no solo en Egipto, también en Siria, y extendió sus dominios sobre Palestina, Mesopotamia, hasta Yemen. Hice un aparte para referirme al escritor Tariq Alí y su quinteto del Islam, porque como también dijo el poeta uruguayo Mario Benedetti, El sur también existe, y los que amamos la literatura, alentamos una especial emoción al decir estas cosas.