Con abrazos para Juan Matos y Ramón de Jesús Núñez Duval, por su apoyo. Rumbo al VI Festival Literario-Sur del 6 al 8 de septiembre, en Barahona.

1-Introducción

En este trabajo, el objetivo es presentar una panorámica sobre el estado de la literatura entre los autores de Neiba y sus municipios, teniendo como pauta el proceso creativo de jóvenes escritores desconocidos o pocos conocidos de Neiba, asumiendo como referencia, sus publicaciones, recogidas en la prensa nacional e internacional, en libros o revistas, y hasta difundidas en páginas virtuales, sin importar, la vertiente creativa o su género.

De la gran cantidad de autores y autoras de Neiba, más de cuarenta (40), haré hincapié en siete (7) autores. Esos autores son:

1-*Apolinar Perdomo.
2-*Ángel Hernández Acosta (Quinito).
3-*Manuel Matos Moquete.
4-*Fernando Fernández Duval.
5-*Alexander Ferreras Cuevas
6-*Leonardo Nín.
7-*Petra Saviñón.

Esa selección ha sido aplicada por el sujeto-autor de este trabajo, teniendo en consideración,no la cantidad de obras publicas, sino el dominio de la lengua en sus trabajos, desde una vertiente estética. Eso no indica dejar de reconocer la existencia de otros importantes autores y sus aportes creativos, como veremos en el desarrollo de este estudio.

2-Desarrollo

Durante el desarrollo del 5to. Festival literario-Sur, celebrado en San José de Ocoa, en el año 2023, expuse sobre "Simbología en la literatura del Sur", y me enfoqué en varios autores de la región Suroeste. Fue un estudio general, aunque centrado en Ángel Hernández Acosta (Quinito) y Manuel Matos Moquete, sin dejar de mirar a otros autores sureños, como a Sócrates Nolasco.

Este trabajo es más específico, por un lado, pero más amplio, desde una óptica analítica, partiendo de la poética romántica de Apolinar Perdomo y abarcando todos aquellos escritores nacidos en Neiba y/o en alguno de sus municipios, que hayan difundido sus producciones estéticas en periódicos, en los espacios digitales, en revistas y/o en libros, a nivel nacional o a nivel internacional.

En relación a nuestro Apolinar Perdomo (Neiba,7-10-1882/ Santo_Domingo,18-12-1918), debo destacar su abordaje a una poética amatoria o romántica que responde a la voz melancólica y lírica de su tiempo, donde el amor y el desamor, pautaban el contexto del panorama creativo literario de entonces, en nuestro país.

Afiches de promoción del VI Festival Literario-Sur, a celebrarse en Barahona, República Dominicana, los días 6, 7 y 8 de septiembre de 2024, en Barahona.

En su discurrir poético, la crítica literaria dominicana, ha silenciado el perfil político de un poeta que, sin dejar de proyectar su apego al lirismo y a la erótico, y sin alejarse de los ecos modernista de Rubén Dario, por el 1908, supo también cantarle a su patria, desde una poeticidad inscrita en la defensa de los valores de nuestra naciente dominicanidad. Veamos:

Fragmento del extenso poema titulado, “Canto a la Patria", de Apolinar Perdomo.

(…)

"Para cantarte, ¡Oh Patria!
quiere la musa mía
Beber en tus amores armonía…

Diéramos las sonoras
canciones de sus arpas
el alado concierto que saluda
el divino esplendor de tus auroras;
diérame sus amantes serenatas
o el himno ronco de sus locas furias,
tu mar que es el amante de las costas
que besa rumorosa o que castiga
con celoso furor que cuaja en ambas
irisadas espumas.
(…)

Sobre el sepulcro osado
que guarde tu memoria,
flotará triunfador, nunca humillado
tu victorioso pabellón cruzado
abierto al sol radiante de la Historia"…

(Ver Acosta, Ariel, "Neyba Temas Culturales e Históricos", pág. 110).

¿Por qué nos han ocultado a ese Apolinar Perdomo patriótico y político, a quién le cantaba en esa época?

En ese poema, de acuerdo al doctor Ariel Acosta Cuevas, Apolinar Perdomo, "condena el servilismo hereditario de la sociedad dominicana, condena el pesimismo ancestral, y llama a la lucha y al combate optimistas por un mundo mejor, de locomotoras y progreso".
(Ver Acosta, A. , pág. 94, obra citada).

Ese Apolinar Perdomo ha sido secuestrado por la mal llamada crítica literaria dominicana, elitista y apandillada de ayer y de hoy.

Queremos que viva en las aulas de nuestras escuelas, liceos y academias, ese otro Apolinar Perdomo que nos han silenciado y que nos han ocultado. Que no sólo escribió poemas eróticos, melancólicos y/o románticos, sino que también escribió textos dramáticos, y que, también fue un mortal que participó en la vida política de su época y que llegó a ocupar funciones en las entonces Secretaría del Interior y de la Guerra.

Es autor de "Cantos de Apolo", Santo Domingo, R.D., 1923, 136 págs.

De acuerdo al poeta e investigador, Ariel Acosta Cuevas, Apolinar Perdomo, escribió también crónicas, artículos y ensayos, entre los cuales, se destacan "Sonámbulo" (Monólogo publicado por primera vez en "La Cuna de América", el 6 de octubre de 1907) y "Cuento de amor" (Comedia en dos acto, estrenada en el teatro Colón, en el 1917). De su obra titulada "En la hora del dolor", se publicaron dos escenas en el espacio en la revista "Renacimiento ", el 20 de octubre del 1917, un año antes de su muerte.

Tan amplia fue y es su influencia en la literatura de nuestro país, desde su poesía, que, al momento de su muerte, el Honorable Ayuntamiento de Barahona, dispuso tres (3) días de duelo.

Su poética no debe, ni puede seguir bajo el tamiz del silencio del potencial de su acción creativa, imponiéndonos la imagen amañada de un Apolinar Perdomo, poeta, bohemio… indigente, ocultando su ritmicidad, su cadencia fónica y el potencial creativo de su voz poética, también sostenida en proyecciones patrióticas, desde su poesía, a lo cual, algunos sectores de la clase dominante de nuestro país, pretenden aislar, desde el silencio y el ocultamiento.

Entre sus obras publicadas, podemos citar a "Síntesis histórica de Neyba" (¿?).
"Historia emocional de Neyba" (1981).

(Ver obra citada de Acosta Cuevas, A., págs. 88/91, obra citada).

• Otro poeta neibero, fue Diógenes Noboa Leyba (Neiba, 1919-1974), quien, desde la milicia, supo sostener su voz poética lírica y/o romántica, tradicional, sujeta a los esquemáticos cánones de la composición poética, regida por la métrica.
• Pasemos ahora, al escritor neibero, Ángel Hernández Acosta ("Quinito"), nació el 2-2-1922, en Las Damas, Duvergé, entonces común de la provincia Barahona y hoy, Duvergé un municipio adscrito a la provincia de Independencia, cuya común cabecera es Jimaní, en la frontera con la República de Haití, muriendo el 24/11/1995. Su nombre completo es Ángel Átila Hernández Acosta, mejor conocido como "Quinito".

A la edad de 11 años, el poeta Hernández Acosta, pasó a vivir con sus padres a Neiba, la que fue convertida en Provincia Bahoruco, el 10 de marzo del 1943.

Estamos hablando del más completo escritor de la provincia Bahoruco, como poeta, narrador y dramaturgo. Fue de los integrantes de la Generación del 48, de la que es el más destacado narrador (cuentista) de esa Generación del 48, junto con Máximo Avilés Blonda; Lupo Hernández Rueda; Luis Alfredo Torres; Rafael Valera Benitez, Abelardo Viciodo y Víctor Villegas.

Se le reconoce como poeta, narrador y dramaturgo. De joven tocaba guitarra y en la banda de música de Neyba tocaba el saxofón. Participó como político y formó el Partido Movimiento Independiente "La Paloma".

El poeta Ángel Hernández Acosta fue uno de esos escritores que, para la estructuración de su obra literaria, eligió la soledad, como marco de referencia poética.

Aunque no publicó (no editó) un libro de poemas, a través de su narrativa publicada, se advierte la potencialidad de su canto, canto que se registra en "Las hojas caídas", sonetos donde, la linealidad del verso, no restringe el ritmo interno de su discurso poético.

Como miembro de la Generación de escritores del 48, recogió en su obra la expresión patética del hombre de su tiempo. Lo dominicano universal es parte narratividad.

Los rejuegos metafóricos demarcan la poesía de su prosa, por lo que, desde el cuento, la novela y el teatro, nos permite descodificar su cosmovisión, asumiendo el dominio de una cadencia expresiva en el uso de la lengua.

Desde el pueblo de Neiba, estuvo aislado de los recovecos de este universo que hoy se encasilla en la computarización y la cibernética, el escritor Ángel Hernández Acosta (Quinito), construyó e hizo reventar su manifestación poética.

La publicidad mercadológica del mundo literario de nuestro país, casi lo ignora, sinembargo, muchas son las voces calificadas y cualificadas que recogemos y defendemos el interminable eco del valor estético y plurisemántico de su producción literaria, porque vemos y sentimos en sus obras literarias, a un sujeto-artista que tiene como universo poético, la cotidianidad de su tiempo y el reclamo de la reivindicación de los más sanos valores culturales de su pueblo.

Hernández Acosta, es, por sí solo, un personaje que corre y /o discurre, poblado de silencio y abnegación, junto a la épica leyenda de "Carnavá" (1979), llenando de universalidad, los marcos de una literatura que surge de la colectividad pueblerina de esta sureñidad nuestra, la cual es ya una inagotable fuente temática, que traspasa la mirada antropológica del imaginario de nuestra gente.

Estamos hablando del sujeto-autor que, junto a Juan Bosch, inaugura en este país y en Latinoamericana y el Caribe, el "Realismo mágico", antes de que el venezolano, Arturo Uslar Pietri (16-5-1906/26-2-2001 ), en el 1947, comenzará a teorizar en torno a esa realidad literaria y filosófica. y antes de que el cubano Alejo Carpentier (16-12-1908/24-4-1980), asumiera su apego a esas vertientes de la literatura e iniciara su teorizar al respecto, en el 1949, ya Hernández Acosta, desde la dramaturgia, había proyectado el pensamiento mágico de nuestra gente, en su obra "Coctail de escenas"(1938), en estos linderos geográficos de vacases, "Caboevela", "Cañamaca", "Olivorio" y "Makandal".

Siempre preferí llamarlo con su apodo (Quinito), como se le conoció entre sus amigos.

Siendo él un "muchachón", aún oloroso a bayahonda, guatapaná y mangle, radicado en la capital, durante sus años de estudios, discutía y leía sus trabajos literarios, junto a Virgilio Díaz Ordoñez; Rafael Lara Cintrón; Abel Fernández Mejía; Máximo Avilés Blonda; Rafael Valera Benítez y Víctor Villegas, entre otros escritores.

• Mantuvo una cálida relación con el poeta Juan Sánchez Lamouth, y junto a él, su apego a la soledad y al dolor, fue haciendo más suya aquella angustia de poeta de la soledad.

Ahí les presento estos versos que le dedicó Juan Sánchez Lamouth a "Quinito", una noche de ebrias palabras, en el antiguo bar "La caña", en Neiba. Veamos:
"Aquí vive un poeta//.
las uvas y el lago hacen el superávit de los sueños//
canto de estos viñedos ebrios y sexuales/
que se enamoran de la tierra seca"//.
(Ver poema "Los viñedos del Sur", del libro "Sinfonía Vegetal a Juan Pablo Duarte". Pág. 39).

Dar un juicio absoluto sobre Ángel Hernández Acosta, me resulta difícil, por no decir imposible, por la heterogeneidad de criterios en su vida particular. Fue un hombre de múltiples condiciones, como sujeto participativo, desde el magisterio, la política, el derecho y como simple ciudadanos, y, a pesar de todo, fue un ser homogéneo, en su crecida queja y en su angustia.

Cuando el escritor y diplomático chileno Alberto Baeza Flores, conoció a "Quinito", se hizo incontenible este canto:

"Apareció en el centro de la casa del mundo/
-que era el patio de sombras de su casa-/
Ángel, como palmera pensativa/
lévemente Moreno y delgado/
por el sueño y los días//,
como la palma erguida de un soñado destino/
hecho de soledad y de huracanes lentos-/
poeta del Buen Dios y del mal desamparo/
me sonreía/íntimo y fraterno//,
y -tan de pronto-hermano"//.
(Ver poema "Ángel terrestre", del libro "La tierra más hermosa", de Ángel Baeza Flores. Pág. 52).

El mito, las tradiciones, las creencias anímicas y/o el imaginario de los sujetos del barrio, estructuran la narrativa de Ángel Hernández Acosta (Quinito).

He aquí, cuando la épica regional traslimita su marco esquemático para erigirse en testimonio de universalidad.
Ese escritor de la narrativa montonera, se autoexilió en Neiba.

Estaba, casi siempre sentado en su mecedora pajiza, debajo de una enramada, con un cigarrillo en la boca y una taza de café, confundido entre símbolos, metáforas, quejas, querellas y expedientes, con su "Ruddy" de ternuras, palomas, gallos y datos notariales, floreciendo en destellos… hacia el universo, desde su exilio geográfico sur.

• El hombre y sus vivencias, sirven de referentes, ante la obra literaria de "Quinito". Como miembro de la Generación del 48, sus postulados responde a los postulados de los demás integrantes, de ahí su apego al rechazo a las iniquidades del Ser y su afán de hacer de la palabra una fuente de ritmicidad.

• En la narrativa de Ángel Hernández Acosta, fluye una poética rítmica que atrapa al lectora, desde su enfoque abarcando de la realidad montonera y ureña del Sur y de su gente.

• Al decir del poeta e investigador, Dr. Ariel Acosta Cuevas, este creador, junto a Apolinar Perdomo, es uno de los dos escritores "mejores" de Neiba. (Ver Acosta Cuevas, A., "Neyba Temas Culturales e Históricos". Pág. 87., Editora Amigo del Hogar. Santo Domingo, R.D., 2018.

• Obras de Ángel Atila Hernández Acosta (Quinito):

• "Coktail de escenas", 1948, narraciones. "Tierra Blanca" (1952),narraciones. "Otra vez la noche"(1972), narraciones. "Carnavá ", (1978), novela. "El otro Pedro Quin" (1992), el cual reposa en el Ministerio de Cultura, ya que fue ganador del tercer lugar en un concurso de cuentos en el 1992.

Obras inéditas de Ángel HernándezAcosta(Quinito):
• "Las bodas de la señorita" (Cuentos). "Cuentos distintos". "Los libertadores saben leer" (Novela). "Aquella copa del licor nocturno" (Sonetos). "Espejo interior" (Poemas).

• Otro creador neibero, es Armando Arturo Sosa Leyba (Neiba,17-2-1925/ 2-7-1972, Santo Domingo, D. N). Cabe deatacar el tratamiento de su producción poética, publicada en revistas de la Policía nacional y del ejército nacional, en su calidad de militar activo.

No es este el espacio para resaltar su defensa del sentido de independencia y democracia del pueblo dominicano, durante la segunda invasión militar del poder norteamericano a nuestra tierra, en el abril del 1965. Asumimos aquí su potencial estético desde su discurso poético.

Su poética también se sitúa en la memoria o el recuerdo de su pueblo natal, la naturaleza, sus batallas y su ardiente sol. Veamos:
• (…)

• "Desde el cielo alto desprovisto de nubes la pupila soñadora y serena de su lago Enriquillo desde tu luna de lágrimas disuelta sobre tus noches lentas, tu silencio a ratos sangrando de trapiches y tus hombres hinchados de horizontes y esperanzas en su ardua batalla con la tierra, y tu palabra emocionada nacida en el recuerdo de rus hazañas épicas desde tus hijos apegados a la real presencia de tus cosas".

(…)

• Se trata de una poética basada en la memoria de su pueblo natal y su proyección lírica del amor, con sus suelos y su melancolía.
• Obras de Armando Sosa Leyba:

o Entre sus obras publicadas, podemos citar a "Síntesis histórica de Neyba" (¿?).
"Historia emocional de Neyba" (1981).

• Yo no sé si son "mejores" o si son las más "malos" poetas, los que estoy seleccionando aquí en este trabajo, y tampoco me interesa asumir un tratamiento de valores afectivos, porque aquí yo no pretendo actuar como juez de la literatura que se produce en Neiba, me interesan sus valores estéticos.

• Otro creador neibero, es Armando Arturo Sosa Leyba (Neiba,17-2-1925/ 2-7-1972, Santo Domingo, D. N). Cabe deatacar el tratamiento de su producción poética, publicada en revistas de la Policía nacional y del ejército nacional, en su calidad de militar activo.

No es este el espacio para resaltar su defensa del sentido de independencia y democracia del pueblo dominicano, durante la segunda invasión militar del poder norteamericano a nuestra tierra, en el abril del 1965. Asumimos aquí su potencial estético desde su discurso poético.

Su poética también se sitúa en la memoria o el recuerdo de su pueblo natal, la naturaleza, sus batallas y su ardiente sol. Veamos:
(…)

"Desde el cielo alto desprovisto de nubes la pupila soñadora y serena de su lago Enriquillo desde tu luna de lágrimas disuelta sobre tus noches lentas, tu silencio a ratos sangrando de trapiches y tus hombres hinchados de horizontes y esperanzas en su ardua batalla con la tierra, y tu palabra emocionada nacida en el recuerdo de rus hazañas épicas desde tus hijos apegados a la real presencia de tus cosas".
(…)

Se trata de una poética basada en la memoria de su pueblo natal y su proyección lírica del amor, con sus suelos y su melancolía.

Obras de Armando Sosa Leyba:

Entre sus obras publicadas, podemos citar a "Síntesis histórica de Neyba" (¿?).
"Historia emocional de Neyba" (1981).

No podemos dejar de hacer constar el discurso poético de Norvo Antonio Pérez (Neiba1925- Santo Domingo, R.D- 2022), desde un decir directo, desprovisto del simbolismo metafórico, propio de la estética del decir poético.

Obras publicadas:

"Perfiles íntimos", poemas-1978.
"El hijo del yanky", novela-1983.

Otro autor neibero, es Rafael Mauricio Pérez Acosta, es también otro poeta militar (Neiba1930/ Santo_Domingo 1993). Otro de nuestros poetas militares, apegado también a un canto lírico, rimado y asumiendo al conteo silábico del verso, para brindarnos su poesía romántica y melancólica.

• Veamos ahora el caso del Dr. Ariel Acosta Cuevas (Neiba 1935-Santo Domingo 2022). Sobre la poética del Dr. Ariel Acosta Cuevas, hay que resaltar los sentidos de evocación sentimental del poeta con lo filial, hasta constituir un código expresivo de cotidianidades propias de las vivencias intimistas del poeta.

Aunque de él no se tiene ningún libro de poemas publicado, conservamos un libro inédito de poemas, junto a los poetas neiberos, Abraham Méndez Vargas y Julio Cuevas.

En los poemas de Ariel Acosta Cuevas, sobresale un manejo metafórico de la lengua y un afán de manifestar el sentimentalismo, al percibir y sentir su mundo material y espiritual.
(…)

• "El Referimiento Dominicano y Otros Escritos"(2018), es su quinto libro publicado. Se trata de un escritor, por demás, filósofo natural, formado en el fulgor del saber popular y académico. Junto con otros destacados intelectuales, como el poeta, narrador, dramaturgo y también jurista, el ya fenecido amigo, Ángel Atila Hernández Acosta (Quinito).

De esa fuente es que proviene ese sencillo ser, el cual nunca se ha desligado de su terruño natal, al cual lleva apegado en su decir y en su hacer. Ese es también otro gran hombre-uva.

Gran conocedor y estudioso de los filósofos alemanes Karl Otto Apel y Jurgen Habermas. Teniendo presente su "fundamento de lo moral que transforma dialógicamente el principio formal kantiano de la autonomía de la voluntad en el principio procedimental de la ética discursiva". (A.Acosta Cuevas-2018-222).

Como jurista y como ser humano, parte y actúa a sabiendas de que "La ética del discurso tiende hacia la universalización de las normas y valores que atañen a todos los seres humanos".(A.Acosta Cuevas-2018-224). Ya les dije, estamos ante un letrado que ha hecho de su vida el extenso traginar de su filosofar.
• (…)

Obras publicadas por Ariel Acosta Cuevas:
• "Neyba tierra de historia y poesía", 2006.

"Por los caminos del Sur", 2007, ganó el primer lugar en el concurso del Ministerio de Cultura.

• "Tú también puedes", novela, 2017. "Génesis de los Acosta Nacionales”, Ensayo histórico, 2016.

• "El referimiento Dominicano y otros escritos", 2018.

Ahora paso a tratar el quehacer literario de Jorge Viriato Noboa Herasme: (Neiba1939/Santo Domingo 1970), es otro de nuestros poetas, que le cantó a su pueblo natal y a sus hazañas patrióticas, apegado a una organización estrófica clásica o tradicional, desde el uso de versos octasílabos, en cuartetos, rimando primer verso con tercero y segundo verso con el cuarto verso.

• Incursionó en el campo dramático de su época como actor principal en la obra «Sentencia de Medianoche», montada por primera vez el 20 de agosto del 1964, original del dramaturgo Dr. Ángel A. Hernández Acosta.

Se destacó por ser un poeta y gestor cultural, proyectado en visión de resaltar los valores materiales y espirituales de su tierra natal.

• Ángel Gonzaga Peña Santana (Neiba, 1944)
• Este poeta, aunque no ha publicado ningún libro, se ha destacado por una expresión poética basada en el manejo de la lengua, a partir de su potencial estético. Su voz poética, inicialmente, estaba fundamentada en resaltar los valores de su pueblo natal,Neiba, y, con el tiempo, la religiosidad o su disposición de asumir las creencias de la fe cristiana, ha incidido en un drástico cambio de voz, para proyectar su poesía en los ferviente ecos de la religión cristiana, como creyente militante.

Obras de Ángel Gonzaga Peña Santana:
"Canto a Neiba". Antología, 2017.
"El sonido del fuego", 2002.
Detenernos, ahora, en el Dr.

Pasemos ahora a la narrativa poética y cimarrona de Manuel Matos Moquete (Tamayo, provincia Bahoruco,1944), lo que conlleva a una mirada a su discurso narrativo, fundamentado en sus vivencias, procurando siempre, desde el relato, relatarse a sí mismo y relatarnos.

El humanismo, lo humano, es parte de los ejes centrales, propios de la narrativa de este escritor.

Cuando se tiene una idea clara, precisa y pertinente, sobre la función política y el compromiso ético de ser humanista, se asumen riesgos conscientes. Más aún, en una sociedad dependiente y subdesarrollada, como la nuestra, en este presente de incertidumbre y de acelerados cambios sociopolíticos, educativos, culturales y económicos. De eso, este creador está muy consciente, desde su discurso narrativo.

Sobre el narrar de este creador sureño y cimarrón, específicamente sobre su libro titulado, "Mi isla mi lenguaje"(2022), he sostenido que"
(…)

"Aquí está el maestro, en su posición dialógica de compartir saberes con el otro. La otredad es su público y a ella embiste con su decir, con su palabra de intelectual orgánico, comprometido con él mismo, con nosotros y con su tiempo.

Aquí tenemos al poeta… montado sobre su nube de tabardillos, oloroso a uvas, a cedro y al salitroso mangle del "Lago Enriquillo", apegado a nuestro Sur cimarrón, bravío y fecundo.
Al ser recogida aquí esa importante propuesta, por parte del sujeto-autor, sale a relucir aquella vieja fundamentación teórica que establece el vínculo entre las ciencias y las humanidades, lo cual debe ser sostenida como una Aquí está el artista de la palabra, con su estatura de exiliado, desde la integridad libertaria de su pensar, desde su decir y desde su hacer creativo y cuestionador,

Hay aquí una teoría de la lengua, donde el sujeto en movimiento, parte de la palabra en uso y la asume como pieza íntima de su "residencia en tierra", como si proclamara al poeta Pablo Neruda y sus confesiones de haber vivido.

En este libro, "mi isla mi lenguaje", el lenguaje (respetando el concepto
del sujeto-autor)), desde su expresión sígnica y simbólico-expresiva de la lengua, le sirve de acuñamiento al autor, para prefijar en el lector, los valores culturales y políticos que nos otorga la lengua, en la construcción de nuestros valores identitarios, como sujetos hablantes o como sujetos creadores.

El territorio, como marca social, pierde su sentido geográfico, para asumir la dimensión política y cultural del sujeto en defensa de su razón de ser, como usuario, como facilitador y como militante en alerta, de su fundamento creador y de transformación que, en este caso, es su isla, su lenguaje o su lengua.

Su isla es nuestra isla y su lenguaje es nuestro lenguaje, convertido en lengua y en sentido del vivir y del morir, más allá de la frontera, siendo fronterizos, marcados por impuestos cortes culturales que traspasan nuestra soñada armonía, en el sabernos vecinos y estar tan distantes, por el interés y el poder de unos fulanos que ya han negociado nuestra vecindad.

He aquí una filosofía del lenguaje convertida en manual para el buen vivir, sacada de la cartilla errante de un zurdo, por no decir de un hombre de izquierda que ya no se aferra al dogma de algún color partidista, sino que vive apegado a sus sentidos, los que ha convertido en su patria, desde su errancia, lo cual le es, también, vinculante a su lengua.

En estos relatos de la memoria o la esta memoria de estos relatos, hay una tramada dialogía para los lectores. Están diseñados para que los lectores puedan conversar con el sujeto-autor, desde el discurso o desde la dialogicidad enunciativa que hoy le ha permitido a este narrador, contarnos sus vivencias, mientras él procura reconocerse y reinventarse, desde los rostros y sus miradas de la otredad.