A casi un año de haberse estrenado en el Festival de Cine de Cannes, consigo finalmente ver la cinta Titane, segunda entrada de la directora francesa Julia Ducournau que en aquella ocasión se alzó con la prestigiosa Palma de Oro en medio de la polémica. Y no es para menos. Al igual que su ópera prima, Crudo, en la que una joven prometedora se obsesiona con comer carne cruda en una facultad de veterinaria, Ducournau retorna a la poética del horror corporal con un tratamiento orgánico y retorcido que me mantiene sujeto al asiento cuando examina, en clave alegórica, su estudio sobre la polisexualidad y la identidad de género, enterrada como la llanta de un auto en el lodo.

En la apertura sigue a una niña llamada Alexa, quien sufre un accidente al rebelarse contra su padre en el coche en el que viajan, lo que le provoca una lesión en el cráneo que le deja permanentemente una cicatriz tapada con una placa de titanio en un lado de la cabeza. La trama sigue la travesía de Alexia cuando es ya una mujer adulta que trabaja como corista en un show de automóviles, donde baila semidesnuda subida en la tapa de carros a las órdenes del público masculino que adora su exhibicionismo sensual, pero que esconde el extraño fetiche de tener sexo con el carro (hasta quedar embarazada) y, de igual forma, su profesión como asesina en serie cuyo modus operandi consiste en matar a hombres y mujeres clavándoles una pinza en el oído.

La premisa, tratada con una fórmula que mezcla la tinta del body horror y la ciencia ficción minimalista, se puede interpretar a simple vista como una alegoría de la identidad de género en la sociedad contemporánea, particularmente a partir de las secuencias en la que una preñada Alexia asume la identidad masculina del hijo andrógino perdido de un bombero drogadicto; pero, Ducournau lo complementa con otros subtextos. La simbólica cicatriz es la marca de las llamas del sufrimiento y de la impotencia que no se borra nunca con ningún extinguidor: el abuso recibido por ser diferente. El embarazo no deseado metaforiza el temor de la mujer de repetir la pesadilla de parir un ser distinto que no encaje dentro de las métricas normativas del género.

El comportamiento de Alexia refleja el resquebrajamiento psicológico de una mujer incomprendida que ha sido abusada lo suficiente como para engendrar un odio visceral hacia hombres y mujeres por no tolerar su identidad sexual. Es muy posible que en un pasado Alexia sea una víctima de un núcleo familiar disfuncional, donde recibió maltratos físicos y emocionales por sus preferencias sexuales más inusuales, por lo que se refugia ahora en la violencia para manifestar su ira como acto de rebeldía ante el mandato heteronormativo. En un sentido dialéctico, Alexia es una mujer que llena el vacío provocado por la falta de autoaceptación a través del padre falsificado que la comprende y, Vincent, por su lado, es el padre afligido que ve en Alexia al hijo que perdió.

Lo interesante es la manera en que Ducournau sostiene la consistencia de estos temas con una complejidad bastante soterrada que, kilométricamente, bebe el aceite del cine corpóreo de Cronenberg y del surrealismo más lynchiano, con un atrevido engranaje visual y sonoro. Y todo con una estupenda actuación de la debutante Agathe Rousselle, que logra expresar, con su gestualidad y su lenguaje corporal, el dolor de esa mujer convertida en monstruo mecánico que, como el metal de titanio, ha resistido el fuego de la intolerancia por su condición sexual. También la de Vincent Lindon como el padre atormentado que recurre a las drogas para olvidar la tragedia en la que se negó a aceptar la sexualidad de su hijo desaparecido.

No me atrevo a decir que es una de las obras sublimes del año, sobre todo porque a veces se subordina demasiado al texto feminista, pero, desde luego, el experimento transgresor de no deja de parecerme provocativo y calculadamente inquietante.

Ficha técnica
Título original: Titane

Año: 2021
Duración: 1 hr 48 min
País: Francia
Director: Julia Ducournau
Guion: Julia Ducournau
Música: Jim Williams
Fotografía: Ruben Impens
Reparto: Agathe Rousselle, Vincent Lindon, Garance Marillier, Myriem Akeddiou,
Calificación: 7/10