Sonido de libertad (Alberto Gómez Monteverde, 2023), ha iniciado sus funciones en el país, sustentado por una estrategia de promoción imponer su marca en boletería del cine del mundo, (como lo está logrando, desde su perfil de cine independiente), dándole mucha agua a beber a los grandes éxitos del verano (blockbuster), pero con una diferencia sustancial.

Esta película supera su propia naturaleza: es cine de desafío personal y social, gestor de conciencias y acciones y con: concienciar y combatir la esclavitud sexual de niños y niñas, razón esta última del intento de proscribirla y bloquearla en muchos países.

El reto que transmite Sound of Freedom, parte del compromiso personal que asumió el exagente del FBI Tim Ballard, quien vino al país al lanzamiento, pudiendo haberse ido a cualquiera de los “mercados grandes” para este día del estreno latinoamericano.

Este llegó con un mensaje claro: el país es un formidable destino turístico y tras ese flujo, está la sombra de los pedófilos de Estados Unidos y otras nacionales, capaces de pagar por entrar en contacto con las víctimas que apenas inician su vida. Ya la tenemos en pantalla, luego de su estadía en la zona de nadie durante seis años tras ser concluida.

El proyecto transcurrió por un largo proceso de bloqueos, rechazos, cierre de ventanas, rechazos ideológicos y ridiculización y aversión por medios de comunicación (sobre todo norteamericanos y al servicio de la derecha).

El impedir su proyección tuvo el concurso de medios globales (CNN, The Guardian, y la amarillista versión USA del magazine The Rollings Stones y afortunadamente desacreditada a los ojos de la crítica más integral, procurando etiquetarla en el universo de las teorías conspirativas.

Sonido de libertad es un proyecto valiente, bien logrado, que desarrolla a la perfección su visión iberoamericana, a pesar de repetir los pasos previsibles de sus personajes estereotípicos, hitos referenciales de un guion basado el juego de roles maldad/bondad y el esquema harto conocido del grito ante una realidad horrible, respecto de la cual la postura de mucha la gente que preferir el silencio y la ignorancia.

Uno de sus aportes es la banda musical a cargo de Stephan Altman, enriquecida por una selección de canciones que incluye las interpretaciones de: Rosemary Clooney, Manuel Imán, Alejandro Sanz, Xocoyotyin Herrera, Marco Flores, Nina Simone y Jhon Secada.

Su costo inicial, muy del cine guerrillero, fue de 18 millones de dólares y hoy, con la superación de los 200 millones en taquilla mundial, tiene a los expertos en mercadeo de cine preguntándose por la esencia diferenciadora que implica.

Es simple: dio en el punto sensible al exponer un negocio frente al cual el público se hace indiferente y cómplice por inacción o al menos deja un llamado a la conciencia.

El espectador se encuentra ante un dram de sensitivo telón social, con un adecuado manejo de sus talentos y recursos, entre los cuales se destacan la actuación: el protagónico sincero y desgarrador de Jim Caviezel, inolvidable por su sacrificado rol de Jesús en La pasión de Cristo (Mel Gilbson, 2004), contra la cual – no casualmente— también hubo una campaña en el país para que no fuera vista, que encabezó mi Iglesia Católica en 2005.

Son notables y emotivas las actuaciones de los niños actores, y del equipo de soporte, Manny Pérez (Fuego) que entrega uno de los roles más admirables y despreciables de su carrera, de la actriz cubana Yessica Borroto (Giselle), Mira Sorvino (Katherine Ballard) y Billy Camp (Vampiro).

¿Quién es Monteverde?

El director Gómez Monteverde demostró con Bella (2006) que era capaz de crear películas de impacto social y emotivo, (para este caso el tema del aborto adolescente) a partir de pocos presupuestos. Ella fue un éxito en el Festival Internacional de Cine de Toronto, en el cual ganó el premio People’s Choice.

Por esa producción, el Instituto Smithsoniano le entregó el 5 de septiembre de 20072007 el Premio Legacy (Herencia) a los cineastas mexicanos Eduardo Verástegui y Alejandro Monteverde, por su positiva contribución al arte y cultura por medio de su trabajo, visión y compromiso.

El drama real

Es la esperanza de que los cinéfilos no acudan por el solo deseo de entretenerse, porque el tema tratado es demasiado vivo, extremadamente urgente de ser conocido y excesivamente necesitado de acciones por parte de todos para que ese infierno que involucra la vida de miles de niños que siguen a expensas de los pedófilos insaciables.

La advertencia es necesaria: Pasar hora y media frente a la pantalla solo para diversión y morbosa curiosidad, no vale el tiempo. Su esencia es su llamado.  Verla es disfrutar la carga artística, emocional y social que en ella transcurre.

La esclavitud sexual de menores implica una realidad, respecto de la cual la sociedad debe entender su gravedad del informe 2015 de Organización de Naciones Unidos.

El documento revela que en los últimos 15 años la proporción de niños sometidos a trata sexual, ha aumentado, de alrededor del 10% que era en 2015 a más del 30%, solo en 2018, índice que probablemente esté en aumento.

Ficha técnica

Título: Sonido de libertad

Director: Alejandro Gómez Monteverde

Productor: Eduardo Verástegui

Año: 2023 Música: Stephan Altman

Duración: 131 MIN

Nacionalidad: EU/México/Colombia

Género: Drama

Productora: Angel Studios

Distribuidora en RD: Caribbean Distributions

Elenco: Jim Caviezel, Mira Sorvino, Billy Camp y Eduardo Verástegui, Manny Perez, Yessica Boroto, Javier Godino, José Zuniga, Kurt Fuller, Eduardo Taracena, Gustavo Sánchez Parra.

Sinopsis: Sonido de Libertad, Aborda la historia real de Timothy Ballard, un antiguo agente de la CIA que dedicó parte de su vida al rescate de menores de edad prisioneros en redes de tráfico de personas. La película enfoca su atención en el negocio del tráfico infantil en América Latina,