La palabra operación no forma parte del nombre de los operativos judiciales, policiales y militares, por lo que lo apropiado es escribirla con inicial minúscula.

En las noticias sobre la operación puesta en marcha por el Ministerio Público el pasado fin de semana contra altos funcionarios del Gobierno de Danilo Medina (2012-2020), en los medios de comunicación aparece el nombre del operativo con inicial mayúscula en todas las palabras: «Exministro detenido en Operación Calamar es dueño de cuatro agencias de vehículos en Puerto Rico», «Apresados en Operación Calamar ya están en el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva» o «La “Operación Calamar” es el nuevo caso contra la corrupción administrativa que fue puesto en marcha durante la madrugada de este domingo por el Ministerio Público con 40 allanamientos».

En estos casos la mayúscula inicial solo afecta a la parte específica del nombre (CoralAntipulpoManatíCalamar…), pero el sustantivo genérico operación, que no forma parte del nombre, se escribe con minúscula, tal como lo aclara la Real Academia Española en su cuenta de Twitter. Además, es innecesario el uso de la cursiva o de las comillas.

Por tanto, en los ejemplos citados lo más apropiado habría sido escribir «Exministro detenido en operación Calamar es dueño de cuatro agencias de vehículos en Puerto Rico», «Apresados en operación Calamar ya están en el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva» y «La operación Calamar es el nuevo caso contra la corrupción administrativa que fue puesto en marcha durante la madrugada de este domingo por el Ministerio Público con 40 allanamientos».

Ver también nuestras recomendaciones anteriores sobre un tema similar: anticorrupción, claves de redaccióncaso Medusa, con caso en minúscula.

 Fundéu Guzmán Ariza es una iniciativa de la Fundación Guzmán Ariza Pro Academia Dominicana de la Lengua, institución sin fines de lucro entre cuyos objetivos se encuentra impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación de la República Dominicana. Cuenta con la asesoría de la Academia Dominicana de la Lengua, el Instituto Guzmán Ariza de Lexicografía y la Fundación del Español Urgente (FundéuRAE), así como con el patrocinio económico del bufete Guzmán Ariza.