Rubén Silié. "La identidad caribeña es plural y diversa, y no está predeterminada ni es estática. Ha sido un proceso continuo y cambiante desde la colonización hasta la actualidad."

La Cátedra de Literatura René del Risco Bermúdez fue creada en 2018 bajo los auspicios de la Fundación René del Risco Bermúdez, en el marco del Centro de Estudios Caribeños de la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), con el propósito de fomentar el conocimiento y la difusión de la literatura dominicana y caribeña, creando un espacio académico de reflexión sobre estos temas tanto para la comunidad académica como para el público general. Hasta el momento, cátedra ha permitido la participación de escritores nacionales e internacionales de gran prestigio, como:

  • Leonardo Padura (Premio Princesa de Asturias de las Letras)
  • Sergio Ramírez (Premio Cervantes)
  • José Rafael Antigua
  • Roberto Zurbano
  • Rey Andújar
  • Mayra Santos-Febres
  • Soledad Álvarez (Premio Nacional de Literatura)
  • José Mármol (Premio Nacional de Literatura)

Recientemente la cátedra ha invitado al escritor y periodista mexicano Juan Villoro como invitado internacional, y al escritor dominicano Rubén Silie como invitado nacional. Hablaremos un poco sobre los planteamientos precisos y valiosos de Rubén Silie.

Sobre el conferencista Rubén Silie

Investigador en temas relacionados con la historia del Caribe, esclavitud, emigración de dominicanos, migración haitiana hacia la República Dominicana, y las relaciones entre ambos países. Historiador especializado en historia económica. Diplomático y político, ha desempeñado importantes roles en el ámbito internacional. Licenciado en Sociología por la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Maestría en Historia Económica en la Escuela Práctica de Estudios Avanzados de la Universidad de París. Maestría en Sociología del Desarrollo en el Instituto de Estudios sobre Desarrollo Económico y Social en París.

Ha publicado:
− Economía, Esclavitud y Población.
− Ensayos sobre Cultura Dominicana.
− La República Dominicana y Haití frente al futuro.
− Las relaciones fronterizas: una isla para dos.
− Hacia una nueva visión de la frontera.

Resulto una experiencia reconfortante escuchar a Rubén realizar una reflexión profunda sobre los procesos históricos y culturales que han forjado la identidad del Caribe, enfocándose en cómo las dinámicas coloniales y sus legados han contribuido a la pluralidad y diversidad de las culturas caribeñas.

Silié señala que, a pesar de los esfuerzos por homogenizar las colonias a través de sistemas de dominación y segregación, las poblaciones del Caribe han logrado, a lo largo de los siglos, crear una identidad común, marcada por la transculturación y la resistencia frente a la aculturación impuesta por las potencias coloniales.

La mirada crítica hacia la historia del Caribe expone tanto las complejidades del proceso de construcción identitaria como las paradojas de la segregación y la lucha por la supervivencia cultural. El exquisito conferencista también reflexionó sobre el desafío actual de superar el "falso universalismo" que ha acompañado a la colonización, sugiriendo que el Caribe debe celebrar y reconocer sus propios valores y pluralidades identitarias.

Algunas ideas centrales del discurso del Maestro Silié

La identidad caribeña es plural y diversa, y no está predeterminada ni es estática. Ha sido un proceso continuo y cambiante desde la colonización hasta la actualidad.

Durante la colonización, las potencias coloniales no promovieron una identidad común entre las islas del Caribe. Cada metrópoli (Inglaterra, España, Francia, Holanda) intentó mantener su influencia exclusiva sobre las islas que controlaba, lo que contribuyó a la fragmentación y el aislamiento entre ellas.

El proceso colonial estuvo orientado a garantizar la explotación económica, con una fuerte segregación social y racial que limitaba las interacciones entre los diferentes grupos de colonizados. Durante el colonialismo, las poblaciones esclavizadas africanas, así como los pueblos orientales, fueron explotadas bajo un sistema de clases basado en el color de la piel, lo que perpetuó la desigualdad y el racismo.

A pesar de las barreras impuestas por la colonización, los caribeños desarrollaron una cultura híbrida, que no es ni completamente europea ni africana, sino una mezcla que puede denominarse "criolla" o "afrocaribeña".

La abolición de la esclavitud trajo consigo el desplazamiento de los trabajadores africanos de las plantaciones, lo que llevó a la llegada de trabajadores asiáticos (chinos, indios, malasios) para sustituirlos en la producción azucarera.

La llegada de trabajadores asiáticos introdujo una nueva fase de sincretismo cultural en el Caribe, generando un proceso de transculturación aún más complejo que incorporó nuevas lenguas, religiones y costumbres.

A pesar de las diferencias y la fragmentación, los pueblos caribeños desarrollaron rasgos culturales comunes, que surgieron a partir de la integración de elementos europeos, africanos y asiáticos, creando una identidad regional compleja y multifacética.

Durante el siglo XX, las migraciones intra-caribeñas (por ejemplo, los Cocolos a la República Dominicana, los haitianos a Panamá) añadieron nuevas capas a la identidad caribeña, mientras que los trabajadores caribeños también se desplazaban hacia las industrias estadounidenses.

Rubén Silié concluye que, a pesar de la lucha histórica por la preservación de la identidad caribeña, el Caribe debe ahora enfrentar el desafío de resaltar sus propios valores y pluralidades identitarias, superando las concepciones coloniales impuestas por el "falso universalismo" y celebrando la verdadera diversidad de la región.

Finalmente quiero expresar que, como historiador, me sentí gratamente representado en las palabras del maestro Silié, quien al principio de su ponencia y de forma jocosa, expresó que al invitarlo al lado de Juan Villoro se estaba «Cogiendo piedras para los más chiquitos» pero en realidad la profundidad de sus planteamientos y su calidad discursiva lo sustraen del calificativo de «chiquito» y lo coloca en el renglón de los «grandes».