Gólgota Rosa
Del cuello de la amada pende un Cristo,
joyel en oro de un buril genial,
y parece este Cristo en su agonía
dichoso de la vida al expirar.
Tienen sus dulces ojos moribundos
Tal expresión de gozo mundanal,
Que a veces pienso si el genial artista
Diole a su Cristo alma de don Juan.
Hay en la frente inclinación equívoca,
Curiosidad astuta en el mirar,
Y la intención del labio, si es de angustia,
Al mismo tiempo es contracción sensual.
¡Oh, pequeño Jesús Crucificado,
déjame a mí morir en tu lugar,
sobre la tentación de ese Calvario
hecho en las dos colinas de un rosal!
Dame tu puesto, o teme que mi mano
Con impulso de arranque pasional,
La faz te vuelva contra el cielo y cambie
La oblicua dirección de tu mirar.
FABIO FIALLO, Fabio Federico Fiallo Cabral, nació en la ciudad de Santo Domingo el 3 de febrero de 1866 y falleció en La Habana, Cuba, el 29 de agosto de 1947. Sus restos fueron expatriados por Joaquín Balaguer y sus obras completas fueron editadas por el gobierno. Fiallo fue el primero que difundió el modernismo en nuestro país, junto con Tulio Manuel Cestero en su revista El Hogar de 1894, publicando cuentos y poemas de Azul. Se le considera el más grande cuentista dominicano de ese movimiento, aunque en su poesía, hay ecos de Bécquer y permaneció más romántico, si se puede. Se enfrentó a la primera invasión norteamericana de 1916 y padeció prisión, siendo paseado con traje presidiario por las calles de Santo Domingo.