Madrigal
Ojos astrales
Si Dios un día cegara toda fuente de luz,
el universo se alumbraría
con esos ojos que tienes tú.
Pero si —lleno de agrios enojos
Dios un día te arrancase, para que el mundo
con la alborada de tu pupila no se alumbrase;
aunque quisiera, Dios no podría
tender la noche sobre la nada…
Porque aún el mundo se alumbraría
con el recuerdo de tu mirada!
Comparación con el Madrigal
de Gutierre de Cetina
Ojos claros, serenos,
Si de un dulce mirar sois alabados,
¿Por qué, si me miráis, miráis airados?
Si cuando más piadosos,
Más bellos parecéis a aquel que os mira,
No me miréis con ira,
Porque no parezcáis menos hermosos.
¡Ay tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
Ya que así me miráis, miradme al menos.
José Polonio Hernández. Peache (1892-1922). Nació en Hatillo y falleció en Río Grande, donde había ido a vivir y a ejercer su profesión de farmacéutico. Su Madrigal también conocido como Ojos Astrales, se ha comparado con el de Gutierre de Cetina (1518-1572). Lo hemos copiado para que el lector observe que son diferentes, aunque se ha confundido con el del español, como se puede comprobar en la Web. Se le señala como poeta modernista por la época en que escribió, pero fue más bien un romántico del post-romanticismo boricua. Era músico y tocaba en las bandas regionales.
Entre sus obras están Coplas de la vereda, 1919, El último combate, 1921 y de manera póstuma Cantos de la sierra, 1925 y una Antología de 1956. Quizás sea, o sin quizás, el poeta más popular de Puerto Rico.