Farewell

 

1

Desde el fondo de ti, y arrodillado
un niño triste, como yo, nos mira.

Por esa vida que arderá en sus venas
tendrían que amarrarse nuestras vidas.

Por esas manos, hijas de tus manos,
tendrían que matar las manos mías.

Por sus ojos abiertos en la tierra
veré en los tuyos lágrimas un día.

2

Yo no lo quiero, Amada.

Para que nada nos amarre,
que no nos una nada.

Ni la palabra que aromó tu boca,
ni lo que no dijeron las palabras.

Ni la fiesta de amor que no tuvimos
ni tus sollozos junto a la ventana.

3

(Amo el amor de los marineros
que besan y se van.

Dejan una promesa.
No vuelven nunca más.

En cada puerto una mujer espera:
los marineros besan y se van.

Una noche se acuestan con la muerte
en el lecho del mar.

4

 

Amo el amor que se reparte
en besos, lecho y pan.

Amor que puede ser eterno
y puede ser fugaz.

Amor que quiere liberarse
para volver a amar.

Amor divinizado que se acerca.
Amor divinizado que se va.)

5

Ya no se encantarán mis ojos en tus ojos,
ya no se endulzará junto a ti mi dolor.

Pero hacia donde vaya llevaré tu mirada
y hacia donde camines llevarás mi dolor.

Fui tuyo, fuiste mía. Tú serás del que te ame,
Del que corte en tu huerto lo que he sembrado yo.

Yo me voy. Estoy triste: pero siempre estoy triste.
Vengo desde tus brazos. No sé hacia dónde voy.

Desde tu corazón me dice adiós un niño.
Y yo le digo adiós.

Pablo Neruda, seudónimo de Ricardo Eliécer Neftalí Reyes Basoalto, nació en Parral,  el 12 de julio de 1904 y falleció en Santiago, el 23 de septiembre de 1973, es quizás el más grande poeta chileno, considerado entre los más destacados e influyentes artistas de su siglo; «el más grande poeta del siglo XX en cualquier idioma», según las conocidas exageraciones de Gabriel García Márquez.

Entre sus múltiples reconocimientos, destacan el Premio Nobel de Literatura en 1971, un doctorado honoris causa por la Universidad de Oxford. «Ningún poeta del hemisferio occidental de nuestro siglo admite comparación con él», ha escrito el crítico literario Harold Bloom,​ quien lo considera uno de los veintiséis autores centrales del canon de la literatura occidental de todos los tiempos. ​Neruda fue un hombre activo, diplomático, embajador natural de su patria aun cuando fuera perseguido por sus ideas políticas porque fue uno de los comunistas más destacado. La sola mención de su extensa obra poética llenaría más de esta página, por lo tanto solo citaremos a su Residencia en la tierra, 1935, que se ha considerado su obra más importante. Sin embargo, su popularidad y el conocimiento de generaciones de su obra es a través de sus primeros libros como Crepusculario, 1923 y los famosos 20 poemas de amor y una canción desesperada, 1924.