La sociedad se organiza a partir de una infraestructura material-económica y una superestructura ideológica. El proceso de producción y tecnológico determina el modo  infraestructural, mientras que las ideas que se le superponen condicionan la cosmovisión general de una época o de una sociedad. Carlos Marx.

Segunda etapa:

Completado el primer ciclo ya referido, se ejecutará de manera pensada, pero acelerada, el siguiente plan:

-Construcción de escuelas de Bellas Artes en cada rincón del país (recordemos que la República Dominicana se encuentra dividida territorialmente de 1 Distrito Nacional, 31 Provincias, 158 Municipios y 232 Distritos Municipales). Podría pensarse que sería una exageración levantar tantas escuelas de arte, pero cuando hablamos de desarrollo cultural nada debería parecernos exagerado porque en él descansan la paz y el progreso de una nación. Estas escuelas, además de contar con los elementos  necesarios para el desarrollo de las diferentes disciplinas artísticas,  deberán tener un teatro y una biblioteca, ambos al servicio de la comunidad.

-Promoción sistemática para estimular hábitos lectoescriturales.

-Establecer acuerdos culturales con los medios de comunicación físicos y digitales, consistentes en:

-creación de suplementos culturales en los diarios físicos y digitales, que habrán de reproducirse por lo menos una vez a la semana a través de la radio y la televisión;

-incluir segmentos educativos sobre los diferentes tópicos del arte: debates, conferencias, coloquios, etc., en las programaciones radiales y televisivas;

-los medios de comunicación auspiciarán obras teatrales, conciertos de música folclórica, clásica y experimental; espectáculos danzarios, cine de calidad, exhibición de obras pictóricas y programas de introducción a la artesanía, así como lectura de obras literarias (cuento, novela, poesía y teatro);

-en las escuelas públicas se impartirán talleres de creatividad dirigidos a cambiar las normativas y metodología de enseñanza: dejar de memorizar y darle paso al razonamiento; es decir: pensar para interpretar lo estudiado, y saber cómo y cuándo aplicarlo;

-del mismo modo, se impartirán talleres de artesanía para que los estudiantes cuenten con esta herramienta de vida;

-paralelo a esto, los servicios comunitarios de las alcaldías crearán, con soporte económico propio, grupos culturales.

-el Estado convendrá con los sectores financieros  y empresariales del país el auspicio de grupos culturales y programas de apoyo  a los creadores independientes;

-luego vendrán los festivales provinciales, interprovinciales, regionales y nacionales, en los que intervendrán los grupos de cada género artístico. Sería algo así como una fiesta cultural cíclica, un derroche de energía creativa, una entrega total al arte y a nuestros mejores y más nobles sentimientos.

Llegado a este punto, podemos colegir que se trata de un plan en el que se involucrarían, a corto, mediano y largo plazo, miles de niños, jóvenes y adultos, cuyos resultados se verían en poco tiempo. El pueblo habrá de superarse porque  en el país se producirán transformaciones en los aspectos materiales y cognitivos: la violencia  disminuirá a grados inexistentes, y el respeto ajeno será norma de vida.

¿Estamos soñando? No, no estamos soñando. Es tiempo de ponernos a trabajar en esta dirección.

Haffe Serulle en Acento.com.do