Todas las culturas del mundo cuentan con unas características únicas, sus costumbres,  creencias valores y puntos de vista tan diversos es lo que las vuelve llamativas y especiales  ante las demás. Lamentablemente esta idea no está presente en todos los tiempos y muchas  culturas fueron desintegradas, sus huellas borradas incluso de las tierras en las que habitaron.

La cultura del pueblo Maya es un ejemplo de esto, una nación ordenada socialmente, con sus propias  costumbres, valores, creencias, lengua y escritura que, aunque escasa, es una de las pruebas irrefutables de que existieron. Esta literatura nos permite dar un vistazo a aquella  civilización y su estilo de vida.

Uno de los textos más importantes de los Mayas es el libro Popol Vuh, en el cual se encuentra expresada la percepción de los Mayas sobre la formación del mundo y la humanidad. Es un  libro que mezcla la mitología Maya, leyendas, poesías, dramas, crónicas históricas y la  didáctica. Entra en lo didáctico porque por medio de sus historias muestra gran rechazo a la  soberbia con las historias de Vucub-Caquix y sus hijos, Zipacná y Cabracán, personajes que  son castigados por gloriarse a sí mismos. Estos personajes son muy similares a muchos en la  Biblia, como por ejemplo el rey Nabuconodosor y aunque la construcción de las historias es  diferente, tratan el mismo tema: el orgullo y la soberbia.

El Popol Vuh es un libro rico culturalmente hablando que, aparte de permitirnos conocer a los  Mayas, nos permite realizar comparaciones entre esta cultura y las creencias religiosas de la  actualidad, por otro lado, a través del conocimiento que nos ofrece rompemos con la idea  estereotipada de los mayas como personas en extremo sumisas, bestias salvajes o completos  ignorantes, creencias basadas (muchas veces) en las historias de los conquistadores.

Es imposible no realizar comparaciones inmediatas al leer el Popol Vuh, puesto que, aunque  se visualiza una tendencia politeísta, la descripción de la creación del mundo es bastante similar  a la de la Biblia, pero la descripción de la creación del hombre es distinta.

En el Popol Vuh se narra de la siguiente forma:

“Esta es la relación de cómo todo estaba suspenso, todo en calma, en silencio: todo inmóvil,  callado, y vacía la extensión del cielo.” (Recinos, 1993).

En la Biblia:

“En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las  tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las  aguas. Y dijo Dios: Sea la luz; y fue la luz.” (Reina Valera 1960, Génesis 1:1-31)

Este es solo el comienzo de la narrativa, pero mientras más se desarrolla se muestran más similitudes como el caso de la creación por medio de las palabras.

En el Popol Vuh:

¡Hágase así! ¡Que se llene el vacío! ¡Que esta agua se retire y desocupe el espacio que surja  la tierra y se afirme! (Recinos, 1993).

En la Biblia:

Luego dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las aguas. E  hizo Dios la expansión, y separó las aguas que estaban debajo de la expansión, de las aguas

que estaban sobre la expansión. Y fue así. Y llamó Dios a la expansión Cielos. (Reina Valera  1960, Génesis 1:6-18)

Y la separación de los elementos y el Corazón del Cielo, conformado por Caculhá Huracán,  Chipi-Calcuhá y Raxa-Calcuhá similar a la Santa Trinidad (Padre, Hijo y Espíritu Santo). Este  texto no solo podría compararse con la Biblia, pero tus comparaciones dependerán de tus  conocimientos de otras creencias.

Para finalizar, el Popol Vuh puede entenderse como el libro sagrado de los Mayas, en él se  encuentra plasmada la esencia de una cultura que no tuvo oportunidad de desarrollarse bajo  sus propios deseos porque su libertad fue arrebatada. Su importancia radica en la transmisión de conocimientos y creencias entre los Mayas y en la actualidad nos sirve como documento  base para comprender el contexto de esta cultura y la realidad sobre ella que muchas veces se  vio malversada por propósitos específicos de dominación.

Cuando se habla de los Mayas en vez de ir a los libros de historias donde apuntan a los  supuestos “descubridores” como héroes deberíamos leer primero el Popol Vuh y aceptar a los  Mayas como una cultura en crecimiento, crecimiento que fue interrumpido por ideales impuros  de dominación, expansión y expropiación de las tierras de una cultura rica en recursos, de  pensamientos, creencias y vidas propias.

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Bibliografía

Amaro, V. (s/f). Literatura Hispanoamericana I. Voces amerindias De Reina, C. (1960). Biblia Reina Valera

Recinos, A. (1993). Popol Vuh. Las antiguas historias del Quicbé. ISBN 968-16-0327-3

La autora del artículo es estudiante de la Licenciatura en Lengua Española y Literatura en el Instituto Superior de Formación Docente Salomé Ureña.